El viejo dogma alem¨¢n de la austeridad se tambalea

La aversi¨®n a la deuda y al d¨¦ficit, un dogma incrustado a golpe de historia en el ADN alem¨¢n, se agrieta. La presi¨®n arrecia sobre el Gobierno alem¨¢n para que relaje su respeto a los presupuestos sin d¨¦ficit en un pa¨ªs al borde de la recesi¨®n y necesitado de grandes inversiones. La novedad es que la presi¨®n no procede ya solo del exterior. Dentro de Alemania, son muchas las voces que plantean los riesgos de aferrarse al mantra del schwarze null,el d¨¦ficit cero. De momento sin embargo, la gran coalici¨®n de Gobierno ¡ªdemocristianos y socialdem¨®cratas¡ª no cede.

¡°El debate es muy intenso¡±, sostiene en su despacho del Parlamento la diputada socialdem¨®crata (SPD) Cansel Kiziltepe. ¡°En Alemania prevalece la mentalidad del ahorro y los recortes. Llevamos 15 a?os sin invertir de verdad. Los puentes, las autopistas, la digitalizaci¨®n, las escuelas est¨¢n en muy mal estado. Necesitamos viviendas asequibles¡±, dice. ¡°Un est¨ªmulo por parte de Berl¨ªn ser¨ªa muy positivo para el sur de Europa. Adem¨¢s, con los intereses tan bajos, es absurdo no hacerlo¡±, sostiene la diputada, que reconoce encontrarse en minor¨ªa dentro de un partido que busca nuevo l¨ªder y nueva identidad.

Kiziltepe, integrante de la comisi¨®n de Finanzas del Bundestag, es una de las promotoras de un encuentro singular, que tendr¨¢ lugar en el Parlamento a finales de noviembre, impulsado por diputados socialdem¨®cratas y del partido m¨¢s izquierdista Die Linke. Bajo el t¨ªtulo ¡°?Invertid!, ?frena el freno de la deuda el futuro de Alemania?¡±, parlamentarios y expertos aspiran a generar debate.

El freno de la deuda alem¨¢n ¡ªque pese a su nombre deja un cierto margen al endeudamiento¡ª est¨¢ recogido en la Constituci¨®n alemana, que especifica que ¡°los presupuestos de la Federaci¨®n y de los l?nder tienen que ser equilibrados, sin ingresos provenientes de cr¨¦ditos¡±. Explica tambi¨¦n que podr¨¢n tenerse en cuenta coyunturas excepcionales, as¨ª como casos de cat¨¢strofes naturales. El presupuesto federal se considerar¨¢ equilibrado cuando los ingresos provenientes de cr¨¦ditos no superan el 0,35% del PIB.

Fuera de las paredes del Parlamento, el debate en torno al schwarze null ha ido ganando tracci¨®n. Alemania ha presentado presupuestos sin d¨¦ficit en los ¨²ltimos cinco a?os gracias a la buena situaci¨®n de la econom¨ªa y el empleo. Pero los ¨²ltimos datos econ¨®micos alertan de un serio riesgo de recesi¨®n t¨¦cnica e incluso de una cierta ralentizaci¨®n de la creaci¨®n de empleo.

Los cinco principales institutos econ¨®micos han pedido incluso que se permita recurrir al d¨¦ficit presupuestario si el enfriamiento econ¨®mico se recrudece. ¡°Aferrarse al d¨¦ficit cero como un fin en s¨ª mismo ser¨ªa un error fundamental. Ahorrar cuando la econom¨ªa se debilita solo incrementa los problemas¡±, indic¨® durante la presentaci¨®n del informe Claus Michelsen, del Instituto de Investigaci¨®n Econ¨®mica de Berl¨ªn (DIW).

La tradicionalmente ortodoxa federaci¨®n de industrias alemana ya hab¨ªa lanzado antes la primera piedra. ¡°Despu¨¦s de diez a?os de recuperaci¨®n, la econom¨ªa alemana se enfrenta a tiempos turbulentos y el Gobierno debe por fin salir de su zona de confort¡±, dijo su presidente, Dieter Kempf. ¡°Hay que combatir los riesgos de una recesi¨®n antes de que est¨¦ aqu¨ª¡±, a?adi¨®. El director ejecutivo de Siemens, Joe Kaese, se sum¨® a las voces que se preguntan por qu¨¦ Alemania no invierte m¨¢s cuando ¡°pagan por endeudarte¡±.

¡°La presi¨®n aumenta cada mes y esto es algo realmente nuevo¡±, explican fuentes parlamentarias. Seg¨²n estas fuentes, la novedad radica en que las llamadas a una mayor inversi¨®n se producen ahora de fronteras para dentro. La aprobaci¨®n de un paquete clim¨¢tico de 54.000 millones de euros y la amenaza de recesi¨®n han propiciado un intenso debate, tambi¨¦n incluso entre las filas conservadoras, aseguran estas fuentes. Uno de los argumentos manejado estas semanas en el Bundestag es si es mejor adelantarse y optar ahora por inversiones antes de que la coyuntura econ¨®mica acabe por forzar medidas dr¨¢sticas. ¡°El debate va a ser muy duro¡±, vaticinan las fuentes.

Michael H¨¹ther, director del prestigioso Instituto de Econom¨ªa alem¨¢n de Colonia (IW) y participante en el encuentro que se celebrar¨¢ en el Bundestag, explica que hace ocho a?os, con una deuda del 80%, era muy importante tener un instrumento que trasladara la idea de que hab¨ªa que cumplir los criterios de Maastricht. ¡°Pero la situaci¨®n ha cambiado mucho. Ahora cumplimos y a la vez hay una tremenda necesidad de invertir para mejorar el crecimiento y promover la inversi¨®n privada¡±, asegura.

H¨¹ther considera que ante la ralentizaci¨®n de la econom¨ªa y el empleo los ingresos fiscales van a llegar a su tope. Pero tambi¨¦n tiene claro que m¨¢s all¨¢ de razonamientos t¨¦cnicos, el d¨¦ficit cero se ha convertido ¡°en una marca de calidad para la pol¨ªtica conservadora¡±. ¡°La presi¨®n va a crecer porque los socios europeos ven que son necesarias pol¨ªticas de crecimiento¡±, vaticina.

La presi¨®n no ha hecho sin embargo mella de momento en un Gobierno de gran coalici¨®n que se rige por un documento suscrito el a?o pasado y que exige el respeto al rigor presupuestario. El texto especifica que los partidos del Gobierno se comprometen ¡°al objetivo de un presupuesto equilibrado, sin nuevas deudas y que cumpla con las provisiones de la Constituci¨®n¡±.

Y eso es lo que defiende con firmeza el ministro de Finanzas alem¨¢n, el socialdem¨®crata Olaf Scholz, que sucedi¨® al conservador Wolfgang Sch?uble, el guardi¨¢n de la ortodoxia presupuestaria. Scholz es uno de los candidatos a presidir el SPD. Ha recorrido junto a una quincena de candidatos durante semanas el pa¨ªs presentando sus ideas a los militantes. En esas sesiones, el tema de la necesidad de m¨¢s inversi¨®n p¨²blica y de relajar el schwarze null ha sido una demanda constante de militantes y aspirantes a candidatos. La postura final del SPD depender¨¢ del vencedor en la contienda del partido antes de fin de a?o. En la CDU, el partido de la canciller Angela Merkel, parece que las advertencias de los expertos no han hecho mella de momento.