Un laberinto argentino para el FMI de Georgieva
Cuatro de cada 10 d¨®lares desembolsados en programas del Fondo est¨¢n en el pa¨ªs sudamericano, con el que se espera una dura renegociaci¨®n en el primer trimestre de 2020
La relaci¨®n entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina es un eterno bucle; una interminable sucesi¨®n de tira y afloja. Pero nunca fue mejor que con Mauricio Macri. Cuando los mercados comprendieron que el Gobierno no podr¨ªa cumplir con el calendario de pagos asumido desde 2016, el Fondo sali¨® al rescate de la Casa Rosada. Con el aval de Estados Unidos, en junio de 2018 el organismo otorg¨® al pa¨ªs una l¨ªnea de cr¨¦dito de 50.000 millones de d¨®lares (44.000 millones de euros), a la que tres meses despu¨¦s sum¨® otros 7.000 (6.200). El segundo acuerdo adelant¨® los plazos de entrega del dinero a 2019, a?o en que Macri deb¨ªa buscar su reelecci¨®n. El rescate no bast¨® para evitar la derrota oficialista y dej¨® todo en manos del peronista Alberto Fern¨¢ndez. Hasta ah¨ª, grosso modo, la historia contada de 18 meses que parecen 18 a?os.
Mucho menos se ha profundizado en la historia desde la perspectiva opuesta. La apuesta del Fondo en Argentina fue may¨²scula: en pocas palabras, el mayor rescate de su historia. Y el legado, complej¨ªsimo: con una renegociaci¨®n a la vista, Christine Lagarde, hoy en el BCE, ha dejado una dif¨ªcil papeleta a su sucesora en el despacho de la calle 19 de Washington, Kristalina Georgieva. La media docena de fuentes consultadas por EL PA?S coinciden en una idea central: Argentina marcar¨¢ el mandato de Georgieva.
¡°M¨¢s que una papa caliente, es una papa que pela de lo caliente que est¨¢¡±, dispara Claudio Loser, economista que conoce bien las interioridades del FMI: fue durante ocho a?os su jefe para la regi¨®n. Las cifras est¨¢n ah¨ª: Argentina le debe al Fondo 14 veces su cuota, cuatro de cada 10 d¨®lares destinados a planes de rescate est¨¢n hoy en Buenos Aires y, seg¨²n las cifras de Loser, el del a?o pasado es el programa n¨²mero 21 en seis d¨¦cadas. Y, como reza el dicho popular, si debes un peso el problema lo tienes t¨²; si debes 5.000, el embrollo es para el banco.
¡°Lagarde se jug¨® mucho, el Fondo ha perdido y no puede salirse tan f¨¢cilmente. Debi¨® pensar que no hab¨ªa muchos programas abiertos y que pod¨ªa jugar un monto mayor, dando m¨¢s margen a las autoridades argentinas que en el pasado. Esos fueron sus grandes errores¡±, desliza Loser por tel¨¦fono. Y agrega otro factor al c¨®ctel: la presi¨®n de Donald Trump como parte de su acercamiento a los pa¨ªses contrarios al eje bolivariano. ¡°Georgieva recibe la herencia m¨¢s dif¨ªcil en la historia del Fondo, sin contar con la de Dominique Strauss-Kahn y Rodrigo Rato, ambas por temas personales¡±, concluye.
El tama?o del rescate fue ¡°tan exagerado que a muchos nos descoloc¨®¡±, apunta Arturo Porzecanski, profesor de la American University. ¡°Argentina tiene problemas legendarios. El FMI no deber¨ªa haber hecho una apuesta tan grande. 20.000 millones (17.900 millones de euros) ya habr¨ªan sido un acto de fe, pero 50.000 millones (44.000 millones de euros) y ampliarlos despu¨¦s¡ Fue descabellado. Una gran apuesta con un Gobierno que no ten¨ªa m¨¢s de 18 meses de vida pol¨ªtica y que no iba a apretar los tornillos¡±, contin¨²a.
Gabriel Oddone, de la consultora CPA Ferrere, ve ¡°una situaci¨®n de muy dif¨ªcil digesti¨®n¡± con repercusiones sobre el futuro del FMI. ¡°Los t¨¦cnicos no lograron frenar un rescate de una magnitud inconmensurable¡±, a?ade. Este ¡°error¡±, opina Oddone, tendr¨¢ repercusiones no solo para el Fondo y Argentina, sino para toda Am¨¦rica Latina: ¡°Se ha gastado toda la confianza. ?Qu¨¦ pasar¨¢ con Bolivia, Uruguay o Paraguay, candidatos a recibir alg¨²n programa del FMI?¡±. A esa lista hay que agregar Ecuador, inmerso en un rescate, aunque el Fondo descarta consecuencias de la saga argentina en este caso.
El contrapunto lo pone Pablo Nemi?a, investigador y autor de Historia de las relaciones entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional. ¡°El FMI es resiliente y est¨¢ acostumbrado al fracaso. Fracas¨® en Argentina, pero tiene mecanismos para procesarlo, como el reemplazo y reubicaci¨®n de su personal. Ya movieron a Cardarelli, encargado de las negociaciones, y hay que ver qu¨¦ pasa con Alejandro Werner [actual director del Hemisferio Occidental]¡±, lanza.
Nemi?a prefiere centrarse en las consecuencias econ¨®micas del rescate para el propio pa¨ªs austral: ¡°un completo desastre¡±. El plan, subraya, ¡°fue un fracaso porque sus planteamientos fueron los de siempre: un ajuste del d¨¦ficit en cuenta corriente en medio de una recesi¨®n, con el consiguiente desplome de la actividad y la depreciaci¨®n del tipo de cambio¡±. A eso hay que sumar que el Gobierno de Macri fue ¡°a¨²n m¨¢s ortodoxo¡± que el propio FMI. ¡°Como no puso control de capitales, los pocos d¨®lares que hab¨ªa se fugaron en manos de los inversores privados. La ¨²nica novedad fueron las redes de contenci¨®n social, que evitaron un estallido social¡±.
Cuando las primarias del 11 de agosto pusieron en evidencia que Macri no ser¨ªa reelegido, Buenos Aires hizo saltar por los aires el acuerdo de austeridad con el Fondo y, en un intento por salvar su suerte en las legislativas, limit¨® la compra de divisas, congel¨® el precio de las tarifas p¨²blicas y los combustibles y anunci¨® ayudas extra para los m¨¢s pobres. Abonado al eufemismo, anunci¨® el ¡°reperfilamiento¡± del calendario de pagos a los bonistas privados y negociaciones con el Fondo para posponer la cancelaci¨®n de intereses. Entonces, las calificadoras de riesgo ya consideraban los bonos argentinos en zona de impago y el riesgo pa¨ªs navegaba por encima de los 2.000 puntos.
El FMI, que hab¨ªa entregado hasta ese momento 44.000 millones de d¨®lares, congel¨® los desembolsos pendientes con el argumento de que las medidas se sal¨ªan del libreto original. Pero pronto fue evidente que el problema era otro: los t¨¦cnicos del Fondo consideraron una p¨¦rdida de tiempo negociar con el Ejecutivo saliente y prefer¨ªan esperar al peronista Alberto Fern¨¢ndez, el responsable final de resolver el problema de la deuda. Ante la ansiedad de los mercados, el FMI advirti¨® que cualquier negociaci¨®n con Argentina deber¨ªa esperar los detalles del plan de Fern¨¢ndez.
¡°El nuevo Gobierno est¨¢ empezando a asumir sus funciones. Lo importante es escuchar a las autoridades argentinas sobre sus prioridades y sus planes¡±, dijo el 12 de diciembre un portavoz del organismo. Mientras, Fern¨¢ndez advert¨ªa a Georgieva de que la crisis heredada no dejaba espacio para ¡°m¨¢s ajustes fiscales¡±.
M¨¢s all¨¢ del siempre neutro discurso p¨²blico y con Buenos Aires emitiendo se?ales confusas sobre la negociaci¨®n, la preocupaci¨®n en el organismo con sede en Washington ha crecido en las ¨²ltimas semanas: no conocen las intenciones de Fern¨¢ndez y lo que ven, de momento, les genera muchas dudas. Quieren m¨¢s concreci¨®n. Un plan, en definitiva. ¡°El Fondo quiere negociar, pero hay que convencerlo de que hay un plan econ¨®mico razonable¡±, dice Benjamin Gedan, analista del Wilson Center. ¡°Aunque el nuevo ministro de Econom¨ªa ha dicho que no quiere pr¨¦stamos adicionales, necesitar¨¢ demorar el pago de la deuda existente¡±.
Fern¨¢ndez ha logrado el aval del Congreso para una ley de ¡°emergencia econ¨®mica¡± que congela las pensiones, sube los impuestos a las exportaciones agr¨ªcolas (la principal fuente de divisas) e impone una penalizaci¨®n del 30% sobre la compra de d¨®lares. El Gobierno no us¨® la palabra ajuste, un t¨¦rmino maldito para cualquiera que quiera mantener a flote su popularidad, pero los inversores leyeron enseguida que m¨¢s grav¨¢menes y menos recursos a las pensiones eran evidencia de voluntad de pago. ¡°Las medidas demostraron que la intenci¨®n es cuidar el d¨®lar y ser fiscalmente cautos¡±, resume Nemi?a. ¡°Los bonistas esperan que la quita que pueda proponer el Gobierno sea menor de lo que esperaba. La clave es ahora ver la reacci¨®n del Fondo: si da un aval informal o si dice que antes de negociar con los acreedores privados, Argentina tiene que firmar con ¨¦l¡±, contin¨²a.
El horizonte pr¨®ximo es yermo en t¨¦rminos de vencimientos de capital con el Fondo ¡ªen 2020 no habr¨¢ (aunque s¨ª con privados), pero el calendario de devoluciones se acelera en 2021 y 2022¡ª, lo que otorga margen para la negociaci¨®n. Y los tres primeros meses de este a?o se antojan clave para la negociaci¨®n entre el Gobierno de Fern¨¢ndez y la nueva gerencia del Fondo. ¡°Argentina¡±, zanja Oddone, ¡°sencillamente no tiene dinero para afrontar esos futuros vencimientos de deuda ni para detener una potencial corrida bancaria. As¨ª que tiene que reestructurar. S¨ª o s¨ª¡±.
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