La galletera Siro ampl¨ªa horizontes m¨¢s all¨¢ de Mercadona
El grupo de alimentaci¨®n, sin dejar de estar vinculado al grupo de distribuci¨®n, aspira a elevar su presencia en el exterior centr¨¢ndose en cereales, galletas y pasta
La galletera Siro ¡ªdesde 2018 denominada oficialmente Cerealto Siro Foods¡ª ha sido una de las empresas de la industria alimentaria espa?ola que ha experimentado un mayor crecimiento desde su constituci¨®n hace poco m¨¢s de dos d¨¦cadas, pasando de una facturaci¨®n cero a los 600 millones de euros. El secreto de esta expansi¨®n espectacular ha radicado en dos pivotes: En primer lugar, la visi¨®n de su fundador, Juan Manuel Gonz¨¢lez Serna, que pon¨ªa en 1991 la primera piedra a una aventura empresarial bas¨¢ndose en su olfato para la compra de empresas a grupos multinacionales en retirada. El segundo motor de crecimiento tiene que ver con la confianza del grupo Mercadona en su oferta como interproveedor desde 1998 de galletas, boller¨ªa, cereales o pan. Pero el mundo cambia y Siro quiere ahora probar otros caminos. Sin dejar su vinculaci¨®n con la empresa de Juan Roig, la compa?¨ªa busca mayor presencia internacional. Adem¨¢s, se centrar¨¢ en la producci¨®n de cereales, galletas y pasta, desinvirtiendo en el ¨¢rea de pan y boller¨ªa.
Para conocer las razones de este giro estrat¨¦gico conviene primero analizar la trayectoria de Siro durante los ¨²ltimos 20 a?os. La compa?¨ªa de Gonz¨¢lez Serna levant¨® un gran conglomerado industrial, con una docena de plantas que se inici¨® en 1991 con la compra de una peque?a empresa familiar, Siro, en Venta de Ba?os (Palencia), al grupo Danone. Las multinacionales en retirada han sido un verdadero trampol¨ªn para el empresario. En 1993 adquiri¨® la empresa familiar Reglero de pastas especiales, dos a?os m¨¢s tarde adquir¨ªa a Barilla productos Rio y a United Biscuits otras marcas de snacks. En 1997 compr¨® las marcas Ardilla y La Familia, nuevamente a Danone; en 2002 se hizo con la planta de Fontaneda en Aguilar de Campoo, propiedad de United Biscuits. En 2006 se queda con la planta de boller¨ªa industrial de El Espinar de Sara Lee. Tambi¨¦n a Sara Lee le compr¨® las plantas de Briviesca, Ag¨¹imes y de Antequera, otra planta a Nutrexpa en Ja¨¦n, la planta de Navarr¨¦s en Valencia o la planta de pasteler¨ªa congelada Pastifred en Montblanc, en Tarragona. A este crecimiento inorg¨¢nico se sum¨® la construcci¨®n o ampliaci¨®n de otras plantas, como Aguilar de Campoo o Paterna. En conjunto, las inversiones ya alcanzan 600 millones de euros.
Advertencia del auditor
La divisi¨®n de galletas y sus filiales de Siro ha registrado sus cuentas de 2018 en las que el auditor Deloitte ha alertado de que la compa?¨ªa palentina depende demasiado de la cadena de supermercados Mercadona, a la que destin¨® el 88% de sus ventas en 2018, tres puntos m¨¢s que durante 2017, seg¨²n adelant¨® Cinco D¨ªas. El grupo obtuvo un beneficio de 9,1 millones de euros durante ese a?o, un 40,1% menos que el ejercicio precedente.
En los resultados de la empresa se observa que el grupo Siro pidi¨® un pr¨¦stamo de 240 millones en junio del a?o pasado al Banco Santander y a Rabobank. Entre las condiciones para acceder a la financiaci¨®n y que no se produzca el vencimiento de esta de forma anticipada, se especifica que el grupo debe mantener su relaci¨®n con Mercadona.
El crecimiento espectacular de Siro estuvo ¨ªntimamente ligado a las ventas a Mercadona como interproveedor desde 1998. Pero los cambios en las pol¨ªticas de aprovisionamiento de la empresa de distribuci¨®n valenciana ¡ªcon una cuota de mercado del 25%¡ª tambi¨¦n han tenido su impacto negativo en las cuentas de la empresa galletera. Mercadona ten¨ªa interproveedores, entre los que figuraba Siro, que le hac¨ªan todos los productos de una misma categor¨ªa. A partir de 2012 empez¨® a abrir la puerta al proveedor especialista de art¨ªculos concretos, con lo que la cifra de socios lleg¨® a 1.300 empresas en 2018. Este ¨²ltimo a?o introdujo otra variaci¨®n con la figura del proveedor totaler, en el que compiten varias empresas por producirle un mismo art¨ªcu?lo, lo que ha elevado el n¨²mero de firmas con las que trabaja Mercadona.
Aunque Siro se manten¨ªa como interproveedor, fue reduciendo ventas y tuvo que centrar su esfuerzo en ser el m¨¢s competitivo fundamentalmente en galletas, cereales y pastas. Ello supuso desprenderse en 2016 de la planta de pasteler¨ªa congelada Pastifred, en Tarragona. Adem¨¢s, en los ¨²ltimos meses ha iniciado la venta de sus plantas de pan en Paterna y Antequera y las de boller¨ªa en Navarr¨¦s, Briviesca, El Espinar y Medina del Campo. Este proceso de desinversi¨®n supone un giro total en la pol¨ªtica del grupo, y los fondos que se obtengan se destinar¨¢n, se?alan en la empresa, a reforzar las inversiones especialmente en la planta de Aguilar para convertirla en referencia mundial en cereales.
Desembarco
En el pasado, de las ventas totales del grupo m¨¢s del 70% correspond¨ªan al mercado interior ¡ªel 90% a Mercadona¡ª y menos del 30% al exterior. Con el fin de afianzar el negocio internacional, en 2014 el grupo constituy¨® la filial Cerealto con presencia en pa¨ªses como Italia, el Reino Unido, Portugal o M¨¦xico, con 17 centros de producci¨®n. Ahora prepara su desembarco en otros grandes mercados, y en parte eso explica el cambio de denominaci¨®n a Cerealto Siro Foods. La carta de presentaci¨®n es una compa?¨ªa que ya factura 600 millones de euros y atesora una producci¨®n de unas 400.000 toneladas. Con estas actuaciones el grupo afronta una nueva etapa, donde, por un lado, seguir¨¢ teniendo a Mercadona como cliente clave y especializado en la producci¨®n de cereales, galletas y pasta, pero en la que quiere aumentar las ventas en el exterior de esos tres productos para unos mercados m¨¢s globalizados, con la fabricaci¨®n de marcas para terceros en el ¨¢mbito internacional.
Uno de los ejes en la filosof¨ªa de Juan Roig para la construcci¨®n de Mercadona fue su apuesta preferente por los productos nacionales siempre que hubiera una oferta suficiente. En esta l¨ªnea, una de las cr¨ªticas del presidente de la firma valenciana era la falta en Espa?a de harinas de trigos duros y trigos de fuerza y que anualmente se tuvieran que importar m¨¢s de 800.000 toneladas. Como interproveedor de Mercadona, la empresa de distribuci¨®n eligi¨® a Siro para el cultivo de estos tipos de trigos y ello dio lugar al nacimiento en 2014 de Siro Agro. La filial del grupo ha sido el instrumento utilizado desde la selecci¨®n de semillas a la firma de acuerdos con docenas de agricultores en Castilla y Le¨®n, colaboraci¨®n con la cooperativa Acor y con la propia Junta con el objetivo de llegar a las 100.000 hect¨¢reas y una producci¨®n a medio plazo de 350.000 toneladas. Funcion¨®, pero no se ha llegado a las 5.000 hect¨¢reas.
Al margen de este tipo de acuerdos, el presidente, Juan Manuel Gonz¨¢lez Serna, cogi¨® gusto al sector agrario y el propio grupo Siro se implic¨® en el proyecto con la compra de terrenos de cultivo donde destaca la adquisici¨®n a la antigua Caja Burgos (hoy integrada en Caixabank) de la finca de Torrepadierne, castillo incluido, en su d¨ªa parcialmente propiedad del arzobispado de Burgos, de unas 700 hect¨¢reas; en esta pol¨ªtica tambi¨¦n se halla la compra del palacio de Salda?uela (Burgos), con sus tierras de cultivo; tierras en la zona de Aranda, y la finca conocida como de El Cristo de Villahiz¨¢n en Villahoz y Zael, en Burgos, unas 1.300 hect¨¢reas con predominio de secanos y casa palaciega. Estas fincas e inmuebles convierten a Siro en uno de los mayores perceptores de los fondos de la pol¨ªtica agraria europea (PAC) en Castilla y Le¨®n y que, en t¨¦rminos coloquiales, se hable de los Siro como los ¡°duques de Alba¡± en la regi¨®n.
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