Puntales econ¨®micos para tiempos revueltos
Los pa¨ªses en recesi¨®n son el destino del 30% de las exportaciones espa?olas
Los periodos de expansi¨®n suelen ir de la mano de un optimismo excesivo en cuanto a la situaci¨®n real de la econom¨ªa, como ocurri¨® durante la fase de recuperaci¨®n en nuestro pa¨ªs. La consecuencia fue una relajaci¨®n del esfuerzo reformista y de una insuficiente correcci¨®n de los desequilibrios econ¨®micos y sociales. Por el contrario, ahora que la econom¨ªa muestra claros s¨ªntomas de desaceleraci¨®n, algunas voces anuncian la llegada inminente de una recesi¨®n ¨Ces decir, una ca¨ªda prolongada del nivel de actividad¨C.
Sin duda, la situaci¨®n internacional es muy inquietante, tanto por el par¨®n del comercio internacional, como por la crisis que se cierne sobre algunos de nuestros principales socios econ¨®micos. Alemania, Italia, M¨¦xico, Reino Unido, Rusia y Turqu¨ªa bordean la recesi¨®n, mientras que Argentina ha entrado en una nueva crisis. Estos siete pa¨ªses suman tres de cada diez euros exportados. Adem¨¢s, China ha emprendido una senda de desaceleraci¨®n que est¨¢ afectando a la regi¨®n, especialmente Australia y Corea del sur. A la escalada proteccionista, que no parece amainar, se a?ade un Brexit cada vez m¨¢s imprevisible, por lo que no cabe esperar una mejora en el corto plazo.
Sin embargo, la econom¨ªa espa?ola dispone de bases de resistencia, lo que hace improbable una reca¨ªda en la crisis a corto plazo. En primer lugar, no se aprecian importantes burbujas de cr¨¦dito que amenacen con explotar. El volumen de pr¨¦stamos bancarios apenas se incrementa, y sigue reduci¨¦ndose su peso relativo en proporci¨®n al tama?o de la econom¨ªa. Los precios de la vivienda han aumentado, situ¨¢ndose en niveles insostenibles en algunas ciudades y provocando un encarecimiento de los alquileres. Por tanto, un cambio de tendencia en el sector es probable. No obstante, se trata de un fin de ciclo ¡°natural¡± sin conexi¨®n con el cr¨¦dito, ni riesgo sist¨¦mico de contagio directo sobre las entidades.
En segundo lugar, los hogares y las empresas se han desendeudado significativamente. El esfuerzo que realiza cada a?o el sector privado (suma de vencimientos de deuda y pago de intereses), representa el 14% del PIB, diez puntos menos que en la cima alcanzada antes de la Gran Recesi¨®n. La actual situaci¨®n es similar a la que prevalec¨ªa a principios de los 2000. Adem¨¢s, las empresas llevan una d¨¦cada acumulando fuertes excedentes, por lo que gozan de una posici¨®n financiera favorable que podr¨ªa sostener la inversi¨®n, a condici¨®n de disponer de claras perspectivas de demanda.
Finalmente, el empleo sigue creciendo, lo que junto con el incremento de los salarios reales sostiene el consumo de las familias. Los datos de afiliaci¨®n divulgados esta semana apuntan a un crecimiento del empleo a un ritmo anual cercano al 2,5% (con cifras desestacionalizadas por Funcas). Si bien esto es muy inferior a los registros de hace un a?o, la tendencia es todav¨ªa positiva.
En definitiva, si bien la econom¨ªa espa?ola ha entrado en fase de desaceleraci¨®n, no parece que vaya a caer en una nueva recesi¨®n en los pr¨®ximos meses. No obstante, el escenario podr¨ªa empeorar en caso de intensificaci¨®n de la escalada proteccionista, de entrada de EE UU en la recesi¨®n o de desenlace ca¨®tico del Brexit. De materializarse estos riesgos, la v¨ªa francesa que consiste en aplicar est¨ªmulos limitados en el tiempo y orientados a potenciar el tejido productivo parece una opci¨®n prometedora.
La dificultad radica en el d¨¦bil margen de respuesta ante un posible deterioro adicional del contexto internacional. El BCE siempre puede desplegar nuevas medidas de abaratamiento del dinero y de apoyo a la liquidez, pero el impacto del arsenal monetario ser¨¢ cada vez m¨¢s reducido, porque lo que constri?e la inversi¨®n empresarial ya no es el cr¨¦dito barato, sino la demanda. Por otra parte, la deuda exterior se mantiene en niveles elevados, lo que complica el manejo de la pol¨ªtica econ¨®mica. Convendr¨ªa pues explorar el camino abierto por varios pa¨ªses, combinando reformas con est¨ªmulos fiscales, que aprovechan la voracidad de la demanda de bonos de los mercados sin agravar los desequilibrios a largo plazo.
Cr¨¦dito
Pese al despliegue de potentes medidas de relajaci¨®n monetaria, el cr¨¦dito al sector privado sigue sin despegar. En julio, el volumen total de financiaci¨®n a las empresas no financieras apenas aument¨® un 1,9%, fruto de un incremento de la financiaci¨®n no bancaria que compensa la reducci¨®n del cr¨¦dito bancario. En el caso de los hogares, el incremento es a¨²n menor, un escaso 0,3%. Habida cuenta de la fuerte contracci¨®n registrada durante los a?os centrales de la crisis, el cr¨¦dito a las empresas se sit¨²a un 32% por debajo de su nivel precrisis, un 22% en el caso de los hogares.
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