La UE podr¨¢ adoptar represalias en 20 d¨ªas si el Reino Unido se desmarca del acuerdo

La Uni¨®n Europea podr¨¢ adoptar represalias contra el Reino Unido de manera expeditiva si Londres se embarca en una deriva legislativa destinada a rebajar los est¨¢ndares sociales, laborales, medioambientales y de lucha contra el cambio clim¨¢tico. El acuerdo alcanzado el jueves entre Bruselas y Londres, al que ha tenido acceso EL PA?S, prev¨¦ que las medidas de compensaci¨®n o reequilibrio, incluida la suspensi¨®n de partes del acuerdo o la imposici¨®n de aranceles, se podr¨¢n adoptar en solo 20 d¨ªas. El estricto mecanismo est¨¢ disponible para las dos partes. Pero ha sido introducido por la insistencia de los negociadores europeos ante el temor de que el Reino Unido pueda aprovechar su autonom¨ªa legislativa para ejercer una competencia desleal que colocar¨ªa a las empresas comunitarias en desventaja con las brit¨¢nicas.

La negociaci¨®n de los mecanismos de vigilancia, defensa y retorsi¨®n del acuerdo ha ocupado gran parte de los 10 meses de encuentros y desencuentros entre el equipo europeo, liderado por Michel Barnier, y el brit¨¢nico, con David Frost al frente. El Ejecutivo conservador de Boris Johnson se resist¨ªa a cualquier tipo de cortapisa a su capacidad legislativa. Pero el precio a pagar por un acuerdo que ofrece a las empresas brit¨¢nicas acceso al mercado europeo sin aranceles ni cuotas ha sido el establecimiento de un sistema de control f¨¦rreo y preciso en los plazos de actuaci¨®n.

La sombra de la Comisi¨®n Europea, por tanto, seguir¨¢ siendo bastante alargada sobre Westminster a juzgar por el contenido en las 1.246 p¨¢ginas del acuerdo alcanzado por las dos partes el d¨ªa de Nochebuena. Adem¨¢s de la vigilancia mutua sobre los subsidios p¨²blicos, para evitar el dopaje ilegal de las empresas, el documento incluye un mecanismo de supervisi¨®n sobre los cap¨ªtulos legislativos m¨¢s sensibles con draconianos plazos para reaccionar ante cualquier normativa que contravenga lo pactado.

El cap¨ªtulo sobre la competencia leal, en su art¨ªculo 9, ¡°reconoce el derecho de cada parte de determinar sus pol¨ªticas futuras y prioridades respecto a [legislaci¨®n] laboral y social, medioambiental o de protecci¨®n del clima, o respecto al control de los subsidios¡±. Pero a?ade que ambas partes reconocen que ¡°las divergencias significativas en esas ¨¢reas pueden ser capaces de impactar en el comercio e inversi¨®n entre las partes de manera que cambien las circunstancias que han formado la base para la conclusi¨®n de este Acuerdo¡±

El texto se?ala que en caso de que una de las partes perciba que la legislaci¨®n de la otra en materia laboral, social o medioambiental est¨¢ teniendo ¡°un impacto material¡± podr¨¢ notificar las medidas de reequilibrio que va a adoptar para paliar la situaci¨®n. Medidas que pueden incluir la suspensi¨®n de ciertas partes del acuerdo o la imposici¨®n de grav¨¢menes a la exportaci¨®n.

La notificaci¨®n abrir¨¢ un plazo de consultas entre ambas partes de 14 d¨ªas. Y si no se llega a un acuerdo, las medidas de retorsi¨®n podr¨¢n entrar en vigor cinco d¨ªas despu¨¦s de expirado el per¨ªodo de di¨¢logo. La parte acusada dispondr¨¢ de la posibilidad de solicitar un arbitraje para congelar brevemente la aplicaci¨®n de las represalias. Pero el panel de arbitraje deber¨¢ pronunciarse en solo 30 d¨ªas. Si no se pronuncia en ese plazo, las represalias entrar¨¢n en vigor, con la posibilidad para la parte acusada de contraatacar tambi¨¦n con sus propias medidas.

El acuerdo tambi¨¦n prev¨¦ un sistema de consultas previo que se puede activar sobre el impacto de las diferentes normativas, con vistas a limar las posibles asperezas y con la posibilidad de recurrir a un panel de expertos que dirima la posible disputa.

En el caso de subsidios que supongan un riesgo de distorsi¨®n de la competencia el per¨ªodo de consultas podr¨¢ prolongarse durante 60 d¨ªas. Y a falta de acuerdo, se podr¨¢n adoptar medidas de represalia sometidas despu¨¦s a un posible arbitraje.

Estos mecanismos, seg¨²n Bruselas, permitir¨¢n garantizar el mantenimiento de elevados est¨¢ndares a los que se han comprometido ambas partes en el acuerdo. El documento incluye una cl¨¢usula de no regresi¨®n por el que Londres se compromete a preservar el nivel de la normativa comunitaria laboral, social y medioambiental tal y como est¨¦ el 31 de diciembre de este a?o. Adem¨¢s, reafirma su compromiso con el objetivo de neutralidad clim¨¢tica en 2050.

La introducci¨®n de un mecanismo expeditivo de reacci¨®n permitir¨¢, seg¨²n Bruselas, adoptar medidas de salvaguarda para la econom¨ªa europea si se detecta una competencia desleal por la v¨ªa de las normas aprobadas en el Parlamento brit¨¢nico o por las decisiones del actual Gobierno, encabezado por el conservador Johnson, o de futuros ejecutivos.

La dureza del control preventivo, planteada desde el principio por el equipo de Barnier, gan¨® m¨¢s fuerza a¨²n durante la fase m¨¢s cr¨ªtica de la negociaci¨®n. La decisi¨®n de Johnson de saltarse lo previsto en el acuerdo de salida del Reino Unido de la UE solo unos meses despu¨¦s de que se consumara el Brexit el 31 de enero dispar¨® las alarmas en Bruselas y en todas las capitales comunitarias.

Johnson dio finalmente marcha atr¨¢s y retir¨® una ley de mercado interior que violaba, seg¨²n la Comisi¨®n Europea, lo pactado en el acuerdo del Brexit en relaci¨®n con la ausencia de una frontera dura entre la rep¨²blica de Irlanda (socio de la UE) y la provincia brit¨¢nica de Irlanda del Norte. Pero la desconfianza sembrada en Bruselas ha acabado reflej¨¢ndose en la negociaci¨®n de unos sistemas de vigilancia del nuevo acuerdo que, en funci¨®n de c¨®mo evolucione la relaci¨®n, podr¨ªa ser interpretada en los pr¨®ximos a?os en Londres como una injerencia de la UE en el desarrollo legislativo brit¨¢nico.

De momento, la UE ha iniciado este viernes la tramitaci¨®n a marchas forzadas del acuerdo. Los embajadores de los 27 socios en la capital comunitaria, que por primera vez en la historia del club se han reunido en un d¨ªa de Navidad, han acordado ya de manera preliminar su intenci¨®n de aplicar de manera provisional el nuevo tratado a partir del 1 de enero con el objeto de evitar que las relaciones comerciales entre la UE y Reino Unido sufran un descalabro fronterizo y aduanero tras el final del per¨ªodo transitorio del Brexit (el 31 de diciembre).

El visto bueno definitivo para esa aplicaci¨®n podr¨ªa llegar el 28 de diciembre, a solo tres d¨ªas del temido abismo, si la revisi¨®n en las capitales confirma el texto pactado por Barnier y Frost.