Una compleja tarea para Cani Fern¨¢ndez
La nueva c¨²pula de la CNMC, que se someter¨¢ el jueves al veredicto del Congreso de los Diputados, deber¨¢ pacificar la instituci¨®n y abordar desaf¨ªos de calado
El Gobierno quiere llevar por la v¨ªa r¨¢pida el relevo en la Comisi¨®n Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Est¨¢ previsto que el jueves la Comisi¨®n de Econom¨ªa del Congreso de los Diputados someta a examen de idoneidad a los cinco candidatos: Cani Fern¨¢ndez, para presidenta; ?ngel Torres, vicepresidente, y Pilar Cuesta, Carlos Aguilar y Josep Sala i Prat, para vocales. Los tres primeros son pr¨®ximos al PSOE, Aguilar es de En Com¨² Podem y Sala, de ERC. Es decir, el Gobierno ha excluido de la renovaci¨®n al PP, que ha calificado la actuaci¨®n de ¡°cortijada¡± y votar¨¢ en contra, al igual que Vox; pero no parece que los aspirantes vayan a tener problemas para pasar la prueba, que requiere mayor¨ªa absoluta. Si superan el tr¨¢mite, el pr¨®ximo Consejo de Ministros puede ratificar los nombramientos y Cani Fern¨¢ndez comenzar¨¢ una nueva etapa en el regulador con varios desaf¨ªos por delante, algunos de calado. Si no, los grupos opositores tendr¨¢n un mes para hacer un informe razonado.
El primer desaf¨ªo del t¨¢ndem Fern¨¢ndez-Torres ser¨¢ pacificar el organismo. El enfrentamiento del anterior equipo ¨CJos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn Quemada como presidente y Mar¨ªa Fern¨¢ndez como vicepresidenta¨C estall¨® desde el origen. El car¨¢cter conciliador de Mar¨ªn contribuy¨® a que la instituci¨®n no saltara por los aires. Los reci¨¦n llegados tienen ahora el reto de entenderse bien, y adem¨¢s demostrarlo, para despejar todos los fantasmas del pasado. Aunque se repite la historia (una viene de La Moncloa y el otro de la ¨®rbita ministerial), los dos tienen en com¨²n la cercan¨ªa de la vicepresidenta Nadia Calvi?o (cosa que no ocurri¨® entonces). La pega es que Cani Fern¨¢ndez se puede ver obligada a inhibirse en temas que haya defendido en su larga etapa como abogada del bufete Cuatrecasas, del que sali¨® en febrero para integrarse en el equipo de La Moncloa, e incluso con asuntos que le pueden afectar por su marido (Jorge Padilla), que trabaja en la consultora Compass Lexecon, especializada en temas de competencia.
Es parte de la munici¨®n que prepara el PP, que adem¨¢s se pregunta la raz¨®n de las prisas que le han entrado al Gobierno para abordar el cambio en pleno estado de alarma. Hay quien las busca en las tareas que la CNMC tiene que acometer a corto plazo. El nuevo equipo tiene que transponer las directivas ECN+, que refuerza la independencia de las autoridades de competencia y homologa las normas en la UE, y Whistleblower (o de los chivatos), de protecci¨®n al denunciante. Adem¨¢s, tendr¨¢ que controlar las ayudas p¨²blicas concedidas durante la pandemia para evitar que los acuerdos entre empresas se conviertan en carteles, y analizar las m¨¢s de 500 denuncias contra funerarias por la gesti¨®n de fallecimientos por la covid-19, as¨ª como contra aseguradoras, y la investigaci¨®n abierta para analizar posibles abusos en cr¨¦ditos del ICO.
El panorama no se presenta sencillo. Con casi una veintena de expediente abiertos, tiene que decidir el proceso de liberalizaci¨®n del transporte ferroviario, que empieza el pr¨®ximo diciembre; desarrollar la reglamentaci¨®n de las circulares energ¨¦ticas y que, en el caso del gas, mantiene abierta una batalla legal llena de demandas y devoluciones; tramitar el expediente a Correos por supuestos descuentos a grandes clientes; gestionar la multa de 77 millones impuesta por duopolio a Atresmedia y Mediaset, caso para el que ha trabajado Fern¨¢ndez; determinar en qu¨¦ zonas debe alquilar Telef¨®nica su red de fibra ¨®ptica a la competencia y analizar, al cumplirse los tres a?os de la operaci¨®n, el expediente de vigilancia de la compra de Sogecable por dicha empresa. A ello se unen las condiciones de venta de los operadores de los derechos de retransmisi¨®n del f¨²tbol, una verdadera patata caliente. La CNMC, adicionalmente, ha pedido al Gobierno m¨¢s autoridad para inspeccionar a los grandes transportistas energ¨¦ticos (Red El¨¦ctrica, CLH y Enag¨¢s) para que no acometan inversiones en el extranjero que pudieran poner en peligro su solvencia.
Broncas y sobresaltos
El conflicto con el PP es el ¨²ltimo de una corta historia repleta de broncas y sobresaltos, que comenzaron antes de su fundaci¨®n en 2013 por el rechazo del PSOE al nuevo modelo decidido por el Gobierno del PP, que fund¨ªa en una las antiguas comisiones de Competencia, Energ¨ªa y Telecomunicaciones. El PSOE, que ahora respalda esa configuraci¨®n, se neg¨® entonces a negociar los nombres que le correspond¨ªan por cuota parlamentaria, lo que supuso que de los 10 miembros de la CNMC naciente, ocho incumbieran al PP, uno al PNV y otro a la extinta CiU (entonces el Parlamento no estaba tan fragmentado como ahora). El Congreso de los Diputados, dominado por el rodillo popular, ni se par¨® apenas a analizar los curr¨ªculos de los integrantes (una parte llegados de la mano del titular de Econom¨ªa, Luis de Guindos, y otra del entonces asesor econ¨®mico del presidente, ?lvaro Nadal), mientras el PSOE aseguraba que dar¨ªa marcha atr¨¢s cuando volviera al poder.
La siguiente bronca se desat¨® al poco de constituirse. Formadas sus dos salas (Competencia y Mercados) con cinco miembros cada una en las que van rotando los consejeros, comenzaron a rasgarse las costuras de un vestido al que se hab¨ªan tomado mal las medidas. A la primera de cambio, se hizo notorio el enfrentamiento entre el presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Mar¨ªn Quemada (consejero del Banco de Espa?a propuesto por Guindos), y la vicepresidenta, Mar¨ªa Fern¨¢ndez (proveniente del gabinete de Nadal en La Moncloa). Mar¨ªn se qued¨® en minor¨ªa desde el principio (seis contra cuatro) con la vocal Mar¨ªa Ortiz (la ¨²nica del PP que queda en el consejo) y los dos nacionalistas (Idoia Zanarruzabeitia y Josep Mar¨ªa Guinart), que asist¨ªan at¨®nitos al espect¨¢culo.
El enfrentamiento se reflej¨® tambi¨¦n el Gobierno, sobre todo con ?lvaro Nadal como ministro de Energ¨ªa. Una de las lacras absurdas de la CNMC es que naci¨® sin tener todas las competencias en los mercados que regulaba. Ello provoc¨® serios encontronazos con los ministerios correspondientes, que en el caso de energ¨ªa te¨®ricamente las hab¨ªa resuelto la actual ministra, Teresa Ribera, pero saltaron chispas durante la negociaci¨®n de las circulares energ¨¦ticas el pasado a?o. Las telecomunicaciones, por su parte, siguen controladas por el ministerio de Nadia Calvi?o.
Para m¨¢s inri, sobre todo los primeros a?os, el recorrido de la CNMC se top¨® con que las sanciones que pon¨ªa eran tumbadas por los tribunales. Los jueces aduc¨ªan que se aplicaban mal las multas, lo que permit¨ªa a las empresas confiar en que conductas sancionables ser¨ªan rechazadas en los recursos consecuentes. Hasta que en enero de 2015 el Tribunal Supremo dict¨® los l¨ªmites de multas por infracciones de la Ley de Defensa de la Competencia, que data de 2007, de manera que los porcentajes deben aplicarse sobre la totalidad del volumen de negocios y no solo sobre el mercado afectado. Esto aclar¨® las cosas sobre la interpretaci¨®n a la que se acog¨ªan los abogados y oblig¨® a revisar muchas resoluciones de empresas con las cuales tambi¨¦n ha ido acumulando broncas en los sectores energ¨¦tico, construcci¨®n, transporte, autom¨®vil y audiovisual.
A partir de la sentencia del Supremo empez¨® una nueva fase que aventuraba el sosiego. Adem¨¢s, el primigenio enfrentamiento con el PP parec¨ªa solucionado desde que Guindos y el entonces diputado socialista Valeriano G¨®mez alcanzaron a principios de 2017 un acuerdo por el que se cambiaba la estructura del organismo, volviendo en parte al modelo anterior, y daba entrada a un representante del PSOE. Result¨® ser Mariano Bacigalupo (marido de Teresa Ribera). Tambi¨¦n se incorpor¨® Pilar Canedo, en representaci¨®n de Ciudadanos. Fue el primer relevo, en el que Ortiz fue renovada y salieron Eduardo Garc¨ªa Matilla y Diego Rodr¨ªguez. El PP perd¨ªa valores, Mar¨ªn respiraba mejor.
En octubre del mismo a?o, adem¨¢s, se incorporaron al consejo Bernardo Lorenzo, expresidente de la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), considerado pr¨®ximo al PSOE, y Xabier Ormaetxea, exconsejero de la CMT y militante del PNV, en cumplimiento de las sentencias del Supremo y de la Justicia Europea, ante las que hab¨ªan recurrido su destituci¨®n. Sustituyeron al pol¨¦mico Fernando Torremocha (tormento de Mar¨ªn por los sistem¨¢ticos votos particulares en todas las resoluciones de Competencia) y a Zenarruzabeitia.
Pese a tantos obst¨¢culos, Mar¨ªn mantuvo la bandera de la independencia y lucha contra la corrupci¨®n. Adem¨¢s de poner en marcha el superregulador, ten¨ªa que conseguir que funcionara, acabar con el mercadeo de las empresas y despolitizar la econom¨ªa. En ese sentido, adem¨¢s de muchos enemigos, ha dejado su impronta en el Dec¨¢logo Mar¨ªn, que supuso un golpe de tim¨®n que reforz¨® la actuaci¨®n de la autoridad en materia jur¨ªdica y econ¨®mica, fortaleci¨® la investigaci¨®n y cre¨® la unidad de inteligencia econ¨®mica (en 2019 se inco¨® a unas plataformas inmobiliarias el primer expediente sancionador que utiliza un algoritmo) y puso en marcha vistas orales y el buz¨®n de denuncias internas, entre otras actuaciones.
Asimismo, aprob¨® la imposici¨®n de sanciones a directivos (no solo a las empresas), la posibilidad de prohibir la contrataci¨®n p¨²blica e instaur¨® el registro de grupos de inter¨¦s. Durante su mandato se han desmantelado 36 carteles, 14 de ellos mediante el programa de clemencia, y 550 concentraciones. Las sanciones han superado los 1.600 millones de euros. Casi siete a?os despu¨¦s, la CNMC es un modelo v¨¢lido, aceptado por los grupos pol¨ªticos, que se ha instalado en la conciencia de los ciudadanos y, sobre todo, de las empresas.
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