Espa?a teme el riesgo de crisis de deuda soberana en Latinoam¨¦rica

La pandemia impacta con fuerza en el lado de all¨¢: con el desplome del PIB, la renta per c¨¢pita en Latinoam¨¦rica ha retrocedido una d¨¦cada, y la pobreza extrema est¨¢ a niveles de los noventa, nada menos. Europa nunca fue el mejor lugar para sentirse optimista con Am¨¦rica Latina, y puede que Espa?a tampoco lo sea: el Ejecutivo alerta en un documento interno del riesgo de crisis de deuda ¡°inmanejables¡±. La diplomacia espa?ola dibuja un panorama socioecon¨®mico sombr¨ªo. Ante el escaso margen fiscal y monetario de la regi¨®n, Espa?a apuesta por abrir l¨ªneas de financiaci¨®n multilaterales para evitar males mayores.

El FMI, el Banco Mundial y la Cepal pronostican ca¨ªdas del PIB en torno al 8% este a?o: ese batacazo ha resucitado la maldici¨®n latinoamericana de la d¨¦cada perdida. A finales de 2020 habr¨¢ 214 millones de pobres en la regi¨®n, m¨¢s de un tercio de la poblaci¨®n, y se prev¨¦ que 83 millones de personas caigan en la extrema pobreza, un artificio estad¨ªstico que pone el umbral en unos ingresos inferiores a 1,9 d¨®lares al d¨ªa: eso supone un amargo regreso a los muy olvidables a?os noventa. La crisis migratoria no tiene precedentes. La desigualdad alcanza alturas mareantes. La corrupci¨®n y los estallidos de violencia siguen a la orden del d¨ªa. Y a la hip¨¦rbole que esbozan los datos socioecon¨®micos se unen las tendencias sociopol¨ªticas, con un malestar que se refleja en niveles de insatisfacci¨®n con la democracia que han pasado del 51% al 71%, los peores n¨²meros en un cuarto de siglo. Esa lasa?a de cifras y complejidades deja expuesta a la regi¨®n ante sus viejos fantasmas: Espa?a, en ese documento de apenas una docena de jugosas p¨¢ginas, alude al ¡°riesgo de una nueva crisis de deuda soberana y un prolongado ciclo de pol¨ªticas de austeridad¡±. Los ajustes, que ya han empezado en alg¨²n pa¨ªs, ¡°pueden agravar las fracturas sociales¡± si no se arbitra una respuesta multilateral, que Espa?a se ofrece a liderar.

¡°Adem¨¢s de los retos de salud, los pa¨ªses de la regi¨®n pueden tener dificultades para conseguir financiaci¨®n. No existe para ellos ni una Reserva Federal ni un Banco Central Europeo: m¨¢s all¨¢ del mercado, su capacidad va a depender de las respuestas que puedan dar las instituciones financieras internacionales¡±, explic¨® el pasado jueves la secretaria de Estado de Exteriores e Iberoam¨¦rica, Cristina Gallach.

Con permiso de Eduardo Galeano, escribir de pol¨ªtica econ¨®mica latinoamericana requiere ¡°el estilo de una novela de amor o de piratas¡±. En Am¨¦rica Central y del Sur la pirater¨ªa econ¨®mica tiene una mala salud de hierro: las crisis de deuda se suceden cada 10 a?os ¡ªgrosso modo¡ª y siempre parece haber una d¨¦cada perdida detr¨¢s de la esquina. Las m¨¦tricas del hurac¨¢n actual se comparan estupendamente con las de la Gran Depresi¨®n, que dej¨® una fea cicatriz en aquellas latitudes, o con la formidable crisis de deuda de los ochenta. Pero all¨¢ por 2008, con Lehman Brothers metiendo al mundo en un lodazal, la econom¨ªa global viv¨ªa una historia de amor con Latinoam¨¦rica: la regi¨®n ven¨ªa de un lustro buen¨ªsimo, que solo pinch¨® en 2009 pero se recuper¨® r¨¢pidamente con la inestimable ayuda del superciclo de materias primas y de China. Aquella luna de miel dej¨® paso a la ineludible novela de piratas: la regi¨®n entr¨® en la pandemia cojeando, con una pata de palo en forma de un lustro de crisis.

La covid amenaza con sajar tambi¨¦n la pierna buena. ¡°Las crisis sanitaria, econ¨®mica y social se producen en un escenario pol¨ªtico fragmentado y polarizado, con bajos niveles de confianza en las instituciones y elevada desafecci¨®n ciudadana, econom¨ªas fr¨¢giles y altos niveles de desigualdad, pobreza y exclusi¨®n que pueden originar revueltas sociales y crisis pol¨ªticas profundas¡±, seg¨²n el diagn¨®stico del citado documento, al que ha tenido acceso EL PA?S. El cuadro m¨¦dico combina malestar social ¡ªha habido revueltas en Chile, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela¡ª y volatilidad pol¨ªtica, en la que se mezclan virajes bruscos (M¨¦xico, Argentina) y varios l¨ªderes con tendencias autoritarias. Espa?a, eso s¨ª, aplaude los recientes episodios en Chile y Bolivia: no todo iban a ser malas noticias.

El flanco econ¨®mico es un aut¨¦ntico quebradero de cabeza. Antes de la pandemia, Argentina y Ecuador ya aplicaban programas de ajuste patrocinados por el FMI. ¡°En la situaci¨®n actual, una parte importante de la regi¨®n se puede ver abocada a afrontar crisis de deuda inmanejables¡±, a juicio de Exteriores. Eso volver¨ªa a poner de relieve la falta de un mecanismo multilateral para reestructurar deudas, que reconozca ¡°tanto los derechos de los acreedores como las necesidades de los pa¨ªses endeudados¡± y evite a los ¡°fondos oportunistas¡±.

Espa?a, con grandes intereses en la zona, denuncia una ¡°respuesta multilateral insuficiente¡±: la moratoria de deuda acordada en el G20 solo cubre a los 76 pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo, lo que deja fuera a la inmensa mayor¨ªa de Am¨¦rica Latina. El Gobierno plantear¨¢ propuestas tanto en el FMI como en el propio G20 para encontrar soluciones: ¡°Se busca evitar que la crisis sanitaria derive en una crisis de deuda de grandes proporciones¡±. Entre las recetas que contempla Espa?a est¨¢n una emisi¨®n extraordinaria de derechos especiales de giro (el capital del FMI, una soluci¨®n complicada por el bloqueo de EE UU) o la posibilidad de que el Fondo use en Am¨¦rica el margen del que dispone para Europa si el Viejo Continente no lo necesita. Se proponen tambi¨¦n ¡°moratorias amplias¡± y la flexibilizaci¨®n de l¨ªneas de liquidez del FMI y de los bancos multilaterales de desarrollo. Espa?a no se ahorra propuestas que pueden levantar ampollas, como ¡°un mayor esfuerzo fiscal por parte de las ¨¦lites de cada pa¨ªs¡±.

Pesimismo matizado

Ese an¨¢lisis data del pasado junio. El Ejecutivo ha matizado recientemente el tono pesimista del informe: la n¨²mero dos de Exteriores, Cristina Gallach, augur¨® la semana pasada ¡°dificultades en varios pa¨ªses para hacer frente a problemas de financiaci¨®n¡±, aunque evit¨® mencionar el sintagma maldito ¡°crisis de deuda¡±. Jos¨¦ Antonio Ocampo, de Columbia, admite que el impacto de la pandemia ha sido ¡°muy fuerte¡± pero no comparte los an¨¢lisis m¨¢s sombr¨ªos: ¡°Las reestructuraciones en Argentina y Ecuador funcionaron y hay l¨ªneas de cr¨¦dito del FMI en varios pa¨ªses. Y lo m¨¢s importante: a diferencia de otras veces, el cierre de los mercados dur¨® apenas un par de meses. Puede haber problemas puntuales si la crisis sanitaria se prolonga, pero a Am¨¦rica Latina tampoco le va peor que al sur de Europa¡±, cierra con una iron¨ªa que funciona a la vez como una verdad inc¨®moda.

Las fracturas del mundo poscovid

El documento de Exteriores plantea desde su arranque ¡°iniciativas y acciones concertadas en el G20 y otros foros con el objeto de facilitar el acceso a la financiaci¨®n y alivio de la deuda frente a la crisis¡±, pero va mucho m¨¢s all¨¢: Espa?a pretende reforzar su estrategia diplom¨¢tica en la regi¨®n ¡ªtiene previstas dos visitas en breve: a Chile y a Bolivia¡ª, y sobre todo quiere reforzar el papel de la UE en Am¨¦rica Latina, ante la feroz competencia geopol¨ªtica de China y Estados Unidos. ¡°Am¨¦rica Latina puede ser uno de los escenarios en los que se dirimir¨¢n algunas de las fracturas clave del mundo poscovid: nacionalismo o cooperaci¨®n global; sociedades abiertas o cerradas, democr¨¢ticas o autoritarias; y sobre el papel de Espa?a y la UE en un mundo de creciente competencia geopol¨ªtica¡±, apunta el informe del Ejecutivo espa?ol, que constata que la UE es un actor ¡°poco relevante¡± en la regi¨®n.

Para recuperar influencia, Espa?a propone mejorar el tratamiento de Am¨¦rica Latina en el Marco Financiero Plurianual, el presupuesto de la UE. Exteriores pretende desempe?ar ¡°un papel m¨¢s activo en las crisis regionales, en particular en Venezuela¡±, y planea incrementar los recursos ¡°para que la estrategia de cooperaci¨®n espa?ola recupere credibilidad y capacidad¡±.

Espa?a constata la crisis de las iniciativas de cooperaci¨®n regional: Unasur se ha desmantelado; la Celac est¨¢ paralizada desde 2017 y proyectos como la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Prosur o el Grupo de Lima ¡°no tienen credibilidad ni autonom¨ªa por su alineamiento con EE UU¡±. La Alianza del Pac¨ªfico ¡°ha perdido su atractivo original¡± y en Mercosur ¡°hay tensiones por el enfrentamiento entre Brasil y Argentina¡±, aunque Espa?a urge la entrada en vigor provisional del acuerdo UE-Mercosur.