Objetivo: preservar la creaci¨®n de un gran ¡®hub¡¯ en Barajas
El Gobierno quiere estar encima de Air Europa y propiciar la integraci¨®n en el grupo de Iberia para potenciar el centro de operaciones en Madrid.
Hace exactamente un a?o, al amanecer del 4 de noviembre y tras seis meses de negociaci¨®n secreta, Luis Gallego y Javier Hidalgo sellaron un contrato seg¨²n el que la compa?¨ªa Iberia, presidida por el primero, se compromet¨ªa a adquirir Air Europa, controlada por la familia del segundo, por 1.000 millones de euros. El acuerdo quedaba sujeto, como mandan los c¨¢nones, a los permisos de las autoridades de la competencia europeas; pero era satisfactorio para las dos partes. Para el grupo IAG, en el que se integra Iberia, porque cumpl¨ªa sus objetivos de crecimiento, y para los Hidalgo porque se embolsaban una millonada. Tambi¨¦n para el Gobierno, que vio en la integraci¨®n la oportunidad de contar en Madrid con un hub a¨¦reo con la dimensi¨®n deseada para competir con los grandes.
Pero el acuerdo aquel corre ahora peligro por la crisis. De momento, la aerol¨ªnea de Globalia (adem¨¢s de AE, tiene Viajes Halc¨®n y los hoteles Be Live) ha tenido que acudir al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estrat¨¦gicas que constituy¨® el Gobierno con una dotaci¨®n de 10.000 millones para respaldar a compa?¨ªas con problemas por la crisis. Air Europa fue la primera en pedir ¨¢rnica y esta misma semana el Consejo de Ministros le ha concedido 475 millones, a devolver en seis a?os, que se suman a los 140 millones que hab¨ªa recibido con aval del ICO en pleno confinamiento. Asimismo, el Ejecutivo ha impuesto que la SEPI, brazo industrial del Estado, nombrar¨¢ dos consejeros, adem¨¢s de consensuar el nombramiento del consejero delegado, y a trav¨¦s de ellos autorizar¨¢ operaciones estrat¨¦gicas y ajustes de plantilla.
En roman paladino, el Gobierno quiere estar muy encima de lo que haga AE. El Gobierno parte del convencimiento de que si pone dinero p¨²blico no es para malgastarlo y que, a partir de ahora, cualquier negociaci¨®n deber¨¢ contar con su aquiescencia. Su principal objetivo es preservar el hub aeroportuario y, seg¨²n fuentes consultadas, propiciar lo que pueda la integraci¨®n en IAG.
El hub es la gran obsesi¨®n y la combinaci¨®n de las operaciones de las dos compa?¨ªas permitir¨ªa que Madrid, que ahora est¨¢ a la cola (puesto 19 por destinos internacionales) estuviera entre los principales aeropuertos europeos, ofreciendo la mejor red a Latinoam¨¦rica y pudiendo crecer en otras regiones. El avance asegurar¨ªa el crecimiento y la atracci¨®n de inversiones a Espa?a.
Cuenta para ello con que las relaciones con el grupo hispanobrit¨¢nico, cuyas riendas conduce el getafense Luis Gallego, son estrechas y dan por seguro que este no se va a aprovechar de la situaci¨®n para negociar a precio de saldo. En realidad, las dos empresas no han dejado de mantener los contactos, aunque durante la negociaci¨®n de los cr¨¦ditos a AE, los responsables de IAG se apartaron a un lado. Ahora les toca de nuevo entrar en liza e iniciar una segunda fase decisiva para concretar la operaci¨®n, que si rompe unilateralmente supondr¨¢ que tendr¨¢ que abonar una indemnizaci¨®n de 40 millones a los Hidalgo.
Para IAG, la integraci¨®n de AE sigue teniendo encaje, aunque evidentemente la situaci¨®n no es la misma que en noviembre pasado. ¡°No compramos lo mismo, hay que volver a mirarlo todo, desde las condiciones de devoluci¨®n de la deuda hasta las restricciones a la capacidad de toma de decisiones estrat¨¦gicas que imponga el Ejecutivo¡±, dijo Gallego en la presentaci¨®n de resultados del grupo el pasado 30 de octubre. Es decir, los 1.000 millones se quedar¨ªan reducidos a menos de 500.
La crisis generada por la pandemia, que en el caso del sector a¨¦reo es particularmente dram¨¢tica, ha tirado por tierra muchas expectativas que se hab¨ªan creado, especialmente para el honor de los Hidalgo, que est¨¢n pasando su annus horribilis. En tan solo 12 meses, el grupo familiar creado de la nada por el salmantino Juan Jos¨¦ Hidalgo ha perdido la sonrisa y tenido que resignar a que la aerol¨ªnea haya sido rescatada y a que el pelotazo de 1.000 millones se reduzca a m¨¢s de la mitad.
Partiendo de la base de que primero hay que ponerse de acuerdo con los Hidalgo, en IAG no disimulan que no les gustan demasiado las limitaciones de la SEPI, que por cierto espera que IAG presente su plan de viabilidad para AE. As¨ª se lo ha hecho llegar junto al mensaje de que el rescate tiene ¡°mecanismos que permiten ajustarlo a la nueva situaci¨®n¡±. A todo esto, se a?ade que cualquier acuerdo debe ser evaluado por Bruselas, que durante todos estos meses ha exigido papeles a medida de que cambiaban las cosas.
Un problema a?adido para fijar el precio es que AE no tiene capacidad para devolver por s¨ª sola las ayudas en seis a?os y que ser¨¢ IAG la que tendr¨¢ que hacer frente a la deuda si se concreta la operaci¨®n. AE obtuvo en 2018, el mejor ejercicio de su historia, un beneficio neto de 50 millones. A ese ritmo tardar¨ªa 13 a?os en devolver los cr¨¦ditos. El sector no prev¨¦ recuperarse hasta 2023 como pronto. Su flota, en su mayor parte de alquiler, funciona a menos del 30% y consume 30 millones de euros al mes por los costes fijos. Es decir, o integraci¨®n o el Estado puede convertirse en accionista mayoritario, como ocurri¨® con los rescates de Air France-KLM, Lufthansa y Alitalia.
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