Elie Horn: retrato del multimillonario brasile?o que se declara ¡°socialista y de derechas¡±
Este empresario de origen sirio se ha unido a la organizaci¨®n de Gates y Buffett y dedicar¨¢ el 60% de su patrimonio a causas filantr¨®picas
Un multimillonario brasile?o religioso que dice ser ¡°socialista¡±, simpatizante del presidente Jair Bolsonaro y que dona el 60% de toda su fortuna porque ¡°el dinero corrompe el alma, los usos y las costumbres¡±. A primera vista, las ideas de Elie Horn ¡ªun jud¨ªo ortodoxo nacido en Siria que lleg¨® a Brasil con sus padres de ni?o¡ª suenan algo contradictorias. A sus 74 a?os, el fundador de Cyrela, una de las constructoras de edificios de lujo m¨¢s importantes del pa¨ªs, defiende el capitalismo y la libre competencia. ¡°No creo en el comunismo ni en cercenar la libertad de las personas¡±, dice. Pero se identifica con una clase de ciudadano que a¨²n no est¨¢ definido en la literatura especializada: el de centro-derecha socialista. ¡°Porque el dinero ha de tener fines nobles y sociales; si no, mejor no tenerlo. Soy de centro-derecha para producir y socialista para donar¡±, explica.
Entrevistar a Horn es todo un acontecimiento. Don Elie, como le llaman cari?osamente sus empleados (o Elizinho, para los muy ¨ªntimos), recibe en la planta 17 de un edificio construido por su empresa en una de las manzanas m¨¢s caras de S?o Paulo. La charla fue antes del atardecer de un viernes, cuando empieza el sabbat, el descanso semanal jud¨ªo. ¡°Yo era muy t¨ªmido, no hablaba mucho. Ahora estoy compensando. Soy un showman¡±. Es precisamente este lado showman el que se refleja en su perfil m¨¢s ¡°socialista¡±. El empresario habla sobre la desigualdad en Brasil ¡ª¡°si hay pobreza, nosotros, como sociedad, tenemos la culpa¡±¡ª y le exige al Gobierno medidas. Defiende la educaci¨®n de calidad, especialmente en los primeros a?os. Tambi¨¦n critica las ayudas a las empresas, pero no las destinadas a las clases de bajo poder adquisitivo. ¡°A una persona pobre hay que ayudarla [a comprar vivienda] Lo que no se puede es subvencionar a la clase media. Soy socialista. El dinero tiene que tener un fin noble, no un fin pobre¡±.
En cambio, su lado centro-derechista se plasma en sus opciones pol¨ªticas y econ¨®micas. Horn don¨® a las campa?as de candidatos del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), pero nada comparable con el valor de haberse sumado al coro de empresarios jud¨ªos que ayudaron a legitimar p¨²blicamente la candidatura de Bolsonaro. ¡°Le vot¨¦, me gusta¡±, afirma. En estos siete meses de Gobierno, su opini¨®n no ha cambiado. ¡°Soy optimista. Muy optimista. Primero conf¨ªo en Dios, despu¨¦s conf¨ªo en los hombres, y conf¨ªo en el Gobierno actual¡±, dice. Define la gesti¨®n del pol¨ªtico como ¡°de buena voluntad¡±, ¡°honesta¡± y con ¡°buenos prop¨®sitos¡±. Tambi¨¦n reparte elogios a su exsocio de negocios Paulo Guedes, actual ministro de Econom¨ªa. ¡°Me cae muy bien, es un gentleman. Tiene planes palpables, factibles. Eso si lo dejan trabajar¡±, afirma.
Horn cree que, tras seis a?os de crisis, Brasil tendr¨¢ cinco a?os de prosperidad. ¡°La bonanza llegar¨¢ cuando avancen los problemas de los pagos. Cuando se aprueben las reformas, lo dem¨¢s solo puede ir bien. Los brasile?os se tambalean, pero no se caen¡±, asevera. Cyrela tambi¨¦n encaja en el perfil de esta ¨²ltima frase. La empresa, que desde 2014 est¨¢ a cargo de Efraim y Raphael Horn, hijos del empresario, logr¨® revertir las p¨¦rdidas de 51 millones de reales (algo m¨¢s de 12 millones de euros) del primer trimestre del a?o pasado y alcanzar un beneficio neto de 48,4 millones (unos 11,5 millones de euros) de enero a marzo de este a?o. ¡°El mercado va mejor que antes, es el comienzo de la pujanza. Los m¨¢rgenes son m¨¢s decentes este a?o que el a?o pasado¡±, celebra.
La nueva era de prosperidad est¨¢ d¨¢ndole sus frutos tambi¨¦n a sus proyectos sociales. Horn estableci¨® como prioridad actuar en la lucha contra la explotaci¨®n sexual infantil, adem¨¢s de apoyar proyectos educativos. Donar su fortuna tambi¨¦n forma parte de un plan mayor. Horn afirma que lo decidi¨® hace 20 a?os, como hizo su padre, que don¨® el 100% de todo lo que ten¨ªa. Pero no fue hasta 2005, tras la salida a Bolsa de Cyrela, cuando puso su plan en acci¨®n. Las acciones de la empresa dieron un salto, llegando a valer 30 veces m¨¢s que el valor inicial. La fortuna parece tener un peso diferente para el empresario, que desde hace a?os padece p¨¢rkinson, y es consciente de su finitud.
Fortuna de 1.000 millones
Horn y su esposa, Susy Horn, son los ¨²nicos emprendedores brasile?os en unirse a The Giving Pledge, organizaci¨®n fundada por Bill Gates, Melinda Gates y Warren Buffett, que cuenta con 204 participantes e incentiva a los multimillonarios a dedicarse a la filantrop¨ªa. ¡°All¨ª todos son mucho m¨¢s fuertes, poderosos y donan mucho m¨¢s en cuanto a porcentaje¡±, afirma. ¡°En Brasil, falta la conciencia de que donar es bueno. No creer que te est¨¢n robando, que est¨¢s tirando el dinero a la basura. Es creer que el dinero que uno dona es masa para la eternidad¡±, explica. Hasta 2018, Horn figuraba en la lista de Forbes con una fortuna de 1.000 millones de d¨®lares. Este a?o, ya no aparece. Al empresario no le gusta que le pregunten por qu¨¦ no trabaja en el ¨¢rea de viviendas sociales, un gran asunto en Brasil. ¡°Mi misi¨®n tiene mucho m¨¢s que ver con la educaci¨®n que con la vivienda. ?Qu¨¦ hacer con las casas, construir y regalarlas?¡±.
Solo hay un asunto con el que se pone m¨¢s serio que cuando se le cuestiona su vocaci¨®n filantr¨®pica: preguntarle por otros empresarios de la construcci¨®n encarcelados por corrupci¨®n, como en la Operaci¨®n Lava Jato. ¡°?Qu¨¦ empresarios? Hay mujeres A, B, C, ?son todas iguales? Los empresarios no son iguales¡±, afirma, recordando que no realiza obras civiles de gran envergadura ¡ªdonde se descubri¨® una industria de sobornos¡ª, sino que se dedica a construir edificios residenciales, de oficinas y centros comerciales. ¡°No hay comparaci¨®n¡±, zanja.
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