McDonald¡¯s quiere lavar su imagen
La demanda contra el exjefe de la cadena de hamburgueser¨ªas por tener relaciones sexuales con tres empleadas y mentir se a?ade a otras denuncias de acoso en sus restaurantes
Es inusual que una compa?¨ªa estadounidense que cotiza en Bolsa muestre su lado m¨¢s oscuro a primera hora de un lunes. McDonald¡¯s comenz¨® la semana pasada anunciando que demandaba por fraude a su ex consejero delegado Steven Easterbrook tras descubrir que mantuvo relaciones sexuales con al menos tres empleadas y que minti¨® a la compa?¨ªa cuando fue descubierto por una de ellas. El caso revela los esfuerzos de la compa?¨ªa por combatir los comportamientos inapropiados en su entorno de trabajo. Una revisi¨®n que ha comenzado por su cargo m¨¢s alto, pero que se extiende a numerosos incidentes pendientes en los restaurantes donde se sirven las Big Mac.
La sonrisa se le borr¨® al payaso Ronald McDonald en noviembre, cuando la firma ces¨® a Easterbrook por mantener una relaci¨®n de sexting ¡ªenv¨ªo de mensajes de contenido sexual¡ª con una empleada. Ambos reconocieron la relaci¨®n como consensuada y el consejero delegado acept¨® su despido junto a una indemnizaci¨®n de 40 millones de d¨®lares (unos 34 millones de euros al cambio actual). En un intento de meter bajo la alfombra el caso, la compa?¨ªa desisti¨® de investigar a fondo las actuaciones del ejecutivo. Consider¨® el caso cerrado y pas¨® p¨¢gina con el fichaje de un nuevo jefe: Chris Kempczinski. Este asegur¨® que se dedicar¨ªa a supervisar el comportamiento de los empleados para emprender un lavado de cara a la empresa.
Todo cambi¨® el mes pasado, cuando otro empleado dio la pista de que otras mujeres hab¨ªan tenido relaciones ¨ªntimas con Easterbrook. Fue entonces cuando se hicieron nuevas indagaciones que revelaron problemas m¨¢s profundos. Easterbrook hab¨ªa mantenido relaciones sexuales con tres empleadas en el ¨²ltimo a?o y una de ellas hab¨ªa recibido una importante cantidad de acciones de la compa?¨ªa durante su relaci¨®n con ¨¦l. McDonald¡¯s encontr¨® las evidencias tras revisar el historial de su cuenta de correo empresarial. All¨ª encontr¨® una serie de fotos de contenido sexual que hab¨ªan sido reenviadas de esa cuenta a una personal. Easterbrook, adem¨¢s, se hab¨ªa asegurado de borrar todo el material de su m¨®vil de empresa.
Este no es el ¨²nico esc¨¢ndalo que golpea el nombre de la casa de hamburguesas m¨¢s famosa del mundo. ¡°McDonald¡¯s tiene un problema de acoso sexual¡±, se?ala Amanda Harrington, portavoz de la organizaci¨®n Time¡¯s Up, dedicada a denunciar el acoso sexual hacia mujeres en distintos ¨¢mbitos. El grupo ayud¨® en abril a dos empleados a presentar denuncias de acoso sexual en la cadena de restaurantes, un caso todav¨ªa pendiente ante los tribunales. ¡°Time¡¯s Up ha apoyado a decenas de trabajadores de restaurantes de McDonald¡¯s, que han sido v¨ªctimas de acoso y agresi¨®n sexual, en su lucha por la justicia¡±, a?ade Harrington.
La llegada de Easterbrook a McDonald¡¯s en 2015 supuso una bocanada de aire fresco en una a?eja cadena en declive. Se dedic¨® a modernizar los restaurantes e introdujo la digitalizaci¨®n de los men¨²s. La firma mejor¨® sus cifras notablemente, pero el entorno laboral segu¨ªa sufriendo por la desigualdad, los bajos salarios y el acoso sexual. Tras la modernizaci¨®n t¨¦cnica emprendida por Easterbrook era necesaria la reconstrucci¨®n de las relaciones humanas en las entra?as de la empresa. Y el papel de Chris Kempczinski ha sido mostrar transparencia en ese proceso. As¨ª que la ma?ana del lunes 10 de agosto, la firma demand¨® a Easterbrook ante un tribunal en Delaware e inform¨® a la autoridad burs¨¢til de EE UU (SEC, por sus siglas en ingl¨¦s) sobre la denuncia.
El escrutinio bajo el que est¨¢n las compa?¨ªas y los consejeros delegados en EE UU ha desatado en los ¨²ltimos a?os una serie de ceses relacionados con el comportamiento de los altos ejecutivos. Briant Crutcher, que estaba al frente de Texas Instruments, fue despedido cuando solo llevaba siete meses en el cargo por violar el c¨®digo de conducta de la empresa. Mientras que Brian Krzanish, ex consejero delegado de Intel, perdi¨® su empleo al comprobarse que ten¨ªa una relaci¨®n sentimental con una subordinada, en una empresa con estrictas normas contra las relaciones demasiado pr¨®ximas entre sus empleados. Los nuevos tiempos han tra¨ªdo nuevos est¨¢ndares de comportamiento en las plantas m¨¢s nobles de las multinacionales.
La inusitada oleada de transparencia llega semanas despu¨¦s de que McDonald¡¯s anunciara una iniciativa para promover la igualdad de oportunidades, a prop¨®sito del movimiento Black Lives Matter. ¡°McDonald¡¯s probablemente ve esta demanda como buena prensa, no como mala publicidad¡±, dice Jonathan Maze, director de la revista Restaurant Business Magazine. La firma, adem¨¢s, busca recuperar la indemnizaci¨®n que entreg¨® al ejecutivo e impedir que las acciones que ofreci¨® a una de las empleadas sean vendidas.
El mea culpa viene de la compa?¨ªa, pero trata de quitar toda la responsabilidad de la compa?¨ªa y limpiar su reputaci¨®n. ¡°Ahora sabemos que la conducta de Easterbrook se desvi¨® de nuestros valores de una manera mucho m¨¢s decisiva de lo que sab¨ªamos cuando abandon¨® la compa?¨ªa el a?o pasado. McDonald¡¯s no tolera comportamientos de ning¨²n empleado que no reflejen nuestros valores¡±, dijo Kempczinski tras anunciar la denuncia contra su antecesor.
Denuncias y un problema sistem¨¢tico
El a?o pasado, McDonald¡¯s cre¨® un programa de prevenci¨®n contra el acoso sexual. Pero este solo est¨¢ dirigido a los restaurantes propiedad directa de la compa?¨ªa y se ofrece como una opci¨®n a las sucursales operadas por otros propietarios en el modelo de franquicia. Mientras tanto, decenas de denuncias por acoso contra McDonald¡¯s esperan en los tribunales y diversas organizaciones reclaman que existe un problema sistem¨¢tico en todos los niveles de la compa?¨ªa. Antes del caso de Easterbrook y ante el surgimiento del movimiento #MeToo, una serie de empleadas presentaron decenas de denuncias contra la compa?¨ªa desde 2018. La Uni¨®n Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en ingl¨¦s) se?ala que en las cadenas de restaurantes de comida r¨¢pida en EE UU, al menos un 40% de las trabajadoras han reconocido haber sido acosadas de alguna forma, verbal o f¨ªsicamente. La organizaci¨®n considera que las acciones de la empresa son insuficientes y no se comprometen a trabajar en la reestructuraci¨®n de su ambiente laboral. ¡°McDonald¡¯s evade su responsabilidad¡±, apuntan. La compa?¨ªa tendr¨¢ que demostrar que ahora el cambio es profundo.
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