Los tres grandes grupos de acreedores rechazan la oferta ¡°definitiva¡± del Gobierno argentino

La largu¨ªsima negociaci¨®n entre Argentina y sus acreedores privados llega a un momento cr¨ªtico. Los tres grandes grupos de bonistas rechazaron de forma conjunta, el lunes, la ¨²ltima y supuestamente definitiva oferta del Gobierno de Buenos Aires. Y presentaron una propuesta alternativa que, seg¨²n ellos, ¡°representa importantes concesiones econ¨®micas y legales¡±. Por primera vez desde el inicio del proceso, en febrero, los principales tenedores de bonos en d¨®lares forman un bloque. El ministro de Econom¨ªa, Mart¨ªn Guzm¨¢n, respondi¨® que los acreedores no entend¨ªan ¡°las restricciones que enfrenta la Argentina¡±.

En estas negociaciones est¨¢ en juego la reestructuraci¨®n de 65.000 millones de d¨®lares, dentro de una deuda global que ronda los 320.000 millones de d¨®lares y supone el 90% del Producto Interior Bruto argentino. El desenlace resulta crucial porque un acuerdo permitir¨ªa a Argentina acceder a los mercados internacionales de cr¨¦dito; si el pa¨ªs permaneciera en el default (suspensi¨®n de pagos) en que incurre desde el 22 de mayo, no tendr¨ªa muchas m¨¢s opciones que seguir financi¨¢ndose mediante la impresi¨®n de billetes. Las dos imprentas de moneda argentinas trabajan actualmente 24 horas al d¨ªa pero su producci¨®n resulta insuficiente. El Gobierno ha ofrecido contratos a otros pa¨ªses para que ayuden a fabricar pesos.

Horas antes de que los tres grandes grupos de acreedores (Ad Hoc, Comit¨¦ y Exchange) dijeran que la ¨²ltima oferta no era aceptable, el diario Financial Times public¨® una entrevista con Alberto Fern¨¢ndez en la que el presidente argentino afirmaba que no pod¨ªa realizar m¨¢s concesiones. ¡°Pondr¨ªamos en peligro nuestra capacidad de cumplir el compromiso, y yo no quiero estafar a nadie¡±, dijo.

En t¨¦rminos parecidos se expres¨® el ministro Mart¨ªn Guzm¨¢n despu¨¦s de que se publicara la propuesta de los bonistas. Dijo que la oferta que present¨® a principios de mes supon¨ªa ¡°nuestro m¨¢ximo esfuerzo¡±, y explic¨® que no pod¨ªa hacer nuevas concesiones. ¡°Aceptar lo que piden algunos acreedores significar¨ªa someter a la sociedad argentina a m¨¢s angustia, implicar¨ªa por ejemplo ajustar jubilaciones, y no lo vamos a hacer. Seguimos esperando que prime la buena fe por parte de los acreedores¡±.

Ad Hoc, Comit¨¦ y Exchange poseen algo m¨¢s de un tercio de la deuda en negociaci¨®n. Un ¡°no¡± por su parte impedir¨ªa cualquier tipo de acuerdo con otros acreedores individuales, ya que hace falta disponer del consentimiento de un 75% o de un 66% de los bonistas (dependiendo del tipo de emisi¨®n) para que la reestructuraci¨®n sea v¨¢lida. Los tres comit¨¦s aceptan los plazos y condiciones que propone el Gobierno, pero exigen que el bono extraordinario con el que se compensar¨ªa parcialmente su p¨¦rdida de ganancias rinda como promedio un 3,4% anual, m¨¢s de lo que est¨¢n dispuestos a aceptar Alberto Fern¨¢ndez y su ministro Guzm¨¢n. A cambio, los comit¨¦s ceden en las condiciones del contrato y aceptan para los hipot¨¦ticos bonos que sustituir¨ªan a los actuales las que rigen sobre la deuda argentina posterior a 2016, en lugar de las condiciones m¨¢s estrictas de 2015 (aplicadas a los bonos del default de 2001 y ya reestructurados al menos una vez).

El Gobierno argentino, y en especial su ministro de Econom¨ªa, quedan en una posici¨®n delicada. El ministro Guzm¨¢n cre¨ªa haber conseguido un acuerdo parcial con uno de los grupos, Comit¨¦, pero se encuentra ahora con un frente unido. Para el presidente Fern¨¢ndez y para Guzm¨¢n, ceder por en¨¦sima vez, despu¨¦s de haber asegurado que no hab¨ªa ya ning¨²n margen para hacerlo, supondr¨ªa un alto coste pol¨ªtico. Cuando present¨® su propuesta ¡°definitiva¡±, el Gobierno fij¨® como l¨ªmite de las negociaciones el 4 de agosto pr¨®ximo.