La reforma que revolucionar¨¢ el campo espa?ol

La hist¨®rica cumbre europea de la semana pasada tambi¨¦n alumbr¨® un acuerdo para repartir los fondos de la PAC (acr¨®nimo de la Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n), el instrumento europeo que desde hace casi 50 a?os ayuda al mantenimiento de las rentas agrarias y la mejora de las condiciones del campo en Europa. Tras el acuerdo, Espa?a recibir¨¢ 47.682 millones de euros de la PAC para el pr¨®ximo septenio. Son unos 6.800 millones de euros al a?o hasta 2027. Una cantidad muy similar a la que percib¨ªa hasta ahora. Como suele ser habitual, el Ministro de Agricultura, Luis Planas, se felicita por el logro ¡ª ¡°los resultados son muy satisfactorios para Espa?a¡±¡ª, mientras que las organizaciones agrarias creen que recibir¨¢n menos dinero, algo casi inevitable tras el Brexit. Planas, en conversaci¨®n con EL PA?S, explica que el debate no es el dinero, sino el nuevo marco de la PAC. ¡°Va a ser un cambio de 180 grados. Es un nuevo concepto¡±, dice. ¡°Tendr¨¢ mucho contenido verde¡±.

El nuevo presupuesto nace sin estar listo el nuevo marco legal. Europa est¨¢ inmersa en una reforma del mecanismo agrario. Y la nueva PAC dar¨¢ m¨¢s importancia a la agricultura sostenible, a la protecci¨®n de espacios verdes y a la seguridad alimentaria.

La reforma es decisiva para los 700.000 agricultores y ganaderos espa?oles que sobreviven gracias a la PAC. Una parte muy importante de las explotaciones, especialmente las peque?as y medianas, solamente subsisten por el apoyo de las ayudas europeas, seg¨²n datos de Agricultura. Cobran de media unos 8.500 euros al a?o. Aunque la mitad del sector, las explotaciones m¨¢s peque?as, percibe menos de 1.200 euros al a?o. Las subvenciones suponen, de media, un 30% de la renta agraria, aunque sus vol¨²menes y participaci¨®n son muy diferentes entre territorios e, incluso, dentro de un mismo sector.

La Comisi¨®n Europea present¨® una propuesta de reforma en 2018 que a¨²n se est¨¢ negociando. Planas espera que se alcance un acuerdo europeo este oto?o para que pueda aplicarse a partir de 2023. Pero a falta de la letra definitiva, el campo espa?ol ya conoce la m¨²sica: apoyo a las rentas agrarias para asegurar su futuro, aumento de la competitividad, incorporaci¨®n de j¨®venes y modernizaci¨®n del sector a trav¨¦s de la innovaci¨®n y la digitalizaci¨®n. Estos objetivos llevan aparejados nuevos requisitos sobre seguridad alimentaria y medio ambiente. Dos ejes que Bruselas ha bautizado como las estrategias Del campo a la mesa y Biodiversidad EU 2030. Son las que han despertado cierto recelo de los agricultores y ganaderos porque conllevan nuevas exigencias para acceder a los fondos: el sector deber¨¢ reducir el uso de fitosanitarios, un 20% el empleo de fertilizantes y un 50% el de pesticidas y antibi¨®ticos; deber¨¢ conseguir que el 25% de la superficie agraria se reserve a cultivo ecol¨®gico (Espa?a tiene actualmente un 9%), y tendr¨¢ que destinar el 10% de la superficie agraria ¨²til (SAU) a actividades no productivas o aumentar hasta un 30% la superficie nacional de Red Natura. El sector teme que, con estos requisitos, aumenten sus costes y se reduzca su producci¨®n.

Bruselas pretende potenciar el medio ambiente y las producciones ecol¨®gicas estableciendo Ecoesquemas, un sistema de ayudas adicionales para los agricultores y ganaderos que vayan m¨¢s all¨¢ con pr¨¢cticas m¨¢s verdes y sostenibles. Es decir, crear un sistema de incentivos.

El ministro abre el debate

Mientras Europa aprueba esta reforma de la PAC, los pa¨ªses miembros tendr¨¢n que preparar un plan estrat¨¦gico para aplicar los nuevos criterios. Cada pa¨ªs fijar¨¢ los objetivos y repartir¨¢ los fondos, y Bruselas analizar¨¢ los resultados para justificar el gasto. El ministro cree que podr¨¢ presentar un plan a mediados del pr¨®ximo a?o para que entre en vigor en 2023 junto a la nueva PAC. ¡°As¨ª que durante dos a?os los agricultores y ganaderos cobrar¨¢n con las viejas reglas y el nuevo presupuesto¡±, dice el ministro.

Para avanzar en el plan estrat¨¦gico nacional de la PAC, el ministro present¨® el pasado jueves su proyecto a las comunidades aut¨®nomas para iniciar el debate que tendr¨¢ que poner nombre y destino a los nuevos fondos, con la mirada en el futuro, pero tambi¨¦n para superar viejas desigualdades en los repartos con graves desequilibrios entre territorios, sectores o en un mismo sector. Es el primer paso del proceso que abre el ministerio con otras Administraciones y asociaciones agrarias para definir el plan estrat¨¦gico en torno a nuevos par¨¢metros: asegurar los ingresos justos a cada agricultor, aumentar la competitividad de las explotaciones y reequilibrar el poder de la cadena alimentaria para que los precios de venta no sean inferiores a los costes de producci¨®n, as¨ª como reforzar la calidad de los alimentos, actuar contra el cambio clim¨¢tico, favorecer la protecci¨®n del medio ambiente, la conservaci¨®n de la biodiversidad y el paisaje, apoyar el relevo generacional (el 40% de los agricultores tiene m¨¢s de 65 a?os) y luchar contra la despoblaci¨®n mediante la revitalizaci¨®n de las zonas rurales.

Luis Planas ya ha advertido de que la PAC no es un fondo de compensaci¨®n interterritorial donde cada consejero trata de captar el m¨¢ximo de recursos. Las ayudas se repartir¨¢n en funci¨®n de las solicitudes de los agricultores y ganaderos de cada territorio, no habr¨¢ una cantidad fija a cada comunidad, lo que debe conllevar otra forma de ver la pol¨ªtica agraria. Tambi¨¦n quiere simplificar el sistema de reparto por 50 zonas agrarias, que crea ineficiencias y desigualdades. El consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha, Francisco Mart¨ªnez, considera que las negociaciones parten con la ventaja de que se mantienen los fondos, y espera que las mismas den lugar a una mejor redistribuci¨®n, que se eliminen los derechos hist¨®ricos e individuales o que se eleven los pagos al olivar de secano o en pendiente frente a los superintensivos.

Los criterios de asignaci¨®n de los recursos

Agricultura tendr¨¢ que acordar con los consejeros regionales y las asociaciones agrarias los criterios para asignar los fondos. Entre otros puntos, destacan los siguientes:

Agricultor genuino. El ministerio quiere que sea el foco principal de las ayudas. Para definir qui¨¦n es un agricultor hay coincidencia en considerar como tal a un profesional de una explotaci¨®n familiar cuyos ingresos procedan de la agricultura o la ganader¨ªa como m¨ªnimo en un porcentaje de entre un 20% y un 30%.

Peque?os productores. Agricultura estudia c¨®mo simplificar los tr¨¢mites para los peque?os: 300.000 de los 700.000 que cobran ayudas. Se propone un nuevo sistema con un pago de entre 200 y 250 euros por hect¨¢rea para explotaciones entre 6 y 10 hect¨¢reas. Reducir¨ªa la burocracia para la Administraci¨®n. Tambi¨¦n se contempla en los pagos futuros a los agricultores a tiempo parcial.

L¨ªmite de ayudas. Existe coincidencia en fijar un techo de pagos por solicitante de 100.000 euros, a partir del cual habr¨¢ reducciones. La explotaci¨®n puede deducir 18.000 euros por cada empleo y a?o, el coste de la Seguridad Social.

Derechos hist¨®ricos. Acuerdo mayoritario para eliminar progresivamente los derechos de pago hist¨®ricos y los derechos individuales.

Ecoesquemas. Ayudas ligadas a las pr¨¢cticas ecol¨®gicas. Se incluyen para la cubierta vegetal, tratamientos de poda, ganader¨ªa extensiva o rotaci¨®n de cultivos, entre otros.

Ayuda a la renta b¨¢sica. Sustituye el pago b¨¢sico y la condicionalidad, y la misma supondr¨¢ el 60% de las ayudas frente al 56% actual.

Ayuda complementaria redistributiva. Propuesta para aumentar los pagos a las primeras hect¨¢reas de peque?as y medianas explotaciones.