Son trabajadores
Se les llame 'riders', TRADE o como se quiera, en realidad, son trabajadores pero sin derechos.
En los a?os 60, la plaza Urquinaona de Barcelona era el centro de contrataci¨®n de los miles de trabajadores llegados del Sur en busca de un empleo a cualquier precio y sin condiciones. Al lugar acud¨ªan tambi¨¦n los m¨¢s necesitados para vender su sangre para sobrevivir. Aquel mundo sin derechos fue magistralmente descrito en los reportajes de Eliseo Bayo en Destino.
Los derechos b¨¢sicos se conquistaron durante la transici¨®n (Ley de Relaciones Laborales, 1976; derecho de huelga, 1977; el Estatuto de los Trabajadores, 1980; y sobre todo la Constituci¨®n Espa?ola de 1978 que consagr¨® un marco de derechos civiles, sociales y laborales). Los ciudadanos recuperaron la dignidad perdida en la dictadura.
Posteriores reformas han limitado seriamente algunos de aquellos avances sociales. Las innovaciones tecnol¨®gicas aceleran la p¨¦rdida de derechos cuando pueden y deben ser utilizadas para lo contrario. Ahora la contrataci¨®n abusiva no se hace en las plazas. Es m¨¢s invisible. El acuerdo se puede gestionar a trav¨¦s de una aplicaci¨®n, con un algoritmo opaco, que emplea a miles de personas. Se les llame riders, trades o como se quiera, en realidad son trabajadores pero sin derechos.
Los irreparables estragos de esta deshumanizada econom¨ªa los estamos viviendo estos d¨ªas con la muerte por atropello de Pujam Koirala, cuando realizaba un trabajo cedido o subalquilado en la ¨®rbita del sistema de la empresa de reparto Glovo. La elevada magnitud de estas abusivas plataformas queda patente en el macrojuicio que se celebra estos d¨ªas y que afecta a 532 repartidores.
Aunque hay discrepancia entre los jueces sobre estos contratos resulta muy ilustrativa la sentencia dictada por el juez Jos¨¦ Pablo Aramendi, del Juzgado de lo Social 33 de Madrid, por sus referencias internacionales y al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea (TJUE).
El juez concluye que teniendo en cuenta los indicios disponibles el v¨ªnculo de estos empleados con las plataformas digitales ¡°es de naturaleza laboral¡±. Es decir, son trabajadores. Se apoya en decisiones de tribunales de Los ?ngeles, Londres, Francia y recomendaciones de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT). Precisa que para el TJUE ¡°la caracter¨ªstica esencial de la relaci¨®n laboral es la circunstancia de que una persona realiza, durante cierto tiempo, en favor de otra persona y bajo la direcci¨®n de ¨¦sta, determinadas prestaciones a cambio de las cuales percibe una retribuci¨®n¡±. Y recuerda que ¡°la legislaci¨®n de la UE que garantiza los derechos de los trabajadores solo es aplicable a las personas que son parte de la relaci¨®n laboral, es decir, que se consideran trabajadores¡±.
No podemos esperar a?os a que el Tribunal Supremo decida. Es urgente como dice el juez vencer ¡°la pereza legislativa¡± y establecer ¡°una nueva relaci¨®n laboral especial¡±, para este nuevo modo de trabajar, como propone el profesor Adri¨¢n Todol¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.