Latinoam¨¦rica, ante la segunda llegada a la Luna
La transformaci¨®n digital es condici¨®n necesaria para que la regi¨®n cierre las brechas de productividad, inclusi¨®n y sostenibilidad respecto a EE UU, Europa o Asia
La implantaci¨®n de las redes de telecomunicaciones 5G es como una segunda llegada del hombre a la Luna, seg¨²n Ajit Pai, presidente de la Federal Communications Commission estadounidense. Lejos de ser una exageraci¨®n, refleja los cambios tect¨®nicos sobre la econom¨ªa y la sociedad. Casi nada se puede entender bien hoy sin considerar la digitalizaci¨®n: el trabajo, el ocio o servicios como educaci¨®n, salud o transporte.
El impacto de las plataformas tecnol¨®gicas sobre los sectores econ¨®micos no es una sorpresa. Las econom¨ªas de escala de las industrias de red explican el poder transformador que tiene la masificaci¨®n de los servicios y aplicaciones tecnol¨®gicas; cuanto m¨¢s usadas sean por otras empresas, u otros ciudadanos, su penetraci¨®n crece exponencialmente alcanzando zonas y usuarios remotos, quienes hasta entonces no hab¨ªan tenido acceso a esos servicios y contenidos. ?Cu¨¢l es el impacto de la no compatibilidad de ciertas aplicaciones y tecnolog¨ªas? ?Qu¨¦ relevancia tendr¨¢ en este nuevo ecosistema la posibilidad de recopilar y manejar datos personales? ?C¨®mo tratar plataformas tecnol¨®gicas que conectan la oferta y demanda de un bien o servicio? Todas estas preguntas marcan esta nueva era de la econom¨ªa digital.
La novedad es que estos cambios est¨¢n sucediendo a tal velocidad que, aunque sus canales de impacto sean conocidos y sus efectos previsibles, su profundidad sorprende y obliga a repensar las pol¨ªticas.
Hay urgencia por cerrar la brecha de conectividad, que afecta al 45% de los latinoamericanos. La regi¨®n debe desarrollar servicios digitales seg¨²n la demanda de los ciudadanos y fomentar su uso intensivo en el sector productivo, tambi¨¦n entre emprendedores y empresas de menor tama?o para que no se queden atr¨¢s. Y los Estados deben seguir poni¨¦ndose al d¨ªa, avanzando en transparencia y eficiencia con gobiernos electr¨®nicos.
Ello depende de disponer de suficientes recursos. Pero m¨¢s importante, se precisan nuevas reglas e instituciones que impulsen la innovaci¨®n y favorezcan su difusi¨®n a m¨¢s sectores. Los ciudadanos y consumidores digitales ¡ªhoy pr¨¢cticamente sin¨®nimos¡ª est¨¢n por delante. Am¨¦rica Latina es joven, urbana y nativa digital. Son ellos los que est¨¢n cambiando todo, como expres¨® el Nobel de Econom¨ªa Jean Tirole, por lo que toca aprender y responder a sus demandas.
No hay recetas ¨²nicas, pero se pueden acordar los principios regulatorios para una revoluci¨®n digital de la buena. Primero, se debe buscar una competencia de verdad, aquella que se traduce en servicios de calidad y accesibles para m¨¢s ciudadanos. Los consumidores digitales en Latinoam¨¦rica demandan servicios simples de usar, sociales y reales. La regulaci¨®n debe asegurar un campo en donde que no haya discriminaciones arbitrarias entre tecnolog¨ªas y servicios (que los consumidores usan indistintamente y en muchos casos incluso a la vez, en especial los m¨¢s j¨®venes), y en donde el sector privado encuentre libertades y garant¨ªas para invertir, si ello repercute en beneficios para los usuarios.
Los denominados reguladores convergentes ya implantados en Argentina, Chile o M¨¦xico, que supervisan mercados antes segmentados ¡ªtelecomunicaciones, media y an¨¢lisis de datos¡ª son clave. Esta regulaci¨®n debe dar espacio a la innovaci¨®n con cargas ligeras (light-touch regulation), y asegurar una competencia sana, abordando con decisi¨®n la protecci¨®n de la protecci¨®n intelectual y lucha contra la pirater¨ªa, la privacidad de los datos y la seguridad, o el reparto de la carga de impuestos. Segundo, se debe innovar. Los sandboxes en la industria financiera, que permiten experimentar, aprender del comportamiento como consumidores, empresas y supervisores en estos nuevos mercados digitales, son un buen camino para una agenda moderna de simplificaci¨®n regulatoria tanto en la econom¨ªa digitalizada como la anal¨®gica. Colombia est¨¢ plante¨¢ndose este camino para conectar sus zonas rurales. Tercero, se debe tener visi¨®n internacional. Iniciativas en materia de impuestos digitales de la OCDE (con presencia creciente en Latinoam¨¦rica), o de APEC en el ¨¢mbito de datos son buenos ejemplos.
La agenda es compleja. Pero una transformaci¨®n digital profunda e inclusiva es una condici¨®n necesaria para que Latinoam¨¦rica afronte las nuevas trampas del desarrollo en transici¨®n y cierre las brechas de productividad, inclusi¨®n y sostenibilidad que la separan de EE UU, Europa o Asia. Sector privado, p¨²blico, academia y organizaciones internacionales en la regi¨®n debemos redoblar esfuerzos. La revoluci¨®n digital se est¨¢ acelerando con la llegada de disrupciones como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y el 5G; una segunda llegada a la Luna para la que Am¨¦rica Latina debe estar preparada.
?ngel Melguizo, vicepresidente de Asuntos Externos y Regulatorios, AT&T Directv Latin America
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