Alphabet quiere ser m¨¢s que Google
Sundar Pichai asume el liderazgo del grupo tecnol¨®gico con el problema regulatorio y judicial como grandes desaf¨ªos
Google inicia una nueva era. Larry Page y Sergey Brin, sus cofundadores, se retiran de la gesti¨®n diaria de la tecnol¨®gica de Mountain View. Transfieren a Sundar Pichai sus respectivas responsabilidades de consejero delegado y de presidente de la matriz Alphabet. El principal ejecutivo de Google tendr¨¢ la compleja tarea de pavimentar el futuro de la compa?¨ªa que marc¨® el paso en la econom¨ªa digital y de encarar los desaf¨ªos reguladores -y pol¨ªticos- que afrontan los grandes gigantes tecnol¨®gicos por su dominio.
¡°Es el momento natural de simplificar nuestra estructura¡±, justifican. Lo cierto es que Page y Brin llevan tiempo en proceso de retirarse de la gesti¨®n activa de la compa?¨ªa que fundaron en 1998. Pichai era, de hecho, el que durante los ¨²ltimos a?os se encarg¨® de dar la cara antes los analistas de Wall Street y el Congreso. Tambi¨¦n hizo frente a tensiones internas por los casos de abuso sexual y de discriminaci¨®n.
Larry Page ya cedi¨® las riendas en 2001 a Eric Schmidt, tres a?os antes de su estreno burs¨¢til. Las retom¨® en 2011 y cuando no llevaba a¨²n cinco a?os al mando, reorganiz¨® la compa?¨ªa entorno al paraguas de Alphabet. Google pas¨® a ser una filial del conglomerado tecnol¨®gico y confi¨® su gesti¨®n a Sundar Pichai, un ingeniero reconvertido en gestor que tuvo cargos de direcci¨®n en Chrome, Android y YouTube.
Page y Brin le dan ahora las llaves de su creaci¨®n, por lo que asumir¨¢ la plena responsabilidad en todos los aspectos de la compa?¨ªa. Es lo que hizo Bill Gates cuando eligi¨® a Steve Ballmer como su sucesor al frente de Microsoft, aunque en su caso se mantuvo como presidente y eso le permiti¨® durante una d¨¦cada mantener el control en productos clave como el sistema operativo Windows.
Estrat¨¦gicamente, como se?alan desde Wedbush Securities, el cambio tiene sentido. Los cofundadores de Google se estaban concentrando esencialmente en gestionar las inversiones de Alphabet en las apuestas a futuro de la tecnol¨®gica, como el proyecto Waymo para el desarrollo del veh¨ªculo aut¨®nomo a los globos de helio con paneles solares que llevan Internet a zonas remotas.
Disciplina
Son iniciativas muy costosas con las que exploran v¨ªas de crecimiento m¨¢s all¨¢ de los ingresos publicitarios que genera su buscador. Alphabet cuenta con una cantidad ingente de liquidez para sostenerlas pero estas empresas deben demostrar a¨²n que son comercial y financieramente viables. La compa?¨ªa de dispositivos para el hogar Nets, por ejemplo, acaba de integrarse en Google.
Pichai, por tanto, podr¨ªa aportar a partir de ahora una mayor disciplina en el gasto en esta parte del negocio del conglomerado, invirtiendo menos en estos proyectos o desprendi¨¦ndose de algunos. Google sigue generando pr¨¢cticamente todo de efectivo de Alphabet, gracias al lucrativo negocio publicitario. Pero los ¨²ltimos resultados muestran que el ritmo de crecimiento se modera.
Eso obliga a Pichai a buscar nuevas ¨¢reas para expandirse. Los analistas del sector tecnol¨®gico anticipan por eso que no tendr¨¢ m¨¢s remedio que redoblar su apuesta en el negocio de la gesti¨®n de datos, donde va muy rezagada frente a Amazon y Microsoft. Eso podr¨ªa llevarle a realizar adquisiciones y nuevas inversiones para poder competir desde en un distante tercer lugar.
Alphabet se apreci¨® un 26% este a?o en Wall Street, tras un 2% en la jornada. Es un rendimiento burs¨¢til mejor que el 18% de Amazon y el 14% de Netflix, los otros valores del grupo de la FAANG. Pero no llega al 51% de Facebook ni al 64% de Apple. En parte se explica tambi¨¦n porque la compa?¨ªa est¨¢ en el centro de m¨²ltiples investigaciones por parte de los reguladores en EE UU y Europa por su dominio.
Presi¨®n pol¨ªtica
El cambio de mando coincide, de hecho, con un incremento del escrutinio pol¨ªtico a Google. Pichai tendr¨¢ que hacer frente as¨ª a dilemas como decidir si separa alguna l¨ªnea de negocio para rebajar la tensi¨®n. Su posici¨®n es, adem¨¢s, inc¨®moda porque aunque Page y Brin desaparecen de la gesti¨®n conservan como accionistas el control absoluto sobre la compa?¨ªa, sin tener responsabilidad alguna.
Es una situaci¨®n inusual en Silicon Valley que pude plantear dudas a partir de ahora entre los inversores sobre la gobernanza de una corporaci¨®n cotizada. La influencia de los cofundadores seguir¨¢ siendo evidente. En la pr¨¢ctica, por tanto, no se espera que las cosas vayan a cambiar mucho en Google si adem¨¢s se piensa que Pichai dirigi¨® su principal l¨ªnea de negocio durante m¨¢s de cuatro a?os.
El nuevo ejecutivo de Alphabet se muestra en p¨²blico tranquilo y con carisma. Ante la galer¨ªa cuenta con el respeto tanto por parte de los ingenieros como de los empleados que no ocupan posiciones t¨¦cnicas. Le consideran como uno m¨¢s. Pero otro de sus restos ser¨¢ restaurar la confianza tras los ¨²ltimos esc¨¢ndalos, como el reciente despido de varios empleados que trataban de formar un sindicato.
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