La banca p¨²blica y los retos globales
El sistema de banca p¨²blica espa?ola presenta una asignatura pendiente: la mejora de su gobernanza
El a?o 2015 marc¨® un nuevo rumbo en la agenda econ¨®mica y financiera internacional por la coincidencia de tres acontecimientos de particular relevancia: la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que lanzaba los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS); la Conferencia de Addis Abeba sobre financiaci¨®n del desarrollo; y la COP21 de Par¨ªs sobre cambio clim¨¢tico.
El cambio en la percepci¨®n de los retos globales que trajeron estos eventos est¨¢ desencadenando una reorientaci¨®n de las instituciones financieras internacionales e, igualmente, la redefinici¨®n del papel de los sistemas nacionales de fomento financiero. En este contexto, es fundamental que el sistema espa?ol est¨¦ preparado para asumir nuevas responsabilidades.
En el caso de Espa?a, bajo este paraguas de instituciones de fomento financiero o banca p¨²blica podemos incluir entre otros al ICO, Cofides, CDTI, Cesce, los fondos FIEM gestionados desde la Secretar¨ªa de Estado de Comercio y los recursos de la Cooperaci¨®n Espa?ola de car¨¢cter financiero en el marco del FONPRODE.
M¨¢s all¨¢ de matices de segundo orden, un an¨¢lisis del conjunto del sistema mostrar¨ªa en su haber: el alto nivel de especializaci¨®n y, en general, eficacia de las instituciones individuales y sus equipos; su capacidad de actuaci¨®n contrac¨ªclica en momentos de falta de liquidez en los mercados; y una aceptable eficacia para dirigir fondos privados y p¨²blicos hacia determinados sectores tractores de la econom¨ªa, tales como la internacionalizaci¨®n, la innovaci¨®n, la financiaci¨®n del desarrollo o la pyme.
Por el contrario, nuestro sistema p¨²blico de fomento financiero tiene margen de mejora en lo relativo a la movilizaci¨®n de recursos orientados a los nuevos retos globales. De la comparaci¨®n de las mejores pr¨¢cticas observadas en los pa¨ªses de nuestro entorno surgen varias ideas.
Primero. La incorporaci¨®n de la sostenibilidad y la financiaci¨®n clim¨¢tica a la misi¨®n y estrategias de las instituciones. Para no caer en la indefinici¨®n, esta misi¨®n debe concretarse en metas espec¨ªficas, como son los 17 ODS acordados en 2015. Una vuelta de tuerca adicional llevar¨ªa a introducir estas metas como un factor m¨¢s de la gesti¨®n de las instituciones e, incluso, de las retribuciones variables de sus empleados.
Segundo. La medici¨®n y seguimiento del impacto de las inversiones. Adem¨¢s de ser una medida necesaria para implantar la recomendaci¨®n anterior, se trata de una cuesti¨®n de rendici¨®n de cuentas: los ciudadanos deben saber hasta qu¨¦ punto sus ahorros e impuestos se dirigen hacia determinados objetivos globales, desde el alivio de la pobreza hasta la acci¨®n por el clima.
Tercero. En l¨ªnea con los principios de las finanzas sostenibles, la introducci¨®n de las cuestiones medioambientales y sociales en las decisiones de inversi¨®n de largo plazo. Se trata de un mandato ineludible para las instituciones que gestionan dinero p¨²blico. Tal mandato ha de traducirse en procedimientos de an¨¢lisis de riesgos que trasciendan los l¨ªmites estrictamente financieros a la hora de determinar el dise?o y precio de la oferta financiera p¨²blica. Por ejemplo, se podr¨ªa estructurar el precio de la financiaci¨®n con referencia al cumplimiento de ciertos indicadores objetivos de sostenibilidad.
Cuarto. El replanteamiento de la relaci¨®n entre la banca p¨²blica y el sector privado. El mensaje esencial de la Cumbre de Addis Abeba fue la necesidad de involucrar y movilizar al sector privado para afrontar los retos globales. La financiaci¨®n p¨²blica debe pensarse como una palanca para la movilizaci¨®n de recursos privados (crowding-in) hacia objetivos compartidos. S¨®lo de esta manera se podr¨¢n movilizar los trillions de euros (billones en espa?ol) necesarios para lograr los ODS globales.
En consecuencia, las instituciones que forman la arquitectura de fomento financiero p¨²blico est¨¢n llamadas a dise?ar una oferta que incentive al m¨¢ximo la participaci¨®n de recursos privados en los proyectos de inversi¨®n (credit enhancement). Los principales actores internacionales como Naciones Unidas, a trav¨¦s del Fondo Verde para el Clima, la banca multilateral y las instituciones financieras bilaterales con sus principios para el blending, o la Comisi¨®n Europea ofrecen ya importantes cantidades de recursos de car¨¢cter concesional para ser combinados con fondos privados. Esta f¨®rmula, denominada en el argot blended finance, deber¨ªa movilizar financiaci¨®n hacia aquellos proyectos que, aun siendo vitales para un progreso sostenible e inclusivo, no resultan a priori suficientemente atractivos, en gran parte por sus elevados niveles de riesgo o su car¨¢cter pionero en econom¨ªas y/o sectores dif¨ªciles, para los inversores comerciales.
Al margen del posicionamiento activo ante los retos globales el sistema de banca p¨²blica espa?ola presenta otra asignatura pendiente: la mejora de su gobernanza. La situaci¨®n actual se caracteriza por una profusi¨®n de instituciones e instrumentos, un d¨¦ficit de coordinaci¨®n y una regulaci¨®n que, en general, aboca a un proceso de toma de decisiones largo y complejo.
Como resultado, el debate sobre el futuro de la banca p¨²blica tendr¨¢ que enfocarse sobre el posicionamiento ante los retos globales y la mejora de su organizaci¨®n. La clave es conjugar la especializaci¨®n con un sistema de gobierno que asegure coordinaci¨®n, eficiencia y transparencia. Una instituci¨®n paraguas, entendida como holding bancario del que dependan filiales especializadas, complementarias y con amplia autonom¨ªa puede ser la referencia. Ello siempre y cuando se asegure un sistema de gobernanza equilibrado entre los diferentes ministerios y actores competentes.
Jos¨¦ Luis Curbelo y Rodrigo Madrazo son respectivamente presidente y director general de Cofides
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.