El futuro del trabajo se decide en el Supremo
Pr¨®ximamente se espera una importante sentencia sobre el pol¨¦mico asunto de los repartidores de plataformas digitales
Pr¨®ximamente se estudiar¨¢ en el Tribunal Supremo un recurso de casaci¨®n contra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (Secci¨®n de lo Social) que ratific¨® la no-laboralidad de un colaborador de Glovo, al que se consider¨® que era un trabajador aut¨®nomo (con el voto particular de uno de los tres miembros del Tribunal) y que fue recurrida por la defensa de dicho trabajador.
Ser¨¢ importante esta sentencia, porque ser¨¢ la primera vez que el Alto Tribunal se pronuncie sobre el pol¨¦mico asunto de los trabajadores de las plataformas digitales y, en especial, sobre la naturaleza jur¨ªdica y el r¨¦gimen aplicable a los repartidores: si son trabajadores por cuenta ajena o propia; es decir, si son falsos o verdaderos aut¨®nomos, o si no encajan en estas categor¨ªas y son una nueva figura a regular.
Ser¨¢ importante, porque tendr¨¢ que unificar las distintas sentencias contradictorias que ha habido en esta materia hasta ahora, pero tambi¨¦n porque no hablamos solo de repartidores, ni de los trabajadores de las plataformas digitales, sino de muchos trabajadores que colaboran como aut¨®nomos o freelances para muchas empresas tradicionales, mucho antes incluso del advenimiento de la digitalizaci¨®n.
Por otra parte, el proceso de transformaci¨®n digital de la Econom¨ªa ha modificado sustancialmente los modelos de producci¨®n y la forma de contrataci¨®n en muchos sectores (en unos m¨¢s que en otros) y ha afectado al mercado de trabajo. Por eso, resulta un poco absurdo seguir distinguiendo empresas tradicionales y empresas digitales, porque las empresas del siglo XXI que no sean digitales desaparecer¨¢n.
El problema de los llamados falsos aut¨®nomos, por tanto, no es un problema nuevo ni exclusivo de las plataformas digitales, como quiere hacerse ver, sino que viene de lejos, en sectores tradicionales como el transporte, las c¨¢rnicas, los medios de comunicaci¨®n, la arquitectura, la abogac¨ªa y otras profesionales liberales. Por eso, las soluciones que se adopten pueden afectar, sin duda, a muchos trabajadores.
Este pr¨®ximo pronunciamiento del Tribunal Supremo coincide en el tiempo con los anuncios del Gobierno de que quiere abordar este asunto con la m¨¢xima urgencia, no solo desde el punto de vista de la Inspecci¨®n, sino tambi¨¦n desde la regulaci¨®n, con la redacci¨®n de un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI, aunque puede que se apruebe antes una regulaci¨®n espec¨ªfica de los repartidores.
M¨¢s all¨¢ de etiquetas (o "denominaciones exitosas y eufem¨ªsticas, m¨¢s modernas", como dijo la ministra, refiri¨¦ndose al TRADE digital), lo que hay que hacer es entrar con valent¨ªa por el Tribunal Supremo y el Gobierno en el fondo del asunto: el futuro del trabajo en el siglo XXI; y dise?ar pol¨ªticas que incorporen nuevas f¨®rmulas de empleo, pues de ello dependen los derechos de millones de trabajadores.
Borja Adsuara Varela es experto en Derecho y Estrategia Digital.
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