Una huelga masiva paraliza Petrobras y eleva el riesgo de desabastecimiento de gasolina en Brasil

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M¨¢s de 20.000 empleados de Petrobras ¨Dpr¨¢cticamente la tercera parte de la plantilla de la mayor empresa estatal de Brasil¨D suman ya m¨¢s de dos semanas de huelga, una situaci¨®n que eleva el riesgo de desabastecimiento en el gigante sudamericano. El paro ha superado todo tipo de escollos: desde la amenaza por parte de la compa?¨ªa de no pagar la n¨®mina a los empleados que no acudan a trabajar hasta un fallo del Tribunal Supremo Federal (STF) a favor de la petrolera, que determin¨® que se reestableciera el porcentaje m¨ªnimo del 90% de empleados que han de seguir trabajando.

Pero sigue adelante, paralizando la actividad en 113 plantas repartidas en 13 Estados del pa¨ªs, seg¨²n los datos de la FNP, la Federaci¨®n Nacional de Trabajadores del Petr¨®leo. Detr¨¢s del paro est¨¢ la petici¨®n de que se anulen los despidos de los empleados de la f¨¢brica de fertilizantes nitrogenados de Paran¨¢, cuyo cierre definitivo ha sido comunicado recientemente por Petrobras y conlleva la salida de casi 400 empleados, y el cumplimiento de los acuerdos de negociaci¨®n colectiva por parte de la empresa. Los camioneros hicieron un gesto a los petroleros este lunes al unirse a ellos en una protesta en el puerto de Santos contra el alto precio del di¨¦sel.

Ajena a la creciente presi¨®n, Petrobras se mantiene en sus trece: insiste en que el movimiento est¨¢ ¡°fuera de lugar¡± y afirma haber tomado las medidas oportunas para garantizar la continuidad de sus actividades. Seg¨²n la compa?¨ªa, los centros est¨¢n operando adecuadamente, ¡°con refuerzos de equipos de contingencia cuando hace falta, y no hay impactos en la producci¨®n hasta la fecha¡±. La petrolera estatal ha sido autorizada para contratar trabajadores temporales que sustituyan a quienes est¨¢n huelga y no descarta importar combustible si es necesario para asegurar el normal suministro.

Riesgo de desabastecimiento

El paro ha elevado el riesgo de que no haya gasolina suficiente para abastecer las ingentes necesidades de consumo del pa¨ªs m¨¢s grande de Am¨¦rica Latina. D¨¦cio Oddone, director general de la Agencia Nacional del Petr¨®leo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP), envi¨® una carta al Tribunal Superior del Trabajo alertando sobre el riesgo de desabastecimiento de combustibles por la huelga de los trabajadores. En la misiva, obtenida por la agencia Reuters, Oddone afirma que, aunque Petrobras ha tratado de aplicar soluciones temporales y ha destinado equipos de contingencia a las instalaciones operativas, ¡°la situaci¨®n se aleja de la normalidad¡±. Hasta el momento no ha tenido impacto sobre el suministro. Pero ¡°pero puede que se produzca¡±, subraya Oddone.

Los sindicatos discrepan: creen que la huelga no pone en riesgo la producci¨®n de la compa?¨ªa y consideran que Petrobras utiliza dos discursos distintos para tratar la cuesti¨®n del desabastecimiento en funci¨®n de cu¨¢l le interese m¨¢s.

Protesta contra el giro liberal en la petrolera

M¨¢s all¨¢ de los casi 400 despidos en la planta de fertilizantes de Paran¨¢, la plantilla denuncia que Petrobras no est¨¢ respetando el acuerdo de negociaci¨®n colectiva y reclama el fin de la pol¨ªtica de paridad con el mercado internacional ¡ªque puso en marcha el Gobierno de Michel Temer y que ajusta el precio que del gas y la gasolina en funci¨®n del tipo de cambio y de la cotizaci¨®n del petr¨®leo en los mercados internacionales¡ª que, argumentan, eleva el coste que han de afrontar los brasile?os.

Los empleados de Petrobras tambi¨¦n protestan contra la pol¨ªtica de desinversi¨®n ¡ªque supone el cierre de plantas o la venta de activos a terceros¡ª incluida en el giro liberal aplicado por el Ejecutivo de Jair Bolsonaro. Bajo la direcci¨®n de Roberto Castello Branco, el hombre elegido por el presidente?para ponerse al frente de la petrolera estatal, la empresa?ha vendido activos, algunos de ellos fuera de Brasil y ha abandonado l¨ªneas de negocio como la de los fertilizantes. Su objetivo, dice, es reforzar el balance de una empresa ¡ªque ha sufrido un severo da?o reputacional por su implicaci¨®n en el caso Lava Jato¡ª y concentrarse en la explotaci¨®n de los vast¨ªsimos (y rentables) campos petroleros descubiertos en 2006.

M¨¢s all¨¢ de los movimientos tendentes a la desinversi¨®n interna, el Gobierno est¨¢ inmerso en una profunda pol¨ªtica de salida del accionariado de empresas participadas por el Estado, entre ellas Petrobras. El zar econ¨®mico de Bolsonaro, el ultraliberal Paulo Guedes, mostr¨® la semana pasada que seguir¨¢ al pie de la letra su plan de reducci¨®n del tama?o del sector p¨²blico. En lo que va de mandato del ultraderechista, el Estado se ha desprendido de unos 6.000 millones de euros en acciones de la petrolera, una de las grandes joyas de la corona que todav¨ªa est¨¢n en manos del sector p¨²blico. El Ejecutivo no piensa, al menos por ahora, en privatizar la mayor empresa estatal brasile?a y una de las grandes petroleras mundiales, en la que a¨²n tiene algo m¨¢s del 50% del capital.