Las secuelas econ¨®micas del virus
Costar¨¢ a?os recuperar los niveles de bienestar prepandemia. ?Qu¨¦ podemos hacer para agilizar la recuperaci¨®n? No retirar el soporte econ¨®mico antes de tiempo
?Sufriremos una crisis econ¨®mica como la del 2008? Esta es la pregunta en boca de muchos que todav¨ªa sufren las consecuencias de la Gran Recesi¨®n y ven como la segunda ola de contagios por el dichoso coronavirus empieza a coger fuerza. Am¨¦n de que haya nuevos confinamientos, los expertos coinciden en que la econom¨ªa no saldr¨¢ de la cuneta mientras no haya una terapia eficaz contra el virus. Algo que los inmun¨®logos no esperan que ocurra antes del pr¨®ximo verano. Tenemos mascarilla y paro para rato.
Hay varias razones para suponer que esta recesi¨®n dejar¨¢ mella en la econom¨ªa. Primero, la ca¨ªda tan brutal de la demanda (la producci¨®n en Espa?a cay¨® un 21,5% en tasa anual en el segundo trimestre) retrasa cualquier inversi¨®n, sobre todo en innovaci¨®n y desarrollo, con consecuencias negativas para la productividad futura. Segundo, cuanto m¨¢s se alargue el par¨®n econ¨®mico, m¨¢s dif¨ªcil se le hace a hogares y empresarios pagar las letras. Las subidas de la mora afectan a la salud de los bancos, a¨²n m¨¢s cuanto m¨¢s apalancados est¨¢n hogares y empresarios.
Una regla de tres dice que cuanto m¨¢s apalancada est¨¢ una econom¨ªa, m¨¢s dif¨ªcil y lenta es la salida de una recesi¨®n. La raz¨®n es simple: el impago de pr¨¦stamos genera p¨¦rdidas a los bancos que reducen su capital y congelan la creaci¨®n de nuevos cr¨¦ditos. El flujo del cr¨¦dito es como el aceite del motor: si no fluye bien, el motor pierde potencia y hasta se puede gripar, como ocurre en las crisis financieras.
Entonces, ?cu¨¢l es el nivel de apalancamiento? Aqu¨ª hay buenas y malas noticias. La crisis del ladrillo ha dejado a hogares y bancos con cuentas m¨¢s saneadas. Las hipotecas, el mayor componente de los activos de la banca en muchos pa¨ªses, est¨¢ a niveles que dif¨ªcilmente causan ardor de est¨®mago a gobernadores de bancos centrales y ministros de econom¨ªa. M¨¢s a¨²n, las reformas introducidas tras la Gran Recesi¨®n, han dejado los cojines de capital bancario mucho m¨¢s mullidos y por lo tanto, capaces de absorber mayores p¨¦rdidas. Hasta aqu¨ª las buenas noticias.
El apalancamiento empresarial est¨¢ a su mayor nivel desde la Segunda Guerra Mundial. La deuda corporativa en los pa¨ªses desarrollados ha crecido sin prisa pero sin pausa. Los programas de financiaci¨®n introducidos por la mayor¨ªa de los gobiernos como puente de ayuda por el coronavirus han incrementado a¨²n m¨¢s el nivel de apalancamiento empresarial. Esta situaci¨®n si ha causado cierto nerviosismo entre reguladores como el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en ingl¨¦s).
?Debemos prepararnos para otra crisis financiera? Quiz¨¢ no se gripe el motor esta vez. Hist¨®ricamente, no parece que haya ninguna relaci¨®n entre la incidencia de crisis financieras y el apalancamiento corporativo previo. Esto no quiere decir que la recuperaci¨®n no se retrase y quiz¨¢ en mayor medida en Espa?a que en otros pa¨ªses. ?Por qu¨¦? La explicaci¨®n se encuentra en nuestra tradici¨®n legal, basada en el derecho civil de origen Romano y c¨®digo Napole¨®nico. La gesti¨®n de quiebras (tanto de particulares como de empresas) es mucho m¨¢s larga y costosa que en pa¨ªses como EE UU, basados en el derecho com¨²n de origen ingl¨¦s.
La relaci¨®n entre la gesti¨®n de quiebras y la recuperaci¨®n econ¨®mica es estrecha. Un estudio de las recesiones en varios pa¨ªses desarrollados desde el fin del siglo XIX hasta hoy es revelador: la resoluci¨®n r¨¢pida de empresas en bancarrota permite que la econom¨ªa no se vea afectada por el apalancamiento corporativo. Moraleja: cuanto antes se resuelven deudas impagables, antes se pone en marcha la econom¨ªa.
Las secuelas del coronavirus perdurar¨¢n. Costar¨¢ varios a?os recuperar los niveles de bienestar de antes de la pandemia. ?Qu¨¦ podemos hacer para agilizar la recuperaci¨®n? La mayor¨ªa de los gobiernos est¨¢ haciendo lo debido con medidas agresivas de pol¨ªtica fiscal y monetaria. Lo importante ser¨¢ perseverar y no retirar el soporte econ¨®mico antes de tiempo. Entre tanto y para bien de todos, tendremos que aprender a ser generosos con aquellos que no pueden hacer frente a sus pr¨¦stamos. No sea que se nos gripe el motor.
?scar Jord¨¤ es vicepresidente de la Reserva Federal de San Francisco y profesor de Econom¨ªa en la Universidad de California-Davis
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