El cierre de Nissan en Barcelona pone en riesgo 25.000 empleos y 500 empresas

Tres madrugadoras videoconferencias han puesto este jueves punto final a la ¨ªnfima esperanza que albergaban Administraciones y trabajadores de salvar la f¨¢brica de coches de Nissan en Barcelona. El grupo japon¨¦s oficializ¨® su decisi¨®n del cierre de las instalaciones y le puso fecha: el pr¨®ximo mes de diciembre. Algo m¨¢s de 3.000 personas perder¨¢n su empleo, aunque el mazazo al tejido industrial que se nutre de esa factor¨ªa podr¨ªa alcanzar desde 15.000 trabajadores, seg¨²n el grupo, a los 25.000 que manejan los sindicatos. Unas 500 empresas proveedoras se ver¨¢n afectadas por la clausura de la segunda mayor f¨¢brica de Catalu?a.

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La noticia es otro jarro de agua fr¨ªa para el sector de la automoci¨®n espa?ola, que lleva a?os advirtiendo del riesgo de no tener centros de decisi¨®n en Espa?a y no contar con el debido acompa?amiento de las Administraciones. En dos a?os, Espa?a habr¨¢ perdido dos plantas de fabricaci¨®n de veh¨ªculos: el anterior cierre lo protagoniz¨® tambi¨¦n Nissan con su planta de camiones en ?vila, convertida ahora en un centro de recambios. Y es una demostraci¨®n del efecto tractor que tiene cada una de las factor¨ªas. La de Barcelona se alimentaba del trabajo de unos 500 proveedores, entre fabricantes de productos y suministradores de servicios. Estaban los grandes del sector auxiliar de la automoci¨®n ¡ªBosch, Faurecia, Gestamp, Antol¨ªn¡ª, pero quienes m¨¢s lo sufrir¨¢n ser¨¢n las peque?as empresas del ramo.

¡°Creemos que no hay ninguna posibilidad de dar viabilidad a la planta¡±, afirm¨® el presidente de Nissan en Europa, Gianluca de Ficchy. Era su explicaci¨®n para contrarrestar las declaraciones que ha realizado el Gobierno esta semana, que ha defendido que el plan de viabilidad que trasladaron al cuartel general de la multinacional en Yokohama era mucho mejor y mucho m¨¢s barato que cerrar las instalaciones de la Zona Franca. Pero la c¨²pula de Nissan defendi¨® que la escasa carga de trabajo (en torno al 20% antes de la crisis del coronavirus) existente hac¨ªa imposible alcanzar la rentabilidad pese a que se asignara un veh¨ªculo nuevo a Barcelona. Por lo que explic¨® el Ejecutivo, la estocada definitiva lleg¨® de la mano de Mercedes, cuando decidi¨® retirar de su cat¨¢logo el modelo Clase S, una ranchera fabricada en la planta catalana y que se ten¨ªa que producir inicialmente hasta 2027, pero cuyos encargos se acaban precipitadamente este mes. La ca¨ªda de las ventas de autom¨®viles tampoco ayuda a rentabilizar inversiones.

Lo cierto, no obstante, es que Nissan llevaba a?os sin invertir y modernizar la planta. Lo que, sumado a la fabricaci¨®n de modelos fallidos, la hab¨ªa dejado en una situaci¨®n ag¨®nica denunciada por los sindicatos, sin que nadie ¡ªtampoco las Administraciones¡ª reaccionara. Hace un a?o se pact¨® el despido de 600 trabajadores condicionado a una inversi¨®n de 70 millones. El recorte se puso en marcha, pero no la modernizaci¨®n de la infraestructura.

Y hay otros elementos que explican tambi¨¦n la suerte de la factor¨ªa que Nissan instal¨® en los terrenos de la Zona Franca de Barcelona en 1983. Uno de ellos lo explic¨® el consejero delegado de la multinacional, Makoto Uchida, en una rueda de prensa en Jap¨®n para desvelar el plan que pondr¨¢ en marcha durante los pr¨®ximos cuatro a?os. El grupo reducir¨¢ su capacidad de producci¨®n un 20% y tambi¨¦n el n¨²mero de veh¨ªculos en cat¨¢logo con el objetivo de volver a los beneficios. El a?o pasado, anunci¨® ayer, acab¨® perdiendo unos 5.700 millones de euros.

Las medidas m¨¢s dr¨¢sticas de ese plan son el cierre de Barcelona y de otra factor¨ªa en Indonesia. Ambos ceses de actividad van en la l¨ªnea del plan trazado conjuntamente con Renault y Mitsubishi, consistente en dividirse el mercado mundial por zonas de referencia y repart¨ªrselo entre los socios. Nissan pondr¨¢ el foco en Jap¨®n, China y Norteam¨¦rica. Europa se lo ha reservado Renault.

Tras conocerse la noticia, los trabajadores de la marca mostraron su indignaci¨®n con la quema de neum¨¢ticos ante las puertas de los centros de trabajo de la compa?¨ªa y cortes en algunas carreteras. A los poco m¨¢s de 2.600 trabajadores afectados por los despidos en las instalaciones de la Zona Franca se a?adir¨¢n los 180 de la planta de Montcada i Reixac y los 240 de Sant Andreu de la Barca. Est¨¢ por ver qu¨¦ suceder¨¢ con los centros de El Prat de Llobregat (151 empleados) y el centro log¨ªstico del puerto de Barcelona. Quienes s¨ª se han librado de la quema han sido los casi mil trabajadores que se reparten entre Cantabria y ?vila, que no se ver¨¢n afectados por las medidas. De Ficchy evit¨® valorar el coste del cierre, que el Ministerio de Industria ha cuantificado por encima de los 1.000 millones de euros.

La decisi¨®n se cobrar¨¢ su primera v¨ªctima laboral el pr¨®ximo lunes, cuando deje de ser consejero director general de Nissan Motor Ib¨¦rica Gen¨ªs Alonso. El ejecutivo ha aducido ¡°motivos personales¡± para dejar la compa?¨ªa. La dif¨ªcil crisis industrial de la firma la dirigir¨¢ Frank Torres, un hist¨®rico de la multinacional japonesa que en el pasado dirigi¨® la planta de la Zona Franca y que desde hace unos a?os hab¨ªa recibido encargos fuera de Espa?a, el ¨²ltimo para llevar la direcci¨®n del negocio en Rusia.

El Gobierno espa?ol y la Generalitat aparcaron ayer sus diferentes posicionamientos ideol¨®gicos y lanzaron un mensaje de unidad para reclamar a Nissan que reconsidere su decisi¨®n. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, desvel¨® que hab¨ªa hablado con Pedro S¨¢nchez para aunar esfuerzos entre ambas Administraciones y hacer recapacitar a la empresa. La Generalitat critic¨® la decisi¨®n despu¨¦s de manifestar que el Govern ha inyectado 25 millones de euros en los ¨²ltimos cinco a?os para diversos proyectos industriales.

El vicepresidente primero, Pablo Iglesias, asegur¨® que ¡°las nacionalizaciones son perfectamente posibles en la Constituci¨®n espa?ola y no son ni de izquierdas ni de derechas¡±, mientras que Nadia Calvi?o, vicepresidenta tercera, acus¨® a Nissan de incumplir sus promesas al anunciar el cierre. ¡°No es el mensaje que se nos transmiti¨® por parte de la empresa en Davos¡±, declar¨®.