Draghi no es Dr¨¢cula
Los halcones alemanes, adem¨¢s de reaccionarios son inanes. No proponen recetas contra la desaceleraci¨®n.
Tras el paquete de est¨ªmulos monetarios de hace una semana, el tabloide amarillo alem¨¢n Bild Zeitung tild¨® a Mario Draghi de Dr¨¢cula. Y eso porque su pol¨ªtica de bajos tipos de inter¨¦s habr¨ªa sido ¡°devastadora¡± para los ahorradores alemanes: les habr¨ªa ¡°chupado la sangre¡± de su hucha.
A ese peri¨®dico le ha fallado la calculadora. La pol¨ªtica monetaria del presidente saliente del Banco Central Europeo (BCE) ha sido tambi¨¦n beneficiosa para la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA).
Porque en 2012 salv¨® la eurozona de la ruptura, y quien m¨¢s se beneficia de su continuidad es su principal socio. El crecimiento del PIB alem¨¢n desde 2012 hasta final de 2018 ha alcanzado una media sostenida del 1,5%, frente a los vaivenes extremos de los inmediatos a?os anteriores. Lo que le ha permitido un continuado super¨¢vit presupuestario ¡ªfrente al cuasi equilibrio de 2011 y 2012¡ª, por desgracia no utilizado por el Gobierno federal para modernizar sus infraestructuras. Y lo que es m¨¢s, el desempleo, del 5,8% cuando Draghi tom¨® posesi¨®n a final de 2011, baj¨® a la mitad, al 3% este julio. Con el resto de pol¨ªticas incambiadas, algo tendr¨¢ que ver ese dato con la recuperaci¨®n de la eurozona propiciada por la pol¨ªtica expansionista del BCE.
O sea, que los ahorradores alemanes se han beneficiado tambi¨¦n del BCE: a no ser que no se les considere m¨¢s que como m¨¢quinas de atesoramiento y se olvide que son tambi¨¦n ciudadanos, contribuyentes, consumidores, cuentacorrentistas, trabajadores y padres/madres de familia. ?O es que acaso el alem¨¢n es una persona unidimensional?
Pero ni siquiera en su condici¨®n de ahorradores han salido perdiendo. Uno de sus mejores economistas y miembro disidente del Consejo Alem¨¢n de Expertos (los cinco sabios) hasta el pasado febrero, Peter Bofinger, acaba de recordarlo en un estupendo art¨ªculo. En ¨¦l se?ala que durante el per¨ªodo de la divisa marco (datos disponibles, de junio 1967 a diciembre de 1998) el impacto de la inflaci¨®n en la retribuci¨®n de los ahorradores tambi¨¦n fue negativo (de -0,01%). Muy similar al registrado en la era Draghi, entre noviembre de 2011 y este julio (-0,69%) (Mario Draghi and the Germans, Social Europe, 16-9-2019).
La gravedad diferencial de los ahorradores alemanes respecto de los espa?oles estriba en algo en lo que un banco central carece de influencia: las preferencias de los ahorradores por un activo u otro.
Para la gran mayor¨ªa de los alemanes, su ahorro se plasma en seguros de vida y otros activos financieros vulnerables a los bajos tipos del BCE. Para el grueso de los espa?oles, en la compra de vivienda. Y en el caso alem¨¢n, fue el Gobierno federal quien en 2006 suprimi¨® los subsidios a la adquisici¨®n. No el BCE.
Los halcones alemanes (u holandeses), adem¨¢s de reaccionarios son inanes. No proponen recetas contra la desaceleraci¨®n. Ni est¨ªmulos monetarios. Ni expansi¨®n presupuestaria nacional. Ni un cambio de sesgo del Pacto de Estabilidad que la facilite. Ni relanzamiento europeo mediante un potente presupuesto de la eurozona. Lo suyo siempre es Nein. Al menos, hasta que les llegue la recesi¨®n. Y encima, insultan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.