Alitalia vive en una turbulencia permanente
La crisis de la covid-19 ha obligado al Gobierno italiano a renacionalizar una aerol¨ªnea que lleva casi dos d¨¦cadas sin generar beneficios
Italia y Alitalia llevan d¨¦cadas condenadas a entenderse. Numerosos Gobiernos transalpinos de todas las ideolog¨ªas han convertido a la que fue su aerol¨ªnea de bandera en una especie de patrimonio protegido y han destinado ingentes recursos para mantener en el aire los aviones de una empresa que lleva casi 20 a?os sin registrar beneficios y que pocas veces en su historia ha sido rentable. En 2008 el Estado italiano sali¨® del accionariado de la empresa, aunque desde entonces nunca ha dejado de mantenerla. En total, en los ¨²ltimos 45 a?os, del erario han salido cerca de 13.000 millones de euros para tratar de salvar la maltrecha aerol¨ªnea. La sensaci¨®n generalizada es que la compa?¨ªa, que est¨¢ en concurso de acreedores desde 2017, se ha convertido en un agujero negro que engulle sin parar recursos de los contribuyentes.
La crisis de la covid-19 ha vuelto a evidenciar esa dependencia estatal. En 2019, Alitalia se dej¨® cerca de 600 millones en p¨¦rdidas, y el pasado mes de marzo, Roma volvi¨® a dar el en¨¦simo paso al frente para tratar de apuntalar la aerol¨ªnea con un plan de renacionalizaci¨®n que incluye una inyecci¨®n de 3.000 millones de dinero p¨²blico. El Ejecutivo de Giuseppe Conte cierra as¨ª la aventura privada de la compa?¨ªa: 12 a?os marcados por cinco direcciones diferentes, cuatro comisarios especiales, seis planes de rescate fallidos, m¨¢s de ocho intentos frustrados de venta, el ¨²ltimo a la alemana Lufthansa que fracas¨® el pasado diciembre, y unos 1.500 millones en cr¨¦ditos puente estatales.
La nueva Alitalia llega sin plan de vuelo. Poco se conoce de las intenciones del Gobierno para la compa?¨ªa, salvo una marcada reducci¨®n de su flota de aviones. Faltan por concretar el equipo de administraci¨®n y el proyecto industrial que defina sus intenciones y aclare su posici¨®n frente a un posible socio, ya que el Ejecutivo ha dejado la puerta abierta a inversores privados. ¡°Alitalia debe tomar una determinaci¨®n clara, que no deje lugar a ambig¨¹edades y decidir si jugar en el ¨¢mbito mundial, para lo que tendr¨ªa que estar dentro de un gran grupo internacional, o si quiere ser una compa?¨ªa al servicio del desarrollo tur¨ªstico italiano y operar a escala regional. El Estado ha perdido la credibilidad despu¨¦s de tanto tiempo, hoy hace falta un plan veros¨ªmil¡±, se?ala Stefano Zunarelli, profesor y abogado especializado en transportes y navegaci¨®n.
La renacionalizaci¨®n de Alitalia ha encendido el eterno debate sobre la viabilidad del rescate p¨²blico y ha sacudido el panorama pol¨ªtico, dentro y fuera de la mayor¨ªa del Gobierno. De un lado est¨¢ quien defiende la necesidad de impulsar una aerol¨ªnea nacional, como medio para garantizar intereses estrat¨¦gicos y proteger los puestos de trabajo. ¡°Para nuestro pa¨ªs tener una compa?¨ªa de bandera es fundamental, porque el sector de los transportes es estrat¨¦gico para el tejido industrial y por la alta prevalencia del turismo¡±, indica Vincenzo Sanasi d¡¯Arpe, experto en gesti¨®n extraordinaria de grandes empresas en crisis. Y a?ade: ¡°Ser¨ªa oportuno contar con un inversor internacional, como Us Aerospace, que ya ha mostrado su inter¨¦s y que podr¨ªa reabsorber los despidos de la compa?¨ªa, que ser¨¢n numerosos¡±.
Y del otro, est¨¢ quien considera que la protecci¨®n del Estado ha quedado obsoleta y que la cuota de mercado que disfruta Alitalia, en torno al 15%, es demasiado baja como para ser rentable. ¡°Sus aviones vuelan demasiado poco y tiene una tasa de ocupaci¨®n mucho menor que sus competidores. Con una compa?¨ªa m¨¢s peque?a en un mercado m¨¢s dif¨ªcil es un error estrat¨¦gico pensar que as¨ª podr¨¢ competir con los grandes. Ser¨ªa mejor si fuera el mercado y no la pol¨ªtica quien decidiera en qu¨¦ direcci¨®n seguir¡±, apunta el economista Andrea Giuricin, profesor en la Universidad Bicocca de Mil¨¢n. Y recuerda que el mercado italiano se ha triplicado desde 1997, hasta alcanzar los 160 millones de pasajeros en 2019, por lo que ah¨ª no est¨¢ el problema.
La mayor¨ªa de expertos coincide en que la compa?¨ªa no ha sabido adaptarse a la liberalizaci¨®n en Europa del mercado de la aviaci¨®n de 1997 y a la consiguiente competencia. ¡°La aviaci¨®n ha avanzado hacia las fusiones y Alitalia siempre se ha quedado fuera. Tambi¨¦n ha habido errores de direcci¨®n, como los de 2008-2009, cuando se decidi¨® apostar por los vuelos de corta y media distancia, cuando en ese momento no ten¨ªa sentido porque se estaba desarrollando la alta velocidad¡±, recalca Giuricin.
Recelos en Bruselas
Mientras tanto, en Bruselas sobrevuela la duda de si Italia ha podido incumplir las normas sobre ayudas estatales a empresas y tambi¨¦n sobre las ayudas por el coronavirus. La Comisi¨®n Europea vigila los movimientos del Gobierno italiano y ya ha abierto varias investigaciones para dilucidar si las contribuciones con dinero p¨²blico de los ¨²ltimos a?os a Alitalia ¡ª un pr¨¦stamo puente de 400 millones en 2019 y otro de 900 millones en 2017¡ª son compatibles con la normativa comunitaria.
Ryanair ha entrado de lleno en la pol¨¦mica. El consejero delegado de la aerol¨ªnea irlandesa, Michael O¡¯Leary, ha dicho de Alitalia que es ¡°adicta¡± a las ¡°subvenciones¡±, ha acusado al Gobierno de pretender salvar a la compa?¨ªa de bandera ¡°con normas de Corea del Norte¡± y de arbitrar ¡°a favor de un solo jugador¡±, y ha amenazado con recurrir a la Comisi¨®n. La ministra de Transportes, Paola De Micheli, ha defendido que la operaci¨®n se ha llevado a cabo siguiendo ¡°las reglas correctas para proteger a los trabajadores y para competir¡±.
Alitalia es un empleador importante en el pa¨ªs, con 11.000 trabajadores directos. Este ha sido tradicionalmente tambi¨¦n uno de los motivos detr¨¢s de los reiterados planes de rescate. Los sindicatos respaldan la intervenci¨®n del Gobierno. ¡°Era necesaria para permitir a la compa?¨ªa tener un futuro y salvaguardar los puestos de trabajo¡±, dice Fabrizio Cuscito, secretario nacional de la Filt-Cgil, la rama dedicada a los transportes del mayor sindicato del pa¨ªs.
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