Una decisi¨®n hist¨®rica
Los l¨ªderes sindicales escriben al presidente del Gobierno reclamando que defienda ayudas sin condicionalidad en el Consejo Europeo de este viernes donde se debate el plan de reconstrucci¨®n
Los l¨ªderes de los principales sindicatos europeos y espa?oles han enviado una carta al presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, en la que defienden que apoye la propuesta de la Comisi¨®n Europea de crear un fondo de reconstrucci¨®n dotado con 750.000 millones de euros, dos tercios de los cuales ser¨¢n subvenciones, seg¨²n la carta a la que ha tenido acceso EL PA?S. Las organizaciones sindicales remarcan que estas ayudas no deben estar ligadas a una condicionalidad que exija ajustes o recortes, sino que estas subvenciones se deben destinar a una transici¨®n hacia una econom¨ªa verde y digital.
El contenido de la carta, a la que ha tenido acceso EL PA?S y que est¨¢ promovida por Luca Visentini, secretario general de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos (CES); Laurent Berger, presidente de la CES; Pepe ?lvarez, vicepresidente de la CES y secretario general de UGT; Unai Sordo, secretario general de CC OO; Joaqu¨ªn P¨¦rez, secretario general de USO, es el siguiente:
¡°Estimado presidente:
Como sabemos que compartes con nosotros, la Uni¨®n Europea (UE) se enfrenta a la recesi¨®n m¨¢s profunda de su historia, y la decisi¨®n que los l¨ªderes europeos tomar¨¦is en la reuni¨®n virtual del Consejo Europeo del viernes tendr¨¢ consecuencias definitivas para la vida de millones de personas y para el propio futuro Europa.
Los l¨ªderes europeos tendr¨¦is que tomar una decisi¨®n hist¨®rica el viernes cuando discut¨¢is sobre c¨®mo evitar que una crisis sanitaria se convierta en una crisis social, econ¨®mica y puede que pol¨ªtica: ?Se habr¨¢n aprendido las lecciones de 2008 y se elegir¨¢ una recuperaci¨®n basada en la solidaridad y la sostenibilidad, o se optar¨¢ de nuevo por la austeridad y la autopreservaci¨®n cortoplacista con el consiguiente riesgo de divisi¨®n a largo plazo?
La confianza de la ciudadan¨ªa en la UE cay¨® en todos los Estados miembros tras la crisis financiera de 2008, con dram¨¢ticos descensos en los pa¨ªses m¨¢s afectados por los reg¨ªmenes de austeridad y que conllev¨® la desaparici¨®n puestos de trabajo, recortes salariales y que recort¨® la asistencia sanitaria y los servicios p¨²blicos. Todav¨ªa no nos hemos recuperado totalmente de esa crisis y los efectos de esta nueva conmoci¨®n est¨¢n empezando a notarse.
En el primer trimestre de este a?o, el PIB de la UE experiment¨® su mayor descenso en 30 a?os, mientras que el n¨²mero de personas que trabajan se invirti¨® por primera vez desde 2013. Casi 60 millones de trabajadoras y trabajadores han sido despedidos o se encuentran en paro temporal y millones de empresas, sobre todo pymes, est¨¢n en riesgo de quiebra. El n¨²mero de puestos de trabajo y de empresas que se pierdan de forma permanente depender¨¢ de la respuesta pol¨ªtica a la crisis.
Por eso el conjunto de responsables pol¨ªticos deben apoyar la propuesta de la Comisi¨®n Europea de un fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones de euros, dos tercios de los cuales vendr¨¢n, acertadamente, en forma de subvenciones en lugar de pr¨¦stamos para no generar una deuda p¨²blica adicional insostenible, y un nuevo presupuesto de la UE lo suficientemente elevado como para hacer frente al desaf¨ªo que se avecina.
Si lo hacen, y luego lo acompa?an con una acci¨®n nacional inteligente respaldada por esta financiaci¨®n de la UE, se podr¨¢n salvar millones de puestos de trabajo y crear incluso otros nuevos y de calidad, y la inversi¨®n p¨²blica podr¨ªa aumentar en un tercio, un paso importante en la direcci¨®n correcta. Esto tendr¨¢ que ir acompa?ado de un apoyo masivo a la demanda econ¨®mica interna y a la productividad, lo que solo puede lograrse mediante un aumento salarial negociado por sindicatos y patronales en el ¨¢mbito de la negociaci¨®n colectiva.
Esta vez las condiciones propuestas no pueden vincularse a la consolidaci¨®n fiscal, sino que deben ser inversiones en la transici¨®n hacia una econom¨ªa verde y digital, en lugar de privatizaciones o la destrucci¨®n de la negociaci¨®n colectiva. Estas condiciones son un comienzo, pero tambi¨¦n se necesita inversi¨®n para abordar el empleo de las personas j¨®venes y apoyar los servicios p¨²blicos, la atenci¨®n sanitaria y la educaci¨®n y la formaci¨®n.
Ning¨²n recurso de la UE debe ir a parar a las empresas que se nieguen a negociar salarios y condiciones de trabajo con los sindicatos o que impidan la financiaci¨®n a los servicios p¨²blicos mediante la evasi¨®n, elusi¨®n o el fraude fiscal. Del mismo modo, las empresas que reciban dinero p¨²blico deber¨¢n proporcionar trabajos dignos y colaborar para alcanzar los objetivos clim¨¢ticos de una manera socialmente justa. Sindicatos y patronales debemos participar en el dise?o y la aplicaci¨®n de los planes nacionales de recuperaci¨®n.
El plan de recuperaci¨®n tiene el potencial de restaurar la confianza en Europa que la ciudadan¨ªa perdi¨® durante la ¨²ltima crisis, marcando una verdadera diferencia en las vidas de los trabajadores y las trabajadoras cuando m¨¢s lo necesitan. Y tiene que hacerlo de manera r¨¢pida: nadie agradecer¨¢ a sus representantes pol¨ªticos el haber mantenido discusiones interminables mientras se pierden puestos de trabajo.
El plan que discutir¨¦is el viernes contiene parte del esp¨ªritu de la propuesta que realiz¨® el Gobierno de Espa?a y cuenta con el apoyo de la mayor¨ªa de los Estados miembros.
Hemos trabajado y seguimos haci¨¦ndolo para que los que se oponen al plan asuman su responsabilidad y no presionen para que se establezcan condiciones severas que har¨ªan que los pa¨ªses m¨¢s afectados por el coronavirus sufran a¨²n m¨¢s.
Ning¨²n pa¨ªs caus¨® esta pandemia, por lo que ninguno debe pagar por sus consecuencias. As¨ª como el virus no ha respetado las fronteras, tampoco lo har¨¢ la recesi¨®n. En un mercado ¨²nico, como lo es el de la UE, una crisis en una parte de Europa debilitar¨¢ la econom¨ªa de todo el continente. E, inevitablemente, otra prolongada crisis econ¨®mica y social se convertir¨¢ en una crisis pol¨ªtica, poni¨¦ndose en riesgo la cohesi¨®n europea, la democracia y el futuro del proyecto europeo. El plan de recuperaci¨®n es la ¨²nica manera de garantizar que Europa salga de estos tiempos dif¨ªciles de forma m¨¢s justa, m¨¢s verde y m¨¢s unida¡±.
Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras (CC OO)
Pepe ?lvarez, secretario general de la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT)
Joaqu¨ªn P¨¦rez, secretario general de la Uni¨®n Sindical Obrera (USO)
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