Casi nadie en Espa?a quiere un n¨²mero de m¨®vil que empiece por 7
Menos de un 2% de los m¨®viles en el pa¨ªs comienza por ese d¨ªgito en lugar de por 6, pese a que su uso est¨¢ habilitado desde 2011
Si le han llamado recientemente desde un m¨®vil que empieza por 7, no se preocupe. Puede coger la llamada o devolverla, porque no se trata de ning¨²n n¨²mero de tarificaci¨®n especial ni de venta, sino el de un abonado normal. Desde octubre de 2011, est¨¢ autorizada la numeraci¨®n de tel¨¦fonos m¨®viles que comienzan con el d¨ªgito 7 en lugar del 6, aunque su implantaci¨®n todav¨ªa es tan m¨ªnima que sigue causando recelos entre los usuarios.
Las cifras prueban esta desconfianza. Actualmente las compa?¨ªas tienen asignados 1,9 millones de n¨²meros m¨®viles que empiezan por 7, un 2% del total, que ascienden a 93,1 millones. Pero realmente solo est¨¢n en uso ¡ªes decir, atribuidos a alg¨²n cliente¡ª un m¨¢ximo de 1,4 millones de n¨²meros que comienzan por 7, es decir, por debajo incluso del 2% del total, seg¨²n datos del ¨²ltimo informe de numeraci¨®n de la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) correspondiente a 2018, a los que ha tenido acceso este diario.
La baja utilizaci¨®n de la nueva numeraci¨®n ha hecho que los n¨²meros que empiezan por 7 hayan permanecido pr¨¢cticamente invariables desde que se habilitaron a finales de 2011, aunque los operadores comenzaron a usarlos realmente en 2012. Entonces, se cre¨® una reserva de nada menos que 40 millones de n¨²meros que empezaban por 71, 72, 73 y 74 para servicios de comunicaciones interpersonales, y se dej¨® tambi¨¦n previsto otro rango de cincuenta millones para la expansi¨®n futura, que comenzar¨¢n por 75, 76, 77, 78 y 79.
Pero los operadores no han necesitado apenas tirar de esa provisi¨®n, ya que han preferido seguir usando el granero de 100 millones de n¨²meros que empiezan por 6, de los que est¨¢n ocupados 91,2 millones. De hecho, la mayor parte de los n¨²meros que empiezan por 7 han sido asignados a los nuevos operadores, en particular, a M¨¢sM¨®vil a trav¨¦s de sus diversas marcas (M¨¢sM¨®vil, Yoigo, Pepephone, Llamaya y Lebara), que es el que m¨¢s ha crecido en los ¨²ltimos a?os.
Fuentes de los operadores confirmaron que cuando asignan a un nuevo cliente un tel¨¦fono que comienza por 7, este manifiesta a veces reticencias por el temor a que sea confundido con un servicio de tarificaci¨®n especial, aunque estos comiencen generalmente por 8 o 9.
Mar¨ªa Jes¨²s, de 28 a?os y residente en Huelva, es una de las afectadas por la maldici¨®n del 7. Esta profesora y opositora tuvo la mala fortuna de que en Vodafone le dieran este n¨²mero hace casi ocho a?os, y admite que a veces la vida cotidiana se le ha dificultado. ¡°Quer¨ªa buscar una casa y ten¨ªa que usar el tel¨¦fono de mi madre cuando llamaba a las inmobiliarias. Tampoco me lo cog¨ªan en cualquier gesti¨®n administrativa y hasta a mis amigos les ten¨ªa que decir: ¡®No te preocupes, que si te cobran por llamarme, ya me hago cargo yo¡¯. Hasta mi abuela me dec¨ªa que era un n¨²mero raro¡±.
Adem¨¢s, existen a¨²n los llamados n¨²meros personales que empiezan por 70 y que fueron asignados cuando a¨²n no estaba implantada la telefon¨ªa m¨®vil, pensados especialmente para segundas residencias, Su utilizaci¨®n es muy reducida (apenas 1.781 de esos n¨²meros est¨¢n en uso) por lo que se est¨¢ pensando en eliminarlos para que no se confundan con n¨²meros m¨®viles, seg¨²n informaron en fuentes de la Administraci¨®n.
Sin peligro de agotamiento
Aunque los n¨²meros telef¨®nicos son un recurso limitado, como las matr¨ªculas de coches, y cada cierto tiempo hay que actualizarlos y otorgar nuevos rangos de numeraci¨®n que permitan cubrir la demanda creciente, la CNMC no detecta peligro de agotamiento, ni para la numeraci¨®n m¨®vil ni para la fija.
Como se ha citado, en el caso de esa numeraci¨®n m¨®vil, solo est¨¢n asignados 93 de los 140 millones de n¨²meros disponibles. En cuanto a los fijos, el ¨²ltimo Plan Nacional de Numeraci¨®n de 2018 atribuye 88,3 millones de n¨²meros a las diferentes provincias, de los que ya se han ocupado el 82,5%. Quedan libres a¨²n 17,5 millones de n¨²meros, aunque la CNMC se?ala que la tendencia de los ¨²ltimos a?os marca un aumento destacable de la numeraci¨®n geogr¨¢fica asignada, lo que ha implicado la atribuci¨®n de 1,7 millones de n¨²meros en 2018.
Como se trata de una distribuci¨®n geogr¨¢fica, la situaci¨®n no es uniforme y hay provincias en las que la ocupaci¨®n est¨¢ por encima de la media. Las m¨¢s saturadas, con un nivel de ocupaci¨®n por encima del 90%, son Madrid (92,4%), M¨¢laga (91,4%) y Valencia (90%). Tambi¨¦n est¨¢n casi repletas Almer¨ªa, Huelva, Lleida y Salamanca, pero por el limitado n¨²mero de bloques libres.
La numeraci¨®n de servicios especiales que empiezan por 80 y por 90 tienen asignados 2,2 millones de n¨²meros, muy lejos de la saturaci¨®n. La CNMC se?ala en su informe que los 902 (pago por el llamante sin retribuci¨®n para el llamado) contin¨²a siendo una de las m¨¢s demandadas por los operadores, pero ha dejado de ser la que presenta una eficiencia de uso m¨¢s alta, pasando a ser la numeraci¨®n de tarificaci¨®n adicional 803 (servicios exclusivos para adultos, generalmente de contenido er¨®tico) la de m¨¢s eficiencia conforme a los datos remitidos por los operadores.
El Plan de Numeraci¨®n adjudica los indicativos a las distintas provincias espa?olas y atribuye rangos de n¨²meros a los servicios: geogr¨¢ficos, m¨®viles, de tarificaci¨®n adicional (para concursos, tarot, meteorolog¨ªa, etc¨¦tera), n¨²meros cortos, de acceso a Internet, de radiob¨²squeda, cobro revertido, n¨²meros M2M de comunicaci¨®n entre m¨¢quinas y otros. As¨ª, los servicios m¨®viles disponen de los n¨²meros que comienzan por la cifra 6 o 7, mientras que los indicativos provinciales comienzan por las cifras 9 y 8 y la segunda cifra es siempre distinta de 0.
La CNMC es la encargada de asignar a cada operador un n¨²mero entero de bloques de 10.000 n¨²meros geogr¨¢ficos dentro de cada zona telef¨®nica provincial, para ser utilizados dentro de una determinada provincia o distrito. La saturaci¨®n se puede producir bien por la falta de numeraci¨®n o por la falta de bloques libres.
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