Los sistemas de renta m¨ªnima a debate
Sin esta herramienta estamos dejando de lado a una parte de la sociedad que nace con menos oportunidades
La Gran Recesio?n ha tenido consecuencias devastadoras, dejando a parte de la poblacio?n en una situacio?n de pobreza, riesgo y/o exclusio?n social y poniendo en evidencia algunas deficiencias del Estado de Bienestar. Como Luis Ayala mencionaba en este mismo medio hace unos d¨ªas, la crisis ha dejado cicatrices en forma de desigualdad que dif¨ªcilmente se van a reducir con el ritmo de creaci¨®n de empleo actual. Al mismo tiempo, la globalizaci¨®n y los trepidantes cambios tecnol¨®gicos generan innumerables incertidumbres sobre el futuro del empleo y disparan el n¨²mero de retos a los que se enfrenta la sociedad. Existe consenso en que, ante este futuro incierto, hay potenciales ganadores, pero tambi¨¦n grandes perdedores, y el futuro que depara a este ¨²ltimo colectivo es sombr¨ªo. Todo ello ha situado a la renta b¨¢sica universal (RBU), as¨ª como los sistemas de renta m¨ªnima (RM) en el centro del debate p¨²blico y pol¨ªtico.
No existe una ¨²nica definici¨®n de renta b¨¢sica universal, pero todas tienen un denominador com¨²n, que es, como su propio nombre indica, la universalidad. La RBU consiste en una transferencia monetaria pagada regularmente y sin fecha fin a todas las personas, sea cual sea su situaci¨®n econ¨®mica y social, el tama?o del hogar en el que vivan o su voluntad de trabajar. Es decir, a diferencia de otras ayudas, ¨¦sta es incondicional, pues no esta? sujeta a la situaci¨®n de las personas beneficiarias. La implementaci¨®n de una renta b¨¢sica de estas caracter¨ªsticas en Espa?a hoy supondr¨ªa una restructuraci¨®n pr¨¢cticamente total del sistema fiscal actual, con incrementos generalizados muy sustanciales en la mayor¨ªa de impuestos. Adem¨¢s de estos cambios directos, ser¨ªa necesario considerar otros efectos secundarios todav¨ªa impredecibles en el comportamiento de la ciudadan¨ªa. Actualmente, en ning¨²n pa¨ªs se ha implantado plenamente la RBU, aunque en algunos pa¨ªses, como Finlandia, Kenia, Brasil o EE UU se est¨¢n llevando a cabo algunos proyectos piloto de peque?a envergadura para conocer su potencial impacto.
Por otra parte, los sistemas de renta m¨ªnima, tambi¨¦n conocidos como renta mi?nima de insercio?n o renta garantizada, son transferencias monetarias condicionadas, pues se otorgan a personas que cumplen una serie de condiciones, principalmente no tener ingresos suficientes para alcanzar un m¨ªnimo nivel de vida. La RM puede ser compatible con una situaci¨®n de empleo, en la que se percibe un salario, siempre que ¨¦ste sea insuficiente para salir de determinado umbral de pobreza. Para quien no tiene un empleo, la recepci¨®n de la RM suele ir acompa?ada de pol¨ªticas activas que logren su inserci¨®n laboral. Al igual que la RBU, se trata de una transferencia peri¨®dica, pero en este caso, la fecha fin ser¨ªa el momento en que se dejaran de cumplir los requisitos exigibles, preferiblemente, haber logrado la inserci¨®n laboral con un salario suficiente para superar el umbral de la pobreza.
Sin duda, el objetivo principal de la RM es que toda la ciudadan¨ªa alcance, al menos, un nivel de ingresos que le permita cubrir sus necesidades b¨¢sicas. Para lograr este objetivo es necesario otorgar a todos aquellos hogares que no alcancen el umbral establecido, sea ¨¦ste el que fuera en funci¨®n de las posibilidades de gasto, ayudas en las que se tenga en cuenta el tama?o del hogar ¡ªa?adiendo, por tanto, una determinada cantidad por cada miembro adicional¡ª. S¨®lo de esta manera este instrumento ser¨¢ eficaz y equitativo en la lucha contra la pobreza, especialmente la pobreza infantil. En la mayor¨ªa de los sistemas de renta m¨ªnima actuales, no se contempla este elemento, lo que produce inequidades notables para los hogares con dos ni?os o m¨¢s.
Adicionalmente, para que se pueda cumplir el objetivo de la inserci¨®n laboral es necesario dise?ar una herramienta con ciertos elementos indispensables. El primero de ellos es un sistema de est¨ªmulos al empleo para quienes reciben la ayuda, de manera que ante una posible oferta laboral siempre sea preferible la opci¨®n de aceptarla. Esto se consigue si la cantidad total percibida ante un eventual empleo, que es la suma del salario m¨¢s la prestaci¨®n, supera la cantidad percibida en ausencia del empleo (¨²nicamente la prestaci¨®n). Sin esta figura existe el riesgo de que las personas perceptoras de renta m¨ªnima caigan en lo que la reciente premio Nobel de Econom¨ªa, Esther Duflou, denomina ¡°trampa de la pobreza¡±, perpetuando su situaci¨®n como perceptores de la ayuda y alej¨¢ndose cada vez m¨¢s del mercado laboral.
El segundo elemento indispensable para que la RM sea de facto una ayuda temporal es que la activaci¨®n sea constante y eficaz. Para ello es necesario una orientaci¨®n personalizada, que dise?e los itinerarios de formaci¨®n m¨¢s adecuados para cada persona atendiendo a sus competencias y, sobre todo, a la demanda del mercado. Esto requiere, en primer lugar, una modernizaci¨®n de los servicios p¨²blicos de empleo y, en segundo lugar, un sistema de bonificaciones a las agencias de colocaci¨®n que premie claramente la inserci¨®n laboral plena.
Una renta m¨ªnima con est¨ªmulos al empleo y eficaz activaci¨®n laboral es sin duda necesaria en nuestra sociedad. En primer lugar, para combatir la lucha contra la pobreza y, en particular, la pobreza infantil. Pero, en segundo lugar, para luchar contra la exclusi¨®n laboral, ya que la falta de un empleo digno es el mayor foco de desigualdades sociales. De hecho, la necesidad de contar con servicios eficaces de formaci¨®n/adecuaci¨®n laboral no debe restringirse ¨²nicamente a quienes perciben la RM, sino a la ciudadan¨ªa en su conjunto, incluyendo a las personas que ya tienen un empleo. Las sociedades m¨¢s modernas ya cuentan con instituciones, tanto p¨²blicas como privadas, eficaces y ¨¢giles para la adaptaci¨®n laboral de las personas ante el r¨¢pidamente cambiante mercado de trabajo. Y ¨¦ste es, sin duda, el camino a seguir.
Para terminar, ser¨ªa muy positivo que toda la ciudadan¨ªa entendiera un sistema de renta m¨ªnima como el expuesto como un apoyo temporal que cualquier persona tiene a su disposici¨®n ante una situaci¨®n de vulnerabilidad econ¨®mica. Es una herramienta que existe en sociedades modernas e inclusivas y que refuerza el estado de Bienestar. En su ausencia estaremos dejando de lado a una fracci¨®n de la sociedad que nace con menores oportunidades sociales y laborales.
Sara de la Rica y Luc¨ªa Gorj¨®n trabajan en la Fundaci¨®n Iseak
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