La crisis del coronavirus deja expuesta la fragilidad de las econom¨ªas latinoamericanas
La escasa incidencia epidemiol¨®gica y la lejan¨ªa de las zonas m¨¢s golpeadas contrasta con la amenaza para las exportaciones. Las fugas de capitales y la depreciaci¨®n de sus divisas dificultan los est¨ªmulos
Toda cautela es poca a la hora de tratar de anticipar el, por otro lado, innegable impacto econ¨®mico del coronavirus: gran parte de lo que est¨¢ ocurriendo hoy solo ser¨¢ plenamente visible y cuantificable con el paso de las semanas o los meses. Las se?ales, sin embargo, llegan en tromba y hablan por s¨ª solas: hay algo coci¨¦ndose en el siempre fr¨¢gil juego de equilibrios en el que se mueve la econom¨ªa. Y nada hace pensar que ser¨¢ leve. Pese al rebote de este martes, Wall Street ha perdido casi la quinta parte de su valor menos de un mes; el trasvase de la renta variable hacia la renta fija ¡ªla prueba m¨¢s evidente del temor que flota en el mercado¡ª es evidente; el consumo global de petr¨®leo se hunde a un ritmo incluso mayor que en la Gran Recesi¨®n; las salidas de capitales de los emergentes se multiplican; y cada vez m¨¢s organismos internacionales reconocen que todav¨ªa no disponen de los elementos de juicio suficientes como para aventurarse con una cifra concreta de impacto.
Poco a poco, sin embargo, las certezas del da?o empiezan a emerger. Am¨¦rica Latina, por ejemplo, va aprendiendo poco a poco y por la v¨ªa de los hechos que ser una de las regiones del mundo con menos contagios no te exime de sufrir el lastre econ¨®mico que toda epidemia lleva asociado: no tiene ni mucho menos garantizada su inmunidad y el estallido le ha pillado con el pie cambiado, inmersa en un ya largo periodo de bajo crecimiento y con poco margen de acci¨®n para revertir la m¨¢s que probable tendencia a la baja. Las consecuencias ya se han empezado a sentir en varios frentes: sacudida en las Bolsas, al son de los grandes parqu¨¦s mundiales; divisas por los suelos; recortes en las previsiones de crecimiento y exportaciones de materias primas ante un claro cambio de patr¨®n. ¡°La regi¨®n est¨¢ ante su posible segunda d¨¦cada perdida... de las ¨²ltimas tres. El coronavirus llega en un muy mal momento, de bajo crecimiento¡±, apunta Lourdes Casanova, directora del Instituto de Mercados Emergentes, adscrito a la Universidad de Cornell.
En lo sanitario, la epidemia lleg¨® a Latinoam¨¦rica hace dos semanas. Lo hizo a trav¨¦s de Brasil, con una persona que hab¨ªa estado en Italia y que regres¨® infectada. Desde entonces, el virus ha avanzado muy lentamente, mucho m¨¢s que en otras latitudes: el verano austral quiz¨¢ haya ayudado, como tambi¨¦n lo ha hecho la lejan¨ªa geogr¨¢fica y las pocas conexiones a¨¦reas con las zonas m¨¢s golpeadas, y el balance de casos sigue por debajo del centenar, con solo un fallecido. Son ocho veces menos contagios que en EE UU y 160 veces menos que en Europa. Pero el dinero discurre por un carril bien distinto: en la mente de los economistas est¨¢ grabada a fuego la relaci¨®n directa entre menor actividad global, menor consumo de materias primas y golpe en la l¨ªnea de flotaci¨®n de muchas econom¨ªas del ¨¢rea. La sempiterna dependencia de los productos b¨¢sicos, sin valor agregado, agrava la exposici¨®n latinoamericana a un choque de esta ¨ªndole.
Las primeras en sufrir el golpe han sido las divisas regionales, algunas de las cuales ya llegaban en los huesos: el real brasile?o y el peso chileno flirteaban con su m¨ªnimo hist¨®rico bastante antes de que el coronavirus lo monopolizase todo. Solo el peso mexicano aguantaba el tipo. Hasta ayer, cuando vivi¨® su peor jornada en a?o y medio, cuando las amenazas arancelarias de Donald Trump eran una constante flotando en el ambiente. Pero m¨¢s all¨¢ de los siempre vol¨¢tiles mercados financieros ¡ªBolsas, divisas, renta fija¡ª, que ya anticipan un giro radical en la senda de crecimiento global y regional, ¡°hay un impacto claro sobre las exportaciones y, por tanto, sobre el crecimiento. A¨²n no vemos contagio al sector servicios, con impacto dom¨¦stico [dom¨¦stico], pero el riesgo est¨¢ ah¨ª y las autoridades de pol¨ªtica econ¨®mica deber¨ªan estar observ¨¢ndolo¡±, desgrana Mart¨ªn Castellano, jefe de an¨¢lisis para Am¨¦rica Latina del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en ingl¨¦s).
La estrecha relaci¨®n trabada con China en las ¨²ltimas d¨¦cadas se convierte en un arma de doble filo en la balanza comercial de muchos pa¨ªses latinoamericanos. Algo m¨¢s de una d¨¦cada atr¨¢s, cuando el bloque occidental sucumb¨ªa a la crisis financiera, ese enganche permiti¨® a la regi¨®n aislarse de las consecuencias de la ca¨ªda de EE UU y Europa. Hoy, en cambio, es motivo de alarma: aunque China va volviendo poco a poco a la normalidad, ¡°la actividad econ¨®mica se ha visto muy mermada, con un impacto significativo¡±, apunta por correo electr¨®nico Otaviano Canuto, exdirector del FMI para el Hemisferio Occidental y hoy fellow de la Brookings Institution. Seg¨²n los c¨¢lculos de la OCDE, un punto menos de crecimiento en China implica una ca¨ªda en id¨¦ntica proporci¨®n en el crecimiento de la regi¨®n. Y el traslado de la volatilidad sobre los diferenciales de la deuda p¨²blica, como recuerda Sebasti¨¢n Nieto, jefe de Unidad del organismo para la regi¨®n, tambi¨¦n es mucho mayor.
Tres de las grandes econom¨ªas regionales -Brasil, Chile y Per¨²- tienen en el gigante asi¨¢tico el primer destino de sus productos y el fantasma de 2015, cuando las materias primas se desplomaron y las principales econom¨ªas latinoamericanas se resintieron, est¨¢ en la retina. Si en los primeros d¨ªas los temores se centraban en los minerales de uso industrial ¡ªhierro y cobre, sobre todo¡ª, lo que situaba a las naciones andinas como mayores damnificados, el reciente desplome del petr¨®leo por una combinaci¨®n de menor demanda -apunta a la mayor ca¨ªda trimestral en d¨¦cadas, superior incluso a la registrada en lo m¨¢s hondo de la Gran Recesi¨®n- y descoordinaci¨®n entre la OPEP y Rusia, ha puesto el foro sobre Venezuela, Ecuador, Colombia, Brasil o M¨¦xico. En cuesti¨®n de jornadas, el pa¨ªs norteamericano ¡ªsegunda potencia regional¡ª ha pasado, tambi¨¦n, de ser uno de los pa¨ªses menos afectados ¡ªpor su escasa exposici¨®n a China, donde empez¨® todo¡ª a estar en el ojo del hurac¨¢n financiero. Primero, por el requiebro del crudo supone un duro golpe para su ya de por s¨ª muy da?ada petrolera estatal (Pemex). Segundo, porque a medida que el virus se globaliza ¡ªo, mejor dicho, se occidentaliza¡ª, sus consecuencias econ¨®micas tambi¨¦n lo hacen.
¡°Estamos empezando a cambiar el enfoque, vi¨¦ndolo no solo como un golpe sobre la econom¨ªa china sino como algo que va mucho m¨¢s all¨¢¡±, apunta bajo condici¨®n de anonimato el estratega para Latinoam¨¦rica de una importante gestora de fondos. ¡°En EE UU, por ejemplo, ?se van a comprar los mismos coches en estas circunstancias? Tenemos dudas y eso afecta a M¨¦xico y no solo a Brasil, donde las dos terceras partes de sus exportaciones son materias primas. Son "tiempos dif¨ªciles¡± para la regi¨®n, desliza por tel¨¦fono. ¡°Estamos vendiendo a dos manos y esperando a que se estabilicen los n¨²meros para comprar a tres manos¡±. Y cuando los inversores aprietan el bot¨®n de p¨¢nico, la historia dice claramente que ficha latinoamericana del domin¨® global suele ser una de las primeras en caer: su exposici¨®n a la volatilidad es incluso mayor que la del resto de emergentes.
En la sopa de letras en la que se mueven los economistas cuando vienen mal dadas ¡ªa saber: L, ca¨ªda de la actividad sin recuperaci¨®n a la vista; V, r¨¢pido desplome, r¨¢pida recuperaci¨®n; U, brusco descenso, recuperaci¨®n retardada¡ª, Nieto apuesta por la ¨²ltima opci¨®n. ¡°No hay dudas de que va a haber efecto sobre el crecimiento. El periodo de recuperaci¨®n ya no ser¨¢ de un trimestre ni un semestre, sino m¨¢s¡±. El resultado de ese c¨®ctel es un cuadro gris, mucho m¨¢s oscuro que el dibujado a finales de 2019 -que, dicho sea todo, era m¨¢s prudente que pesimista-. Goldman Sachs ha sido el ¨²ltimo en revisar su cuadro macro para los principales pa¨ªses de la regi¨®n: Brasil y Ecuador crecer¨¢n siete d¨¦cimas menos (del 2,2% al 1,5% en el primer caso; del -0,3% a un l¨²gubre -1% en e segundo); Per¨², cinco d¨¦cimas menos (del 3,3% pasa al 2,8%); y Colombia, cuatro (del 3,4% al 3%).
Al contexto adverso se suma una menor margen de maniobra para aplicar pol¨ªticas contrac¨ªclicas que en crisis anteriores. La depreciaci¨®n generalizada de las monedas latinoamericanas acota el campo de acci¨®n de la pol¨ªtica monetaria ¡ªunos tipos de inter¨¦s m¨¢s bajos contribuyen a relanzar la actividad, pero tambi¨¦n avivan la salida de fondos¡ª. Ese es, precisamente, el mayor desaf¨ªo regional en este punto, seg¨²n Nieto: la ¡°muy limitada capacidad de aplicar est¨ªmulos en un momento en el que tiene que tener mucho cuidado por el potencial impacto sobre la salida de capitales¡±. En el plano fiscal el margen es igualmente corto, con unos vol¨²menes de deuda p¨²blica que, como recuerda Castellano, del IIF, se han duplicado en gran parte del ¨¢rea 2009. Entonces, sus pa¨ªses s¨ª pudieron hacer frente ¡°Solo los pa¨ªses con espacio fiscal o monetario, y con reservas de divisas extranjeras podr¨¢n responder al choque¡±, cierra Canuto. Tiempos recios sin p¨®cimas m¨¢gicas.
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