La econom¨ªa espa?ola ante el riesgo de recesi¨®n global
La desaceleraci¨®n mundial y las incertidumbres internas anuncian un oto?o complicado
Mientras que en la primera parte del a?o la econom¨ªa espa?ola manten¨ªa un s¨®lido crecimiento, especialmente en comparaci¨®n con el resto de Europa, empiezan a aparecer claras se?ales de debilitamiento. El sector exterior se resiente de la desaceleraci¨®n mundial. Ante la contracci¨®n de los intercambios internacionales ¡ªun fen¨®meno sin parang¨®n desde la Gran Recesi¨®n¡ª, las exportaciones apenas avanzan a un ritmo anual del 1,1%, casi la mitad que las importaciones (datos hasta junio, respecto al mismo periodo de 2018). Los ingresos del turismo registran un leve aumento, que no compensa el mediocre resultado de las ventas de bienes en el extranjero.
La novedad viene de la inversi¨®n directa extranjera, que registra un fuerte frenazo. Seg¨²n los datos de balanza de pagos, apenas entraron 7.600 millones de euros en el primer semestre, frente a 36.700 millones un a?o antes. En un movimiento inverso, se incrementa la entrada de capital financiero, que incluye la inversi¨®n en bonos, acciones y otras operaciones de cartera.
La demanda interna aguanta mejor, pero no es inmune a la desaceleraci¨®n. El consumo de las familias resiste, en parte gracias al suplemento de poder adquisitivo que genera la moderaci¨®n de los precios. Sin embargo, la creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo, una variable que en nuestro pa¨ªs mantiene una relaci¨®n estrecha con el gasto de las familias, pierde impulso, algo que augura unos resultados menos favorables para la segunda parte del a?o. Por otra parte, hasta fechas recientes, el consumo p¨²blico tambi¨¦n se mostraba boyante. No obstante, la pr¨®rroga presupuestaria, a la que se superponen las limitaciones inherentes a un gobierno en funciones, ejercer¨¢ su efecto restrictivo sobre el gasto de las Administraciones p¨²blicas durante los pr¨®ximos meses.
La inversi¨®n empresarial es, sin duda, la m¨¢s vulnerable ante el s¨²bito cambio de tendencia. Las condiciones financieras para invertir son inmejorables, habida cuenta de los excedentes de las empresas y de la disponibilidad de cr¨¦dito bancario a coste irrisorio. El problema radica en las incertidumbres por el contexto global y la imprevisibilidad del marco regulatorio, tras varios a?os de interinidad pol¨ªtica. La previsibilidad de las pol¨ªticas p¨²blicas es crucial para la toma de decisiones que condicionan el futuro econ¨®mico, como la ampliaci¨®n de capacidad productiva, la apertura de un negocio o la creaci¨®n de empleos estables. Esto es especialmente relevante en un contexto de revoluci¨®n tecnol¨®gica, de cuestionamiento de la mundializaci¨®n y de transformaci¨®n del modelo energ¨¦tico.
La industria est¨¢ en primera l¨ªnea de esos cambios de paradigma. Los principales indicadores, como la cartera de pedidos o el ¨ªndice PMI de gestores de compra, apuntan a un declive industrial preocupante, que se extiende desde el autom¨®vil a otros sectores. La actividad en los servicios de mercado, que son los m¨¢s intensivos en empleo, es m¨¢s resiliente frente a los vientos adversos, pero la probable moderaci¨®n de la demanda interna acabar¨¢ por pasar factura.
En suma, la econom¨ªa espa?ola se comporta mejor que otras de nuestro entorno ante el inquietante enfriamiento de la econom¨ªa mundial, pero no es inmune. Parece dif¨ªcil que el crecimiento supere el 2,2% previsto para este a?o, y podr¨ªa caer por debajo del 2% para el pr¨®ximo ejercicio. Se espera que el BCE anuncie pr¨®ximamente una bajada de tipos de inter¨¦s, as¨ª como una nueva ronda de compra de t¨ªtulos de deuda p¨²blica y corporativa. Sin embargo, su impacto sobre la demanda interna ser¨¢ muy limitado, adem¨¢s de generar riesgos sobre la estabilidad financiera. La eventualidad cada vez m¨¢s probable de un Brexit sin acuerdo en menos de dos meses, y la intensificaci¨®n de la escalada arancelaria entre EE UU y China, que podr¨ªa desembocar en una guerra de monedas, hacen temer nuevas turbulencias, todo ello en un contexto interno que deja poco margen de reacci¨®n para las pol¨ªticas p¨²blicas. Un oto?o que se anuncia complicado para la econom¨ªa espa?ola.
Raymond Torres es director de Coyuntura en Funcas. En Twitter: @RaymondTorres
Deuda
Ante las incertidumbres econ¨®micas y la perspectiva de una relajaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria del BCE, los inversores incrementan su demanda de t¨ªtulos de deuda p¨²blica. Fruto de ello, el Tesoro consigue financiaci¨®n en condiciones cada vez m¨¢s favorables. La rentabilidad de los bonos a 10 a?os roza el 0,10%, m¨ªnimo absoluto, mientras que cerca del 60% del total de deuda emitida cotiza en terreno negativo. Las ¨²ltimas colocaciones, de letras a tres y seis meses, se realizaron a tipos de inter¨¦s inferiores al -0,5%, y la demanda result¨® cuatro veces superior al monto adjudicado.
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