¡°Pero qui¨¦n va a comprar almejas: no hay nada que celebrar¡±
El estado de alarma no contempla la suspensi¨®n del marisqueo y deja a cientos de mujeres expuestas al virus o en sus casas sin recibir ayudas
Es la primera vez en 34 a?os que Rosa Vil¨¢n, mariscadora de a pie y presidenta de la cofrad¨ªa Virxe do Carme de Arcade (en la R¨ªa de Arousa, Pontevedra) ha dejado de ir a trabajar. Lo ha dejado por miedo al contagio y porque los ingresos que le reporta en esta cuarentena la venta del marisco (almejas y berberechos, b¨¢sicamente) son pr¨¢cticamente nulos. ¡°No vamos a poner en riesgo nuestra salud ni la de los dem¨¢s para conseguir una miseria y perder el marisco¡±, afirma desde su domicilio, en el que se ha confinado con su marido y su hijo.
Junto a ella, las mariscadoras de a pie de la R¨ªa de Vigo integradas en su cofrad¨ªa y en la de Pescadores San Juan de Redondela, se han plantado. Cerraron la campa?a de libre marisquero con una semana de antelaci¨®n clausurando por completo la actividad extractiva. Una delicada decisi¨®n para un sector altamente feminizado y con una media de edad superior a los 50 a?os cuya suspensi¨®n no se incluye en el decreto del estado de alarma.
No salir a trabajar supone no solo no ingresar nada sino perder dinero y no recibir ayuda alguna. ¡°Nosotras tenemos que seguir haciendo frente a los pagos de la Seguridad Social sin llevar un euro a casa y corremos el riesgo de perder el Permex (el permiso de explotaci¨®n marisquera), puntualiza.
Vil¨¢n lo explica con preocupaci¨®n. ¡°No podemos cumplir con las medidas de seguridad que marca el decreto y que nos recomienda la Xunta y, con los restaurantes cerrados, tampoco tenemos compradores: el marisco no es un bien de primera necesidad, as¨ª que preferimos dejar en el mar lo sembrado y volver a por ¨¦l cuando esto pase¡±.
El Gobierno gallego recomienda evitar aglomeraciones en zonas de trabajo y puntos de control, mantener la distancia m¨ªnima y evitar el contacto f¨ªsico. Las mariscadoras no pueden cumplir esas condiciones. La asociaci¨®n Virxe do Carme aglutina a 95 trabajadoras que acceden en barcos, en grupos de 32, a la zona de marisquero. ¡°No solo ah¨ª estamos todas en contacto sino que en la lonja tampoco se puede guardar la distancia de seguridad¡±, afirma Vil¨¢n.
Su colectivo y el de Redondela reclamaron a la Conseller¨ªa do Mar que declarase la suspensi¨®n provisional del marisquero por razones sanitarias y poder as¨ª acceder a ayudas. El martes recibieron contestaci¨®n. El Gobierno gallego les remiti¨® un informe en el que deja constancia de que la facturaci¨®n del marisqueo a pie y de recursos espec¨ªficos cay¨® en un 77% en la comunidad en lo que va de mes en comparaci¨®n con el semestre anterior. Un porcentaje superior al 75% que marca el Estado para poder acceder a las compensaciones econ¨®micas por la crisis del Covid-19. No obstante, el sector no tiene garant¨ªas de poder acceder a las ayudas.
La Cofrad¨ªa de Ferrol lo consult¨® en el Instituto Social de la Marina (ISM). ¡°Nos han dicho que deber¨ªamos demostrar individualmente la ca¨ªda de los recursos. Es totalmente inviable¡±, protesta Isabel Maro?o, patrona mayor del colectivo ferrolano que incluye a cerca de 300 trabajadores de los que 200 son mariscadoras. Por eso siguen trabajando.
¡°Es una locura, vamos muertas de miedo porque no podemos cumplir las recomendaciones m¨ªnimas, pero un d¨ªa sin trabajo es un d¨ªa sin llevar comida a casa y esa angustia es a¨²n mayor¡±, afirma Maro?o, precisando que su cofrad¨ªa ya obtuvo en el ¨²ltimo a?o ¡°una rentabilidad muy ajustada¡±.
La semana pasada vendieron sus productos ¡°a las pocas depuradoras que quedan abiertas, porque los restaurantes est¨¢n cerrados y la gente no compra marisco. Pero qui¨¦n va a querer comprar almejas¡ no hay nada que celebrar¡±, sentencia.
Maro?o cree que la Xunta deber¨ªa ¡°coger el toro por los cuernos y declarar el cierre general de la actividad, lo que nos permitir¨ªa recibir alguna ayuda¡±. La Xunta no contempla de momento la suspensi¨®n temporal del sector pero cada p¨®sito puede pedir, como han hecho las cofrad¨ªa de Arcade y Redondela, el cierre individual de sus bancos para acogerse al cese de actividad. Est0 es, quedarse en casa de brazos cruzados perdiendo dinero.
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