Un trampol¨ªn para invertir en el sur del Mediterr¨¢neo
El Banco Europeo de Desarrollo busca trabajar con compa?¨ªas espa?olas que quieran internacionalizarse
El Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo (BERD) tiene sus or¨ªgenes tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, cuando ayud¨® a los pa¨ªses del Este de Europa en su transici¨®n hacia econom¨ªas de mercado. Sin embargo, esa labor ya se considera un ¨¦xito. Y ahora su presidente, sir Suma Chakrabarti (Jalpaiguri, India, 1959), busca expandir su alcance. Sobre todo despu¨¦s de haberse extendido al norte de ?frica tras la primavera ¨¢rabe. O a Grecia y Chipre con la crisis. Esta entidad multilateral, con hasta 71 Estados socios, invierte unos 10.000 millones al a?o en 38 pa¨ªses, desde Marruecos a Mongolia y desde Estonia a Egipto.
De visita en Espa?a hace unos d¨ªas, Chakrabarti explica a EL PA?S que busca atraer y trabajar con m¨¢s empresas espa?olas de tama?o medio, que puedan querer internacionalizarse, exportar e invertir, sobre todo en el Norte de ?frica, donde ahora el BERD est¨¢ ganando peso. A principios del a?o que viene la entidad organizar¨¢ una cumbre en T¨²nez, a la que invitar¨¢ a una misi¨®n de empresas espa?olas. All¨ª se las pondr¨¢ en contacto con autoridades y empresas de T¨²nez, Marruecos, Egipto, Jordania y L¨ªbano. ¡°Si encuentran formas de trabajar juntos y nos necesitan, podemos ayudar¡±, recalca siempre con una sonrisa. Su curr¨ªculo incluye cargos en el gabinete de Tony Blair, el FMI o el Banco Mundial. Ha sido el primer funcionario de cooperaci¨®n al desarrollo y del Ministerio de Justicia del Reino Unido. Aunque de origen indio, su nacionalidad es brit¨¢nica y lleva siete a?os al frente del BERD.
?C¨®mo prestan apoyo? ¡°La operativa del BERD es muy distinta de cualquier otra instituci¨®n internacional. Entre el 70 y el 80% de nuestros recursos se destinan al sector privado¡±, se?ala. Pero no lo hacen de cualquier manera: ¡°Somos muy selectivos. No queremos hacer nada que pueda hacer por s¨ª solo el sector privado¡±, subraya. Aunque el banco reinvierte los beneficios, debe tener un m¨ªnimo de rentabilidad. Y sus proyectos siempre deben contribuir al desarrollo del pa¨ªs.
El BERD es muy flexible en su forma de dar financiaci¨®n. No pone garant¨ªas para las operaciones. Pero s¨ª que puede prestar en divisa local a pymes para evitar que est¨¦n a expensas del riesgo cambiario. O incluso entrar en el capital, con el fin de mejorar la estrategia y la gobernanza desde el accionariado. Al mismo tiempo, brindan asesoramiento empresarial y formaci¨®n. Para esta asistencia en pa¨ªses de la cuenca mediterr¨¢nea, Espa?a acaba de donar dos millones de euros.
La gran ventaja de trabajar con esta instituci¨®n es que los Estados en los que operan son accionistas del BERD. ¡°Las empresas saben que recuperar¨¢n el dinero en lugares complicados. Empujamos fuerte por ellas si tienen problemas en el pa¨ªs¡±, destaca Chakrabarti. Y adem¨¢s ayuda a crear el clima de negocios necesario para invertir: ¡°Por ejemplo, solo invertimos en renovables en Egipto despu¨¦s de trabajar con el Gobierno para crear el marco regulatorio adecuado. Las compa?¨ªas lo aprecian¡±, apunta. La instituci¨®n invierte mucho en econom¨ªa verde: este a?o unos 5.000 de los 10.000 millones.
La inversi¨®n conjunta del BERD con compa?¨ªas espa?olas asciende a 4.300 millones, sobre todo en el norte de ?frica. Entre sus proyectos, ha facilitado el acceso de La Caixa al mercado marroqu¨ª de financiaci¨®n local a pymes. ¡°Un test que ha ido muy bien¡±, recalca el presidente de la instituci¨®n multilateral. Tambi¨¦n ha colaborado en la implantaci¨®n de Gestamp en Marruecos. Y trabaja en Egipto con Talgo en la construcci¨®n de vagones reservados a mujeres para evitar casos de acoso. ¡°Trabajamos muy bien con las multinacionales espa?olas, ahora queremos extenderlo a m¨¢s empresas¡±, afirma Chackrabarti.
En estos momentos, el consejo de la entidad debate sobre si ampliar sus operaciones al ?frica subsahariana. En esta decisi¨®n desempe?ar¨¢ un papel importante la ministra Nadia Calvi?o, que recientemente fue elegida para presidir el consejo del BERD. Para los Estados del sur de Europa puede ser visto como una oportunidad de fomentar el desarrollo en pa¨ªses que generan grandes flujos de inmigraci¨®n irregular.
Otra cara del BERD es c¨®mo ayuda a las mujeres emprendedoras a obtener financiaci¨®n en lugares donde es dif¨ªcil: ¡°A pesar de que presentan una mejor tasa de pago, las garant¨ªas que se les exige suelen pertenecer al hombre¡±, dice Chakrabarti.
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