Los agricultores franceses bloquean Par¨ªs en demanda de precios justos
El sector agr¨ªcola reclama ingresos ¡°decentes¡± y el fin de las cr¨ªticas por pr¨¢cticas como el uso de pesticidas
Es un t¨¦rmino de resonancia anglosajona que se oye de forma cada vez m¨¢s frecuente entre los agricultores de Francia: agribashing. Es, dicen, la cr¨ªtica constante a los profesionales del campo por parte de ecologistas, autoridades p¨²blicas y consumidores por pr¨¢cticas como el uso de pesticidas o el trato a los animales de granja. Todo ello sin tener en cuenta, lamentan, que se hallan en medio de una dura batalla de precios y de lo que consideran competencia desleal magnificada por acuerdos como el de Mercosur, mientras que el nivel de vida del sector no deja de caer desde hace d¨¦cadas. Para denunciar lo que consideran una situaci¨®n econ¨®mica y social insostenible, miles de agricultores acudieron a Par¨ªs y otras grandes ciudades del pa¨ªs a bordo de sus tractores, ralentizando la entrada a las urbes y bloqueando algunas de sus avenidas, en demanda de respuestas del Gobierno de Emmanuel Macron.
Al frente de muchos de los hasta 1.500 tractores que seg¨²n los organizadores se movilizaron desde primera hora de la ma?ana del mi¨¦rcoles, junto a unos 10.000 agricultores convocados en varias partes del pa¨ªs, un cartel gigante interpelaba directamente al presidente franc¨¦s: ¡°¡®Macron, ?responde!¡±, se pod¨ªa leer junto a la etiqueta #sauvetonpaysan (salva a tu agricultor).
¡°Nuestra angustia es real, reclamamos ser recibidos por el presidente¡±, proclam¨® al llegar con los manifestantes hasta la avenida de los Campos El¨ªseos Cyril Milard, presidente de la secci¨®n local de Seine-et-Marne de la Federaci¨®n Nacional de Sindicatos de Explotaciones Agr¨ªcolas (FDSEA), uno de los convocantes de la protesta que tambi¨¦n ha tenido eco en pa¨ªses como Irlanda o Alemania en los pasados d¨ªas.
Los agricultores reclaman unos ingresos ¡°decentes¡±, una competencia leal ¡ªque ven m¨¢s amenazada a¨²n por acuerdos como el Mercosur o el Ceta con Canad¨¢¡ª y, tambi¨¦n, m¨¢s seguridad y ¡°respeto¡± tras meses de cr¨ªticas por algunas de las pr¨¢cticas del sector que chocan con una sociedad cada vez m¨¢s concienciada con el respeto al medioambiente y los derechos animales, pero que a la vez, critican los agricultores, exigen productos de calidad a precios irrisorios.
La fecha elegida para la protesta no es casual. Est¨¢n a punto de comenzar las negociaciones anuales entre productores y grandes distribuidores para fijar los precios que regir¨¢n durante los 12 pr¨®ximos meses. Y hay temor de que estos est¨¦n por debajo de los costes de producci¨®n, como ya ha sucedido en ejercicios anteriores por ejemplo con el precio de la leche.
La ley Egalim, que entr¨® en vigor a comienzos de a?o tras concertaciones con todos los implicados en la alimentaci¨®n, prev¨¦ precisamente facilitar que los agricultores obtengan un precio m¨¢s justo por sus productos en las negociaciones con los distribuidores, as¨ª como ayudarles a hacer una transici¨®n hacia un mayor porcentaje de productos bio.
Pero, seg¨²n reconoci¨® este mismo mi¨¦rcoles el ministro de Agricultura, Didier Guillaume, sus resultados no son a¨²n palpables, aunque se mostr¨® confiado en que pueda ser puesta a prueba en las inminentes negociaciones. No obstante, dijo comprender la ¡°c¨®lera¡± del sector y apoy¨® la protesta. ¡°?Es demasiado! Basta ya de esa denigraci¨®n permanente, de ese malentendido entre la sociedad civil, las metr¨®polis y el mundo rural, entre los agricultores y sus conciudadanos¡±, pidi¨® en declaraciones en la emisora Europe 1.
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