Draghi se despide con un alegato en defensa de sus pol¨ªticas: ¡°Nunca te rindas¡±
El presidente del BCE rebaja la importancia de las cr¨ªticas internas a su decisi¨®n de reactivar el programa de compra de deuda
Mario Draghi se va reivindic¨¢ndose a s¨ª mismo. Despu¨¦s de semanas aguantando cr¨ªticas internas, ha aprovechado este jueves su ¨²ltima rueda de prensa como presidente del Banco Central Europeo (BCE) para defender la necesidad del paquete de medidas que lanz¨® en septiembre. Todas ellas enfocadas, dijo, a cumplir con el mandato de estabilidad de precios que es el santo y se?a del organismo. Un objetivo que, pese sus esfuerzos, el BCE lleva a?os sin lograr, con una inflaci¨®n empecinadamente baja y un crecimiento que no despega.?
En una comparecencia inusualmente sentimental, Draghi se permiti¨® en alg¨²n momento echar la vista atr¨¢s, algo que ¨¦l mismo hab¨ªa dicho que no quer¨ªa hacer. ?De qu¨¦ est¨¢ orgulloso de estos a?os?, le preguntaron. ¡°De c¨®mo el Consejo de Gobierno y yo mismo hemos perseguido constantemente nuestro mandato. Esto es algo de lo que nosotros, colectivamente, deber¨ªamos estar muy, muy orgullosos. Es parte de nuestro legado. Nunca te rindas¡±, respondi¨®.
Frente a los que le acusan de recalentar excesivamente la econom¨ªa con tipos ultrabajos e inyecciones masivas de dinero a trav¨¦s de la compra de deuda, Draghi insisti¨® en los beneficios de sus decisiones. ¡°Los tipos de inter¨¦s negativos han sido una experiencia muy positiva para el crecimiento y el empleo. Han ido exactamente por donde el BCE quer¨ªa¡±, a?adi¨®. Admiti¨®, acaso, algunos efectos negativos, pero insisti¨® en que estos se ven ampliamente superados por los positivos.
Esta no era una rueda de prensa de Draghi m¨¢s. Primero, porque era la ¨²ltima de ocho a?os en los que se ha enfrentado a los escenarios m¨¢s catastrofistas para el euro. Y segundo, porque era la siguiente al vendaval de declaraciones, cartas, filtraciones a la prensa y otros ataques que ha recibido el paquete con el que el jefe del BCE se decidi¨® a luchar contra las renovadas dudas en torno a la fortaleza econ¨®mica de la uni¨®n monetaria. En este coro de cr¨ªticos no est¨¢n solo los habituales halcones del norte. Dos nombres tan respetados como los franceses Fran?ois Villeroy de Galhau y Beno?t Coeur¨¦ hab¨ªan mostrado sus dudas sobre la efectividad de retomar el programa de compra de deuda tan solo 10 meses despu¨¦s de que se clausurara.
Sobre las cr¨ªticas que le han llovido de Alemania, Francia, Holanda o Austria, Draghi prefiri¨® rebajar su importancia. ¡°Tenemos discusiones. Todo el mundo las tiene¡±, dijo. Pero insisti¨® en que los 25 miembros del Consejo de Gobierno comparten la opini¨®n de echar la vista hacia adelante, y no darle vueltas a actuaciones que ya se han puesto en marcha. Draghi habl¨® de una llamada general a la unidad en el organismo, que aprob¨® por unanimidad de su comunicado del jueves. E incluso mencion¨® a uno de los miembros del Consejo que el mes pasado hab¨ªa votado en contra y que ahora lanz¨® el mensaje de que ¡°lo pasado, pasado est¨¢¡±.
Era evidente la voluntad de Draghi de rebajar la importancia de las luchas internas. Pero la divisi¨®n en el m¨¢ximo ¨®rgano del BCE es una de las patatas calientes que Draghi deja a su sucesora, Christine Lagarde. A la pregunta de qu¨¦ consejo le dar¨ªa a la inminente presidenta, dijo que ninguno porque ¡°no lo necesita¡±.
En la defensa de sus posiciones, Draghi se agarr¨® a un nuevo argumento para defender sus tesis. Los datos conocidos en las ¨²ltimas semanas confirman la seriedad de los problemas que atraviesa la eurozona. As¨ª que las malas noticias confirman la necesidad de que el BCE desplegara su artiller¨ªa. ¡°Por desgracia se ha demostrado que nuestro convencimiento para actuar de forma sustancial estaba justificado¡±, dijo.
Adi¨®s amargo
El adi¨®s de Draghi es m¨¢s amargo de lo que ¨¦l habr¨ªa deseado. Se va en un momento complicado, en el que no ha logrado impulsar la inflaci¨®n y en el que se ha visto obligado a recurrir una vez m¨¢s a medidas extraordinarias. O lo que hasta hace poco se conoc¨ªa como medidas extraordinarias, y que han pasado a convertirse en la nueva normalidad de los banqueros centrales. Se va, adem¨¢s, como el ¨²nico presidente del BCE nunca ha subido los tipos.
?l mismo admiti¨® impl¨ªcitamente esa decepci¨®n. Record¨® que a lo largo de 2017, su economista jefe de entonces, Peter Praet, estaba preparando la salida gradual de la pol¨ªtica de est¨ªmulos. ¡°Pero entonces cambiaron las condiciones. Y lo que prevalece por encima de todo es nuestra firme decisi¨®n de perseguir el mandato para el que se cre¨® esta instituci¨®n. Por tanto, tuvimos que cambiar el tiro¡±, a?adi¨®.
Llamada a los Gobiernos para que activen la pol¨ªtica fiscal
Mario Draghi se?al¨® que los ¨²ltimos datos econ¨®micos disponibles ¡°indican un debilitamiento econ¨®mico m¨¢s prolongado de la econom¨ªa de la zona del euro¡±. Persisten, adem¨¢s, ¡°importantes riesgos a la baja¡± para el crecimiento y una inflaci¨®n a la baja que se aleja del objetivo oficial del BCE de cerca pero por debajo del 2%. A la reuni¨®n de ayer asisti¨® la pr¨®xima presidenta, Christine Lagarde, aunque no particip¨® en las discusiones del Consejo de Gobierno.
En sus ¨²ltimos d¨ªas como jefe del BCE, Draghi inst¨® de nuevo a los Gobiernos con espacio fiscal a ¡°actuar de una manera efectiva y a tiempo¡± en vista del debilitamiento econ¨®mico. En los pa¨ªses donde la deuda p¨²blica es elevada, a?adi¨®, los pa¨ªses deber¨ªan aplicar pol¨ªticas ¡°prudentes¡±. Draghi no se?al¨® a nadie, pero en este grupo est¨¢ Espa?a, con una deuda p¨²blica cercana al 100%. El FMI tambi¨¦n insiste en que los pa¨ªses muy endeudados no aumenten su gasto.
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