El consumo tira de la econom¨ªa
El alza del poder adquisitivo de las familias y el gasto p¨²blico compensan el deterioro global
La econom¨ªa espa?ola est¨¢ aguantando el frenazo global mejor de lo esperado. El an¨¦mico avance de la eurozona y las turbulencias internacionales apenas dejan huella sobre las grandes magnitudes macroecon¨®micas. El crecimiento en el tercer trimestre se mantiene en el 0,4%, igual que en el anterior. Se trata de un avance del INE, a la espera de una posible revisi¨®n, a medida que los datos pormenorizados, que apuntaban a una cifra inferior, se van integrando. De momento este es uno de los valores m¨¢s s¨®lidos de Europa, que crece la mitad.
Adem¨¢s, este resultado se consigue sin generar un desequilibrio en las cuentas externas, tradicionalmente el eslab¨®n d¨¦bil del modelo econ¨®mico espa?ol. Ocurre lo contrario, porque la diferencia entre las ventas en el exterior y las importaciones arroja un importante super¨¢vit ¨Ccon datos de balanza de pagos, el excedente por cuenta corriente alcanz¨® 15.100 millones hasta agosto, casi lo mismo que un a?o antes.
La principal sorpresa viene del consumo, tanto p¨²blico ¨Ccon una aceleraci¨®n hasta el 2,5% anual¡ª como privado, por el doble efecto del incremento de la renta de los hogares y del descenso inesperado de la inflaci¨®n. As¨ª pues, la renta de las familias se incrementa a un ritmo cercano al 4%, el m¨¢s elevado del ¨²ltimo decenio, fruto del alza de los salarios y de la creaci¨®n de empleo. Esto genera directamente un alza del poder adquisitivo, porque la inflaci¨®n se ha ido reduciendo hasta valores cercanos a cero (0,1% seg¨²n el avance del IPC para octubre).
Por otra parte, los costes laborales han evolucionado a la par que en los pa¨ªses vecinos, circunstancia por la cual la competitividad sigue en posici¨®n favorable. Si bien las empresas reducen sus beneficios, estos siguen siendo elevados, de modo que el reequilibrio operado a favor de las rentas salariales no se produce en detrimento de la inversi¨®n. Al rev¨¦s, el gasto en bienes de equipo repunt¨® en el tercer trimestre, para crecer cerca del 6% en comparaci¨®n con un a?o antes.
Sin embargo, ser¨ªa equivocado caer en la complacencia, porque lo m¨¢s probable es que la senda de desaceleraci¨®n se mantenga en los pr¨®ximos trimestres. El empleo pierde vigor, un fen¨®meno l¨®gico durante las fases de desaceleraci¨®n, especialmente en el caso de Espa?a por la elevada temporalidad del mercado laboral. Por otra parte, la aceleraci¨®n del consumo p¨²blico no parece compatible con los objetivos de d¨¦ficit presentados por el gobierno para 2020. Las tensiones en Catalu?a, de persistir, tambi¨¦n podr¨ªan pasar factura al turismo y la inversi¨®n en esa comunidad. Finalmente, los datos de la balanza de pagos confirman el desplome de la inversi¨®n directa extranjera.
Adem¨¢s, el panorama europeo es preocupante. La actividad apenas avanza, como lo muestran todos los indicadores de confianza empresarial y sentimiento econ¨®mico. El empleo, verdadero dique de contenci¨®n, podr¨ªa empezar a ceder a medida que las expectativas empeoran. De momento las empresas europeas mantienen la plantilla ¨Cen el caso de Alemania con el apoyo del famoso Kurzabeit, un dispositivo que mostr¨® su enorme eficacia durante la crisis¡ª pero no est¨¢ claro que puedan seguir haci¨¦ndolo en un contexto de pesimismo prolongado. La inacci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica no deja de inquietar, por las tergiversaciones de los pa¨ªses que no se deciden estimular la econom¨ªa, pese a disponer de una situaci¨®n fiscal saneada. Bruselas, por su parte, carece de un presupuesto anti-c¨ªclico de envergadura suficiente.
La econom¨ªa americana tambi¨¦n est¨¢ dando se?ales de debilitamiento, motivando una nueva reducci¨®n de tipos de inter¨¦s. La tarea de la pol¨ªtica monetaria se complica por la escasez de reservas de los bancos, provocando situaciones puntuales de escasez de liquidez. Veremos si el lanzamiento de una nueva ronda de compra de bonos del tesoro americano por parte de la Reserva Federal basta para calmar los mercados.
El gobierno que salga de las urnas el pr¨®ximo 10-N se encontrar¨¢ con una econom¨ªa todav¨ªa en expansi¨®n. Pero con escaso margen de maniobra ante las turbulencias que se avecinan.
Raymond Torres es director de coyuntura en Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
Actividad
El avance de crecimiento del PIB para el tercer trimestre contrasta con la evoluci¨®n de otros indicadores que apuntaban a una ligera desaceleraci¨®n. Por ejemplo, las ventas interiores de grandes empresas crecieron un 0,8% en ese trimestre y el ¨ªndice de cifra de negocios de las empresas lo hizo un 2%, en retroceso con respecto al periodo anterior. El ¨ªndice PMI de gestores de compra, o los datos de afiliaci¨®n tambi¨¦n anunciaban una desaceleraci¨®n. Asimismo, mientras que el PIB industrial se acelera, el ¨ªndice de producci¨®n industrial reduce su progresi¨®n.
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