El virus del frenazo econ¨®mico contagia a Alemania
La primera econom¨ªa europea renquea por las menores exportaciones a sus socios globales
La intensa actividad de un viernes de febrero en el puerto de Hamburgo transcurre aparentemente ajena a la insistente lluvia y, sobre todo, a los nubarrones que anuncian un enfriamiento econ¨®mico, tambi¨¦n en la locomotora alemana. Camiones llegados de media Europa cargan y descargan mercanc¨ªas del mar de contenedores de colores que las gr¨²as suben y bajan de los barcos. Un tercio de los nueve millones de containers que se mueven al a?o en este puerto proceden de China. Rusia y Reino Unido son los otros grandes destinos, junto con los Pa¨ªses B¨¢lticos y la Rep¨²blica Checa, hacia donde parten desde Hamburgo ocho trenes al d¨ªa cargados de mercanc¨ªa.
Esta gran puerta comercial que conecta Alemania y Europa con el resto del mundo es la viva imagen del modelo alem¨¢n: una econom¨ªa abierta al exterior, donde las exportaciones representan casi la mitad del PIB. Esa cifra no ha dejado de crecer en cuatro d¨¦cadas. Y esa hiperapertura al mercado global es la que ha permitido a Alemania un crecimiento envidiable durante casi una d¨¦cada mientras otras econom¨ªas vecinas flaqueaban.
Pero su exposici¨®n al mundo exterior corre ahora el riesgo de convertirse en debilidad en momentos de fuerte volatilidad como el actual, en el que las predicciones hablan de una desaceleraci¨®n econ¨®mica, tambi¨¦n en Alemania. Las tensiones comerciales globales y las fricciones trans?atl¨¢nticas arrecian, mientras el Brexit m¨¢s ¨¢spero empieza a vislumbrarse como una realidad. China, mientras tanto, modera su apetito importador.
El puerto de Hamburgo ejerce de sism¨®grafo, capaz de medir temblores financieros. ¡°De momento, no sentimos impactos negativos, pero no sabemos qu¨¦ va a pasar¡±, explica Ingo Egloff, presidente de la plataforma que representa los intereses de 300 empresas que operan en el puerto. ¡°Si el Gobierno chino decide rebajar el crecimiento, eso tendr¨¢ consecuencias en el puerto. No sabemos tampoco qu¨¦ piensa hacer Trump, pero est¨¢ claro que no puede dejar de importar piezas de un d¨ªa para otro porque son procesos que llevan tiempo. Y Reino Unido es otro problema¡±, indica Egloff, quien recuerda que R¨®terdam o Amberes tendr¨¢n a¨²n m¨¢s problemas porque concentran el tr¨¢fico con el canal de la Mancha.
Puede que sobre el terreno la percepci¨®n dominante sea el bussiness as usual, pero lo cierto es que las predicciones y algunos datos han desatado la preocupaci¨®n en el continente. El ¨²ltimo, hace tres d¨ªas, cuando Alemania logr¨® esquivar la recesi¨®n t¨¦cnica por la m¨ªnima, pero certific¨® el estancamiento. La oficina oficial de estad¨ªsticas public¨® los datos del cuarto trimestre de 2018, en los que el crecimiento del PIB fue cero, despu¨¦s de que en el tercer trimestre la econom¨ªa se contrajese un 0,2%. Esa cifra sucede a otra tambi¨¦n preocupante que refleja una ca¨ªda del 0,4% de la producci¨®n industrial alemana en diciembre, lo que supone un descenso por cuarto mes consecutivo. La entrada de pedidos en la industria habla tambi¨¦n en diciembre de una ca¨ªda del 1,6%, que se debe sobre todo a los pedidos de fuera de la zona euro. Mientras, la confianza de los exportadores alemanes ha registrado una importante ca¨ªda, seg¨²n el ¨ªndice del Instituto para la Investigaci¨®n Econ¨®mica de M¨²nich.
Las exportaciones reflejan adem¨¢s una ca¨ªda del 4,5% en diciembre respecto al mismo mes del a?o anterior, aunque el ejercicio acab¨® con una subida del 3% respeto a todo 2017. El mastod¨®ntico y criticado super¨¢vit comercial alem¨¢n cay¨® a 227.800 millones desde los 247.900 del a?o anterior debido a un mayor aumento de las importaciones, seg¨²n las cifras oficiales.
¡°La econom¨ªa alemana crecer¨¢ de nuevo por d¨¦cimo a?o consecutivo. Se trata del periodo m¨¢s largo de expansi¨®n ininterrumpida desde 1966¡±, anunci¨® moderadamente complaciente un portavoz del Ministerio de Econom¨ªa a finales de enero, para a continuaci¨®n constatar que ¡°los vientos soplan en contra¡± fuera de las fronteras y que ¡°el crecimiento se espera menor este a?o¡±, cifr¨¢ndolo en el 1% del PIB, una rebaja sustancial frente al 1,8% inicialmente previsto.
Pesimismo general
En general, las previsiones de crecimiento econ¨®mico para la UE, pero tambi¨¦n para Alemania, no son buenas. Bruselas corrigi¨® a principios de febrero a la baja sus estimaciones para 2019 en la zona euro, del 1,9% al 1,3%, previendo que la desaceleraci¨®n contin¨²e. En el caso de Alemania, el Ejecutivo comunitario cifr¨® en un 1,1% del PIB el crecimiento previsto para este a?o, lo que supone un 0,7% menos que en oto?o y por debajo de la media de la zona euro.
¡°Las vacas gordas se han terminado¡±, hab¨ªa adelantado el ministro de Finanzas alem¨¢n, Olaf Scholz, a principios de enero en el semanario sensacionalista Bild. Se refer¨ªa Scholz a la balanza fiscal, a los cinco a?os consecutivos de abultado super¨¢vit en el reino del rigor fiscal y la devoci¨®n a los presupuestos que respeten el famoso Schwarze Null, es decir, la ausencia de d¨¦ficit. El de Alemania es, como reconocen en Berl¨ªn, un apretarse el cintur¨®n relativo porque es una econom¨ªa que parte de una situaci¨®n de bonanza continuada. Pero a la vez los pol¨ªticos son muy conscientes de que en un contexto de emergencia neonacionalista cobra especial urgencia evitar cualquier cosa que se parezca a una crisis. No se les escapa que la gran crisis financiera ha servido en Europa de caldo de cultivo de las fuerzas populistas que campan con creciente asertividad en el continente.
Por su apertura, pero tambi¨¦n por el tipo de socios comerciales, Alemania tiene especiales papeletas para ser v¨ªctima de la volatilidad. Porque lo cierto es que sus cuatro grandes destinos exportadores ¡ªEstados Unidos, Francia, China y Reino Unido¡ª atraviesan turbulencias que amenazan con ir a peor.
El caso de China y su desaceleraci¨®n es tal vez el m¨¢s evidente. ¡°La econom¨ªa alemana es muy sensible a lo que pase en China porque hay una exposici¨®n y una dependencia desproporcionada de la gran f¨¢brica asi¨¢tica. Hay preocupaci¨®n y es evidente que tenemos que diversificar nuestras exportaciones¡±, sostiene Thorsten Benner, director del Global Public Policy Institute de Berl¨ªn. Benner explica que cerca del 20% de los ingresos de algunas grandes compa?¨ªas proceden exclusivamente de China.
La preocupaci¨®n, coinciden los expertos, no es necesariamente inmediata, sino que tiene que ver m¨¢s con el medio y largo plazo. La carrera por la innovaci¨®n podr¨ªa dinamitar la relaci¨®n comercial con China, que hasta ahora hab¨ªa sido complementaria. Pek¨ªn compraba sobre todo productos con alto valor a?adido y vend¨ªa bienes de consumo baratos. ¡°Pero ya no. Cada vez son m¨¢s competitivos, y Alemania se ha dado cuenta de que tiene que invertir mucho m¨¢s en inteligencia artificial o, por ejemplo, en bater¨ªas para coches el¨¦ctricos¡±, piensa Benner. Y a?ade: ¡°Nos hemos beneficiado mucho de estas relaciones con China, pero igual ha llegado el momento de reconsiderarlo¡±.
El Gobierno alem¨¢n ha presentado este mes su nueva estrategia industrial con la que pretende hacer frente al desaf¨ªo asi¨¢tico. La idea es crear supercampeones nacionales y europeos que cuenten con apoyo estatal. La propuesta sucede a una serie de reformas con las que Berl¨ªn trata de controlar la adquisici¨®n de empresas alemanas por parte de extranjeras ¡ª?es decir, chinas¡ª y corre el serio riesgo de chocar con las leyes europeas de competencia.
La entrada en recesi¨®n t¨¦cnica se salv¨® por la m¨ªnima con un PIB plano en el ¨²ltimo trimestre
La preocupaci¨®n por la salud de la econom¨ªa alemana se agrav¨® al conocerse las cifras del tercer trimestre. El fantasma de la recesi¨®n t¨¦cnica plane¨® sobre Berl¨ªn y se desataron las especulaciones. Sin embargo, seg¨²n explican los expertos, esas cifras responden a una coyuntura muy concreta. Por un lado, la sequ¨ªa prolongada del verano y el oto?o pasados provoc¨® una importante disrupci¨®n de la cadena de suministro en el Rin, por donde circulan el 70% de las mercanc¨ªas que utilizan el transporte fluvial. Hubo tramos en los que los niveles de agua fueron los m¨¢s bajos desde que existen registros, explican en la Administraci¨®n de tr¨¢fico fluvial alemana (WSV). Eso hizo que, a pesar de que hubiera demanda, no se pudiese producir porque los barcos no pod¨ªan navegar los r¨ªos con menor calado. El transporte de qu¨ªmicos y combustibles fue el m¨¢s afectado. ¡°Los barcos m¨¢s pesados simplemente no pudieron funcionar¡±, explica Andreas S?mmel, de la Asociaci¨®n de Transporte y Log¨ªstica de Renania del Norte-Westfalia (VVWL).
A la sequ¨ªa de los r¨ªos se sum¨® la falta de adaptaci¨®n de la industria automovil¨ªstica a la nueva normativa de certificaciones, que provoc¨® otro frenazo de la producci¨®n por causas ajenas a las leyes del mercado y que tampoco tiene que ver con el llamado dieselgate, el esc¨¢ndalo de las emisiones falsas. Tiene que ver con que el cat¨¢logo de modelos de los fabricantes alemanes es muy amplio y la adaptaci¨®n a los nuevos test de emisiones en oto?o de 2018 fue un proceso complejo que ya ha sido superado y que no se espera que vuelva a repercutir en la marcha econ¨®mica del pa¨ªs.
Transformaci¨®n
Pero al margen de adaptaciones t¨¦cnicas y burocr¨¢ticas, lo cierto es que el sector automovil¨ªstico alem¨¢n atraviesa un momento de profunda transformaci¨®n plagado de inc¨®gnitas sobre su futuro. La carrera por la innovaci¨®n de coches el¨¦ctricos y aut¨®nomos y el crecimiento de las plataformas de veh¨ªculos compartidos han puesto patas arriba un sector desprestigiado como nunca por el esc¨¢ndalo del dieselgate. Una serie de procesos judiciales en relaci¨®n con la posible prohibici¨®n de ciertos coches di¨¦sel en grandes ciudades alemanas ha arrojado a¨²n mayores dosis de incertidumbre en el sector. De c¨®mo sea capaz la industria de reinventarse y adaptarse a la nueva realidad depender¨¢ tambi¨¦n en buena medida la marcha de la econom¨ªa del pa¨ªs. Por eso, para algunos expertos, la gran preocupaci¨®n no es tanto la salud de la econom¨ªa este a?o ni el que viene, sino el medio plazo, cuando temen que el pa¨ªs pueda quedar rezagado en la carrera tecnol¨®gica que se libra con especial intensidad en el sector del autom¨®vil.
Haber superado los dos grandes obst¨¢culos coyunturales de la segunda mitad de 2018 ¡ªsequ¨ªa y certificaci¨®n de emisiones¡ª no significa, sin embargo, que el horizonte se presente despejado ni multicolor. Es al menos lo que sostiene Isabel Schnabel, profesora de Econom¨ªa Financiera en la Universidad de Bonn, quien explica que cuando se vio que el autom¨®vil atravesaba problemas, cuando acab¨® el tercer trimestre en negativo, todo el mundo dijo que era una cuesti¨®n temporal y que habr¨ªa recuperaci¨®n en el cuarto. ¡°Pero hemos visto que las exportaciones han bajado y que la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa alemana tiene que ver con la situaci¨®n global, sobre todo la debilidad de China y de otras partes de Europa¡±, a?ade Schnabel, quien piensa que, aun as¨ª, ¡°habr¨¢ pronto una recuperaci¨®n, sobre todo teniendo en cuenta los nuevos impulsos fiscales previstos para este a?o y que empujar¨¢n el consumo¡±.
A la vez, la experta tambi¨¦n interpreta que la econom¨ªa alemana se asienta sobre unas bases todav¨ªa muy s¨®lidas. Las predicciones para el mercado laboral son buenas, dice. ¡°La demanda interna va a permanecer bastante fuerte y los salarios crecen a un ritmo relativamente r¨¢pido. El mercado laboral ha mejorado en todos los aspectos, tambi¨¦n en los sectores m¨¢s precarios. Muchos trabajos temporales y precarios se han transformado en puestos convencionales¡±.
La tasa de desempleo es del 3,1%, la m¨¢s baja desde la reunificaci¨®n alemana. El gran problema es el contrario, la falta de trabajadores. Un informe de la Fundaci¨®n Bertelsmann presentado esta semana calcula que hacen falta 260.000 inmigrantes al a?o durante las pr¨®ximas cuatro d¨¦cadas para poder hacer frente al envejecimiento de la poblaci¨®n. El Ejecutivo present¨® en diciembre un paquete legislativo cuyo fin es atraer mano de obra de otros pa¨ªses. Las cifras del Instituto para la Investigaci¨®n del Mercado de Trabajo y el Empleo (IAB), dependiente del Ministerio de Trabajo, indican que hay 1,2 millones de puestos vacantes en el pa¨ªs.
Alemania puede presumir adem¨¢s de que los refugiados ¡ªcerca de 1,2 millones de demandantes de asilo han llegado desde 2015¡ª se han integrado mucho mejor de lo esperado en el mercado laboral. Uno de cada cuatro refugiados tiene trabajo, seg¨²n las cifras publicadas el a?o pasado por el IAB, dependiente del Departamento de Trabajo. Sin ellos y en general sin los extranjeros ¡ªtrabajadores del este y del sur de Europa¡ª, el crecimiento registrado del empleo no hubiera sido posible.
Aun as¨ª, el reto demogr¨¢fico sigue siendo monumental. Los baby boomers se acercan ahora a la edad de jubilaci¨®n y los problemas se har¨¢n m¨¢s visibles, sobre todo para el sistema de pensiones. Otra de las amenazas es el crecimiento de una burbuja inmobiliaria, provocada por una subida desorbitada de los precios de la vivienda y que tiene especial intensidad en ciudades como Berl¨ªn o M¨²nich.
Simon Junker, economista del DIW, el instituto alem¨¢n para la investigaci¨®n econ¨®mica, vaticina una pronta recuperaci¨®n. ¡°La situaci¨®n general de la econom¨ªa alemana es muy s¨®lida. Habr¨¢ una desaceleraci¨®n debido al enfriamiento de la econom¨ªa global. A Alemania le afectar¨¢ especialmente el Brexit y otros acontecimientos globales por su apertura, pero se recuperar¨¢ el crecimiento porque la demanda sigue siendo alta y estable tanto la interna como la exterior¡±.
Junker cita adem¨¢s la estabilidad pol¨ªtica del pa¨ªs como elemento tranquilizador, pero lo cierto es que ese vaso tambi¨¦n puede considerarse medio vac¨ªo. Una debilitada gran coalici¨®n formada por conservadores y socialdem¨®cratas gobierna en Berl¨ªn desde el a?o pasado. Puede que, comparado con la situaci¨®n en Italia o incluso en Francia, la pol¨ªtica alemana pueda parecer un balneario, pero el riesgo de inestabilidad existe. Es un secreto a voces que la Groko ¡ªcomo se conoce en Alemania a la gran coalici¨®n¡ª es un matrimonio de conveniencia en el que nuca hubo amor, pero ahora adem¨¢s el riesgo de divorcio cobra creciente entidad. Con el relevo de la canciller, Angela Merkel, como presidenta de su partido, la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), hay voces que piden romper con su giro al centro. Y con el golpe de tim¨®n a la izquierda de los socialdem¨®cratas (SPD), la convivencia se est¨¢ volviendo cada vez m¨¢s compleja en los despachos de Berl¨ªn.
Efecto Brexit
Junker y muchos otros expertos coinciden en que el divorcio que tendr¨¢ un impacto m¨¢s tangible e inmediato en la econom¨ªa alemana ser¨¢ el Brexit ¡ªReino Unido es el cuarto mayor importador para Alemania¡ª. La magnitud depender¨¢, claro, de en qu¨¦ t¨¦rminos se acuerde. ¡°Si baja la libra, evidentemente tendr¨¢ un impacto negativo en la demanda de productos. Eso afectar¨ªa tambi¨¦n a otros pa¨ªses de la zona, que tambi¨¦n reducir¨ªan su crecimiento, lo que a su vez afectar¨ªa a Alemania¡±, dice Junker. Un estudio reciente del Instituto para la Investigaci¨®n de Halle (IWH) cifra en 100.000 los puestos de trabajo que podr¨ªa poner en peligro un Brexit duro en Alemania, buena parte de ellos en el sector automovil¨ªstico.
Est¨¢ por ver adem¨¢s c¨®mo reaccionar¨¢n los consumidores. Porque una cosa es que se puedan permitir comprar y otra bien distinta que una poblaci¨®n con especial querencia por el ahorro y la austeridad decida hacerlo en un contexto de inseguridad. ¡°Los consumidores alemanes son muy cautelosos. Tienen un comportamiento muy particular, que tiene que ver con la hiperinflaci¨®n, con los a?os treinta y la Segunda Guerra Mundial. La cautela y el ahorro est¨¢n en el ADN alem¨¢n¡±, sostiene Egloff, de la plataforma de empresas del puerto. De momento, las cifras de ventas al por menor muestran una ca¨ªda del 4,3% en diciembre ¡ª2,1% menos que el mismo mes en el a?o anterior¡ª, la mayor en 11 a?os. Las predicciones oficiales son mucho m¨¢s optimistas y vaticinan, sin embargo, que el consumo crecer¨¢ un 1,3% este a?o frente al 1% de 2018.
En el puerto de Hamburgo, mientras, las gr¨²as siguen arriba y abajo y los empresarios se resisten a dejar de ver el vaso medio lleno. Egloff se frota las manos ante la apertura de cuatro nuevas l¨ªneas con EE UU y asegura que en el este de Europa, su patio comercial trasero, las econom¨ªas crecen a buen ritmo. ¡°Siempre ha habido subidas y bajadas, pero al final siempre acabamos creciendo un poco¡±, dice Egloff. A rengl¨®n seguido matiza: ¡°Pero, claro, tambi¨¦n en 2008 las predicciones hablaron de un futuro prometedor y entr¨® la crisis de lleno y perdimos tres millones de contenedores. No lo vieron venir¡±.
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