Personas y empresas

Para paliar los devastadores efectos econ¨®micos de la covid, algunos pa¨ªses han enfatizado m¨¢s las ayudas a las familias necesitadas y otros, las destinadas a la actividad empresarial. No son incompatibles, ya que en el corto plazo era necesario el apoyo a los hogares sin ingresos o muy disminuidos ¨Ctuvieran trabajo o no¨C y conjuntamente las acciones para empresas que permitan mantener la actividad y el empleo, tanto en el corto como en el medio plazo, lo que redunda en el bienestar personal.

En nuestro pa¨ªs, la mayor parte de los apoyos p¨²blicos a empresas se han canalizado a trav¨¦s de los ERTE y de los avales del ICO, que han supuesto un esfuerzo financiero notable. Aunque todo es mejorable, han funcionado bien, logrando aminorar notablemente las repercusiones sobre el empleo, mantener la liquidez de las empresas y la salud de la cadena de pagos de la econom¨ªa. Ante la persistencia de la pandemia, estos dos ejes de actuaci¨®n deber¨ªan mantenerse ¨C¨²nicamente para empresas y actividades viables¨C al menos, hasta finales de primavera de 2021. Sin embargo, en Espa?a se echa en falta una mayor contundencia de ayudas p¨²blicas directas a las empresas, como ha sucedido en otros pa¨ªses. Es, adem¨¢s, m¨¢s perentorio, por la gran importancia cuantitativa de pymes y aut¨®nomos en nuestro tejido productivo y el mayor peso de sectores como el turismo, hosteler¨ªa y restauraci¨®n, tan impactados por la pandemia en s¨ª y por las medidas restrictivas de confinamiento y cierre de locales. Espa?a ha concedido solamente un montante de alrededor del 4% del PIB en ayudas directas, muy por debajo de otros pa¨ªses europeos como, por ejemplo, Alemania, con una cifra por encima del 10%, o de Estados Unidos. Adem¨¢s, esos pa¨ªses han reforzado recientemente las transferencias directas a empresas ¨Ca fondo perdido¨C ante los nuevos confinamientos y cierre de actividades.

El Fondo Monetario Internacional, entre otras recomendaciones, reiter¨® la semana pasada la necesidad de reforzar programas de apoyo a empresas viables y grupos poblacionales vulnerables. Gastar mucho m¨¢s hoy, pero ojo, con un plan de vuelta al rigor presupuestario ¨Cdonde menos cre¨ªbles somos como pa¨ªs¨C tras la pandemia. Es importante, adem¨¢s, que se refuercen los incentivos para despu¨¦s de la crisis, como sustentar en todo lo posible la actividad empresarial con futuro, para salir de la crisis y mantener y a crear empleo. Y hacerlo de forma m¨¢s decidida con transferencias directas, que son las que aumentan la necesaria resiliencia empresarial en tiempos de incertidumbre. Tambi¨¦n en las ayudas directas a familias ser¨ªa necesario incluir est¨ªmulos m¨¢s potentes a la b¨²squeda de trabajo tras la crisis. Una recuperaci¨®n econ¨®mica con un menor peso de contribuyentes ¨Csean personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas¨C y mayor de los dependientes del sector p¨²blico, nos dejar¨ªa en una situaci¨®n de gran dificultad.

No se debe caer en la falacia de que apoyar m¨¢s con transferencias a las empresas impide ayudar menos a las personas. Es, m¨¢s bien, al contrario, reforzar la resiliencia de las empresas ahora, sustenta a las familias y sus empleos hoy y tambi¨¦n cuando esta pesadilla pase.