De la guerra del pimiento a la marcha verde
Las organizaciones agrarias cumplen m¨¢s de 40 a?os de protestas para pedir soluciones a los mismos problemas
En 1977, Fidenciano Aus¨ªn, entonces un joven agricultor de Mazuela (Burgos), se manifestaba en demanda de precios justos y contra los intermediarios. Eran los tiempos en los que el campo se echaba al monte de verdad. M¨¢s de 40 a?os despu¨¦s solo hay 57 personas censadas en ese peque?o pueblo burgal¨¦s. La mayor¨ªa ya est¨¢n jubilados. Y solo queda media docena de agricultores que se preocupan por sus tierras.
Estos d¨ªas en los que el campo se ha vuelto a rebelar, Fidenciano se ha quedado en casa. Se siente defraudado. Sin embargo, su hijo Eduardo, socio de la Asociaci¨®n Agraria de J¨®venes Agricultores (Asaja), ha acudido a las movilizaciones. Grita las mismas consignas que su padre 40 a?os atr¨¢s. Eduardo cree hay que hacer algo ante la acumulaci¨®n de problemas que se ciernen sobre el campo. En ocasiones, confiesa decepcionado que el principal enemigo del sector es el propio agricultor. Su abuelo Zacar¨ªas fue de los primeros socios de una cooperativa av¨ªcola para comprar pienso y vender los huevos. ?l prefiere ir por su cuenta.
Las movilizaciones agrarias arrancaron t¨ªmidamente en los ¨²ltimos a?os del franquismo. En esa ¨¦poca se sucedieron las llamadas guerras del pimiento en 1973, la de la leche en 1974, la del tomate en 1975 o la del ma¨ªz en 1976.
En ese contexto nacieron movimientos agr¨ªcolas ligados a partidos de izquierda. Agricultores del PC junto con profesionales independientes crearon el germen de lo que luego fue la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag).
Pero la primera gran movilizaci¨®n se produjo en 1977 y marc¨® un punto de inflexi¨®n en el sector. M¨¢s de 100.000 tractores se echaron a las carreteras espa?olas durante dos semanas. La protesta comenz¨® en una asamblea en la que participaron un millar de agricultores en las llamadas canteras de Rodezno, en la localidad riojana de Haro. Se convoc¨® para presionar por los bajos precios de la patata, pero tambi¨¦n contra la resistencia del entonces ministro del Interior, Rodolfo Mart¨ªn Villa, de no reconocer a algunas organizaciones de agricultores.
A las cinco de la ma?ana del 21 de febrero de ese a?o, cientos de tractores, que sorprendieron a la Guardia Civil del pueblo, salieron a las carreteras riojanas. Los vecinos de Burgos no tardaron en unirse a la marcha, seguida por la Uni¨®n de Campesinos en Le¨®n y un reguero de agricultores de toda Espa?a. En los d¨ªas siguientes casi 100.000 tractores los secundaron. No hubo graves incidentes y los guardias civiles compartieron fogatas y parrilladas con los agricultores durante las 15 largas noches en las carreteras.
En esa primera movilizaci¨®n conjunta de todo el campo se dieron la mano las organizaciones sindicales y las fuerzas econ¨®micas. Estaba naciendo un nuevo sindicalismo comandado por las organizaciones que dieron lugar a Coag. Tambi¨¦n salieron a la calle los agricultores liderados por los dirigentes de las viejas Hermandades de Labradores y Ganaderos ¡ªmuchos de los cuales fueron el germen de Asaja¡ª, que tampoco quer¨ªan perder su peso en la representatividad del sector.
La crisis de las vacas locas
A lo largo de estos m¨¢s de 40 a?os, las movilizaciones han sido una constante en el sector. Durante los casi nueve a?os en que Carlos Romero fue ministro de Agricultura, entre 1982 y 1991, se celebraron protestas casi todas las primaveras por los precios y el temor a los efectos por la entrada en la actual UE.
Otra de las grandes movilizaciones fue la de junio de 1990, o la llamada Marcha Verde en 1993 cuando Pedro Solbes era ministro de Agricultura. Ese a?o, decenas de miles de agricultores se concentraron en la plaza de Espa?a de Madrid. Tambi¨¦n fueron llamativas las movilizaciones por la defensa del olivar en 1996 y 1997, cuando era la ministra Loyola de Palacio. Entonces gritaban consignas por la reforma de la PAC. En 2000 la causa de las manifestaciones fue la crisis de las vacas locas.
En noviembre de 2009 se produjo una de las movilizaciones m¨¢s numerosas. Tras varias jornadas de paro en el campo, se produjo una protesta con m¨¢s de 200.000 manifestantes. Elena Espinosa estaba al frente de Agricultura. Tras la protesta, el Gobierno de Zapatero constituy¨® un grupo interministerial para abordar los problemas del sector agrario y el medio rural, pero nunca se volvieron a tener noticias del mismo.
¡°Te roban tus ovejas, tu libertad, tu trigo. ?Hasta cu¨¢ndo, amigo?¡±
Poco ha cambiado en 40 a?os: las demandas por los precios justos siguen protagonizando las movilizaciones y los intermediarios se han sustituido por la cadena alimentaria. Protestas viejas para las mismas reivindicaciones en una actividad que pierde activos. El sector envejece, apenas goza de reconocimiento social y tiene escasa rentabilidad, seg¨²n las asociaciones agrarias.
Coag y Asaja participaron juntos en la primera manifestaci¨®n unitaria en 1977. Compart¨ªan inquietudes al reclamar precios justos por la guerra de la patata. En aquella ¨¦poca una pancarta resum¨ªa el sentir del campo: "Te roban tus ovejas, tu libertad, tu trigo. ?Hasta cu¨¢ndo, amigo?".
Tras el ingreso de Espa?a en la Uni¨®n Europea, las negociaciones de precios en el mercado pasaron a depender de Bruselas, poco a poco fueron perdiendo peso hasta pr¨¢cticamente su eliminaci¨®n. Las negociaciones fueron sustituidas por las ayudas directas y mecanismos para regular los mercados que tambi¨¦n se han ido desmantelando.
A lo largo de estos m¨¢s de 40 a?os, las movilizaciones tuvieron como bandera los precios en diferentes producciones donde cabe destacar el olivar, la leche y los productos hortofrut¨ªcolas especialmente la patata, cultivos de invernaderos y, en menor medida, otros como el vino, la avicultura y la apicultura. A su vez, por la rentabilidad global de las explotaciones en las movilizaciones se apuntaron los problemas de financiaci¨®n, m¨®dulos, fiscalidad, los derivados de la sequ¨ªa, el gas¨®leo, el cese anticipado, los m¨¢rgenes comerciales, los grupos de distribuci¨®n o la posici¨®n de competencia frente al sector agrario.
Las movilizaciones agrarias han respondido igualmente a un cambio profundo a la pol¨ªtica agraria derivado por la entrada en la actual UE.
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