David contra Goliat en la hosteler¨ªa madrile?a: La M¨¢quina pierde contra la marca La Machina
El millonario grupo de restaurantes demand¨® a un modesto negocio alegando que su nombre induc¨ªa a confusi¨®n
Hac¨ªa poco que Carlos ?lvarez y sus socios hab¨ªan abierto un restaurante en Majadahonda. Uno de ellos, Rafael Gir¨®n, es c¨¢ntabro, as¨ª que decidieron servir anchoas de Santo?a y rabas y decorarlo con motivos marineros y fotos del puerto de Santander. Le pusieron de nombre La Machina. Una machina es una gr¨²a grande de cuatro patas, de las que se usan en los puertos. En el verano de 2015 se quedaron pasmados al recibir un burofax de uno de los mayores grupos de restauraci¨®n espa?oles, La M¨¢quina. "Era muy amenazante y nos dec¨ªa que hab¨ªamos usurpado su marca, nos ped¨ªa una indemnizaci¨®n y que pusi¨¦ramos en la web que no ten¨ªamos nada que ver con ellos".
Pasado el verano, y sin que mediaran m¨¢s comunicaciones, lo que lleg¨® al local fue una demanda por da?os y perjuicios y por infracci¨®n de los derechos de marca del grupo. Les ped¨ªan un dineral: 20.000 euros como "canon de entrada por la licencia para usar la marca La M¨¢quina", una indemnizaci¨®n de 600 euros por d¨ªa hasta que dejaran de usar el nombre del restaurante y el 5% de "royalty del volumen total del negocio" generado por los dos locales que ya ten¨ªan entonces, La Machina y La Machina de Puerto Chico (ahora solo tienen el segundo; Puerto Chico es un barrio de ambiente marinero de Santander), ambos en Majadahonda. "Nos ped¨ªan un royalty como si fu¨¦ramos una franquicia de ellos", dice ?lvarez, a¨²n incr¨¦dulo. "Pusimos ese nombre como podr¨ªamos haber puesto otro".
La demanda del grupo La M¨¢quina ¡ªcon 14 restaurantes repartidos por los mejores barrios de Madrid, Pozuelo y La Moraleja, factura 50 millones de euros al a?o y emplea a 650 personas¡ª inici¨® un largo proceso judicial que ha terminado cuatro a?os despu¨¦s con una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid que acaba con la controversia jur¨ªdica, gramatical y fon¨¦tica. El tribunal confirma lo que ya dijo otro de primera instancia en 2017: que no hay ninguna probabilidad de que los clientes confundan el nombre del restaurante c¨¢ntabro de Majadahonda con los locales de La M¨¢quina. En la sentencia impone las costas al grupo de restauraci¨®n. Una portavoz asegur¨® que no van a recurrir.
La M¨¢quina ped¨ªa que los tribunales condenaran a los empresarios a destruir "los productos il¨ªcitamente identificados con el signo distintivo La Machina", como r¨®tulos, carteles, cartas, men¨²s, tarjetas de visita, anuncios y hasta "facturas y documentos mercantiles en general". El juzgado de lo Mercantil 8 de Madrid desestim¨® ¨ªntegramente la demanda. En la sentencia, asegur¨® que La M¨¢quina no pod¨ªa apropiarse de un vocablo "que puede ser usado por la generalidad de las personas". A?adi¨® que no hab¨ªa riesgo de confusi¨®n cuando la demandante no ten¨ªa abierto al p¨²blico ning¨²n local en Majadahonda y que la fon¨¦tica de las palabras objeto del conflicto no pod¨ªa generar confusi¨®n.
?lvarez no acaba de entender c¨®mo ese burofax que no se tomaron demasiado en serio hace cuatro a?os ha terminado en un proceso judicial que le ha costado m¨¢s de 20.000 euros. "Es la prepotencia del m¨¢s fuerte", dice, y asegura que si les hubieran llamado por tel¨¦fono y les hubieran pedido que cambiaran la p¨¢gina web, por ejemplo, quiz¨¢ lo habr¨ªan hecho. "No estamos acostumbrados a estas cosas", asegura. ?lvarez critica el "abuso de la posici¨®n de poder" del exitoso grupo de restauraci¨®n, pero le concede una virtud: "He ido a sus restaurantes , y la verdad es que se come muy bien".
Discusiones fon¨¦ticas
El grupo, asesorado por el abogado especializado en propiedad industrial Luis Polo, recurri¨®. La Audiencia Provincial da especial relevancia al asunto de la graf¨ªa y de la fon¨¦tica y en el fallo entra a analizar c¨®mo pronuncia el hablante espa?ol ambos vocablos. "El primer grupo con el sonido K y el segundo con el susurro caracter¨ªstico que en fon¨¦tica se califica de africado sordo". Adem¨¢s de la pronunciaci¨®n, abunda, la primera "tiene acentuaci¨®n esdr¨²jula" y "la segunda llana". El fallo cita incluso a la Real Academia Espa?ola para recordar que "machina es una gr¨²a o cabria de grandes dimensiones que se usa en los puertos".
La M¨¢quina trat¨® de demostrar que su marca era notoria, conocida, pero al tribunal no le convencieron sus argumentos: "La demandante se ha limitado a aportar fotograf¨ªas de personas, m¨¢s o menos conocidas de la pol¨ªtica, el deporte o la vida social que han acudido a su local". Algo que no impresion¨® a los magistrados: "Esto constituye un lugar com¨²n en muchos establecimientos de restauraci¨®n de una gran ciudad como Madrid, donde no es extra?o ver expuestas las im¨¢genes de celebridades o famosos".
El grupo La M¨¢quina asegura que demand¨® porque La Machina "evocaba en la conciencia del p¨²blico al grupo La M¨¢quina" e insiste en que "concurr¨ªa un nombre pr¨¢cticamente igual, con ¨²nicamente una letra diferente y un s¨ªmbolo muy parecido (rueda dentada)". La rueda dentada es un engranaje de la gr¨²a portuaria, seg¨²n explica ?lvarez, que dise?aron en el estudio en el que trabaja. ?lvarez cuenta entre risas que, cuando les mandaron el burofax, ellos contestaron "con un poco de sorna" que La M¨¢quina tambi¨¦n ten¨ªa que poner en su web que no ten¨ªa nada que ver con La Machina.
El tribunal tambi¨¦n destac¨® que los restaurantes de La M¨¢quina en realidad usan agregados de palabras (El Jard¨ªn de La M¨¢quina, La M¨¢quina Jorge Juan), de forma que la expresi¨®n original no concentra "toda la atenci¨®n del consumidor" y permite distinguirla de La Machina o La Machina de Puerto Chico. Adem¨¢s, en ambos casos usa imagen gr¨¢fica -muy distinta, precisa el fallo- adem¨¢s de texto, lo que seg¨²n los magistrados contribuye a que las diferencias sean "suficientemente significativas".
Cuando EL PA?S habl¨® con ?lvarez, este no sab¨ªa si La M¨¢quina ten¨ªa pensado volver a recurrir. "A m¨ª cada vez que recurren me cuesta dinero", dice, pero le quita hierro al asunto: "Si perdemos buscamos otro nombre y se acab¨®. Si mucha gente ni siquiera nos llama con la denominaci¨®n completa, sino solo Puerto Chico".
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