La Casa Blanca investiga a cuatro fabricantes de coches por pactar una rebaja de emisiones con California

O conmigo, o a la fiscal¨ªa. El Gobierno de Donald Trump ha decidido lanzar una investigaci¨®n por pr¨¢cticas anticompetencia contra cuatro fabricantes de coches por haber pactado con el Estado de California mejoras en la eficiencia de los veh¨ªculos. Es el ¨²ltimo episodio de una guerra ideol¨®gica de la Casa Blanca por revertir como sea las regulaciones sobre gases contaminantes de la ¨¦poca de Barack Obama y el poder de negociaci¨®n de California para imponer sus normas a la industria automovil¨ªstica.

El Departamento de Justicia investiga si Ford, Honda, BMW y Volkswagen han violado las leyes de competencia al ponerse de acuerdo entre ellos y con California para ajustar sus veh¨ªculos a los niveles de emisiones impuestos por el Estado, en vez de los niveles m¨¢s relajados que intenta imponer Washington. La investigaci¨®n est¨¢ en fase preliminar y no hay informaci¨®n oficial al respecto. Fue publicada por The Wall Street Journal citando fuentes ¡°familiarizadas con la situaci¨®n¡± y por The New York Times.

California es el estado m¨¢s poblado de EE UU y tiene alrededor de 15 millones de coches registrados, el parque automovil¨ªstico m¨¢s grande del pa¨ªs. De los 17 millones de veh¨ªculos nuevos que se matriculan en EE UU al a?o (cifras de 2017), dos millones se matriculan en California. Esta situaci¨®n le da al estado un poder de negociaci¨®n sobre los fabricantes que la Casa Blanca ha tenido que respetar durante d¨¦cadas, hasta el punto de tener permiso federal para imponer sus propias normas sobre emisiones. Hasta que lleg¨® Trump.

Los actuales objetivos de emisiones vigentes en California fueron pactados por los fabricantes, el Estado y el Gobierno federal en 2012 despu¨¦s de una larga batalla en la que California logr¨® unos l¨ªmites mucho m¨¢s ambiciosos de los que los fabricantes estaban dispuestos a admitir. La industria presion¨® a Washington, argumentando que las cifras eran irreales y supon¨ªan altos costes que acabar¨ªan pagando los consumidores. En 2016 encontr¨® un aliado inesperado en Donald Trump y su Administraci¨®n, esc¨¦ptica por principio respecto al cambio clim¨¢tico. El verano pasado, Washington anunci¨® una rebaja sustancial de los objetivos de emisiones.

Pero California, que tiene permiso federal para poner sus propios l¨ªmites, decidi¨® que manten¨ªa sus objetivos de eficiencia en los coches y adem¨¢s present¨® una demanda contra el Gobierno. Otros 15 estados tienen sus l¨ªmites de gases contaminantes ligados a lo que diga California. Entre todos suponen un tercio de todo el mercado automovil¨ªstico del pa¨ªs. Con su enorme poder de compra, California obligaba de facto a los fabricantes a partir de 2022 a hacer dos tipos de coches, uno para esos 16 estados y otro para el resto. La industria automovil¨ªstica empez¨® a pedir entonces concordia entre los dos Gobiernos.

Finalmente, el pasado mes de julio, Ford, Honda, BMW y Volkswagen anunciaron que hab¨ªan llegado a un acuerdo con el regulador medioambiental de California (CARB, por sus siglas en ingl¨¦s) para adaptarse a unos l¨ªmites contaminantes menos estrictos que los estatales, pero m¨¢s que los que propone Washington. Por ese acuerdo, seg¨²n el anuncio inicial, se comprometen a aumentar la eficiencia de los coches un 3,7% anual entre 2022 y 2026.

T¨¦cnicamente, seg¨²n la informaci¨®n del Journal, lo que est¨¢ investigando el Departamento de Justicia es si ese anuncio puede ser considerado como un acuerdo de no competencia entre cuatro de los mayores fabricantes de coches de Estados Unidos. Tanto el regulador californiano como los fabricantes han sido notificados por carta de la intenci¨®n de iniciar la investigaci¨®n. Ford, Honda y BMW confirmaron la investigaci¨®n y anunciaron su intenci¨®n de cooperar con la misma.