La evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas en el siglo XXI

Una de las diez ¨¢reas tractoras del Plan de Recuperaci¨®n, Transformaci¨®n y Resiliencia de la Econom¨ªa espa?ola, presentado por el Presidente del Gobierno el mi¨¦rcoles, 7 de octubre, es Promover una Administraci¨®n del siglo XXI. A ¨¦sta ¨¢rea se pretende asignar el 5% de los 72.000 millones de euros que se est¨¢n presupuestando hasta el 2023. Si algo ha mostrado la pandemia, adem¨¢s de su poder destructor en vidas humanas, es la necesidad de contar con buenos protocolos para la recogida de informaci¨®n, buena coordinaci¨®n entre diferentes instituciones, y buena capacidad de an¨¢lisis para poder ¡°adelantarnos¡± a la expansi¨®n en los contagios, en lugar de actuar tras la constataci¨®n de su capacidad infecciosa. Esta capacidad de an¨¢lisis incluye por supuesto la necesaria evaluaci¨®n sobre las decisiones e intervenciones realizadas, tan solicitada por expertos epidemiol¨®gicos y que tanto puede ayudar a redirigir intervenciones si fuera necesario.

Nuestro pa¨ªs lleva un retraso considerable en la capacidad de gestionar diferentes fuentes de informaci¨®n que permitan aprender sobre las fortalezas y debilidades de las decisiones p¨²blicas. Y no es precisamente la existencia de datos lo que provoca ese retraso, pues nuestro pa¨ªs dispone, tanto a nivel nacional como auton¨®mico, de abundantes fuentes de informaci¨®n provenientes de registros administrativos, bien sea de renta, de tributaci¨®n, de afiliaci¨®n a la SS, de personas desempleadas, de salud, etc). Por otra parte, el Instituto Nacional de Estad¨ªstica dispone de much¨ªsima informaci¨®n, parte de la cual proviene de encuestas realizadas a amplias capas de la sociedad y que complementa la informaci¨®n que los registros contienen. Lo que falta, sin embargo, es un sistema que coordine toda esa informaci¨®n que est¨¢ dispersa, segmentada y no conectada. Hasta ahora, los registros administrativos han sido utilizados s¨®lo para gestionar. Sin embargo, promover una Administraci¨®n del siglo XXI exige que esos registros, junto a la informaci¨®n derivada de encuestas y otras posibles fuentes de informaci¨®n provenientes de big data, se ponga , de modo conjunto, debidamente anonimizado para proteger la confidencialidad, a disposici¨®n de quienes tengan la misi¨®n de analizar y evaluar las decisiones e intervenciones realizadas por las Administraciones. Muchos de estos colectivos son hoy investigadores, pero en el futuro inmediato el uso de este tipo de informaci¨®n sin duda trascender¨¢ al colectivo investigador, pues la buena evaluaci¨®n ser¨¢ un ingrediente crucial para la toma de decisiones en un mundo de necesidades crecientes y recursos escasos. No en vano, cuatro instituciones de este pa¨ªs que creemos y trabajamos por la buena evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas ¨C AFI, ISEAK, IVIE y Ksnet, acabamos de crear una alianza, denominada REDEV, para apoyar a las instituciones en sus necesidades de evaluaci¨®n.

La mayor¨ªa de nuestros vecinos europeos nos han tomado la delantera, como por desgracia suele suceder cuando uno analiza la implantaci¨®n de sistemas de gesti¨®n y administraci¨®n modernos. El modelo IDA Dan¨¦s es sin duda un ejemplo de buenas pr¨¢cticas para la gesti¨®n de datos individualizados de empresas e individuos que permiten evaluaciones del mercado laboral. El sistema es gestionado por el Instituto Dan¨¦s de Estad¨ªstica y su objetivo es facilitar a los investigadores la gesti¨®n de la recogida de toda la informaci¨®n necesaria, permitiendo la identificaci¨®n de c¨®digos de empresa y de individuos, una vez anonimizados. Este sistema naci¨® de la colaboraci¨®n entre investigadores y sector p¨²blico de Dinamarca. Pero como bien documenta AIREF en un reciente art¨ªculo de Opini¨®n, el IDA Dan¨¦s se suma a otros sistemas, como el IAB Alem¨¢n o el CASD Franc¨¦s. Este ¨²ltimo no produce datos propios, sino que act¨²a como un tercero seguro frente a las distintas administraciones. A pesar de sus diferencias en cuanto a gobernanza en la gesti¨®n de la informaci¨®n, la mayor¨ªa de estos sistemas comparten algunas caracter¨ªsticas comunes, pues (i) ponen a disposici¨®n de los analistas un repositorio de c¨®digos que facilite las tareas m¨¢s habituales, (ii) se garantiza la protecci¨®n de datos mediante protocolos contractuales, y (iii) se utilizan centros seguros para el acceso a los datos, bien sea una instalaci¨®n f¨ªsica o un acceso remoto.

Nuestro pa¨ªs est¨¢ dando sus primeros pasos hacia un sistema moderno de la gesti¨®n de la informaci¨®n. No en vano, la Secretar¨ªa de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial public¨® el 27 de Agosto de 2020 en el BOE la creaci¨®n de la denominada ¡°Oficina del Dato¡±, dependiente de dicha secretar¨ªa. Entre sus funciones se encuentran precisamente el dise?o de estrategias en materia de gesti¨®n de datos, la creaci¨®n de espacios de compartici¨®n entre empresas, ciudadanos y AAPP de modo seguro, as¨ª como los procedimientos para el acceso seguro a estas plataformas. Ser¨¢ la Administraci¨®n General del Estado quien dise?e las pol¨ªticas de gobernanza para la gesti¨®n y an¨¢lisis de los datos. Si bien es preciso dar un margen de confianza a una iniciativa en principio positiva que est¨¢ por desarrollarse, perm¨ªtanme destacar algunos elementos que considero cruciales, algunos de los cuales est¨¢n desarrollados en un reciente documento escrito por miembros de EsadeEcPol y firmado por muchos investigadores, entre quienes me encuentro, as¨ª como en el art¨ªculo de Opini¨®n de AIREF mencionado anteriormente. El primero es una coordinaci¨®n ¨¢gil entre instituciones, tanto de diferentes niveles territoriales, como de diferentes ¨¢reas. El segundo es la capacitaci¨®n de personal para llevar a cabo las solicitudes de cruces de informaci¨®n. El tercero es que los criterios de acceso a los datos sean transparentes e iguales para todos. Y el cuarto, que se posibilite el acceso remoto para evitar desigualdades territoriales de acceso.

Si en efecto, esta iniciativa resulta ser exitosa, la Administraci¨®n del siglo XXI se habr¨¢ puesto en marcha, y la evaluaci¨®n generalizada de las pol¨ªticas p¨²blicas puede ser una realidad que servir¨¢ a las y los responsables de las mismas a dirigir su rumbo con mucho mayor conocimiento del que se tiene hasta ahora. Y de paso, se impondr¨¢ la rendici¨®n de cuentas, que tanto necesita este pa¨ªs.

Sara de la Rica es directora de la Fundaci¨®n ISEAK.