La incertidumbre debilita la inflaci¨®n
Los bancos centrales deben reforzar su compromiso de hacer todo lo necesario para alcanzar el objetivo de IPC
?Qu¨¦ tienen en com¨²n el fon¨®grafo, la internet, y los smartphones? La respuesta a esta pregunta tiene una de las claves para entender la debilidad de la inflaci¨®n.
Antes de la invenci¨®n del fon¨®grafo, los cantantes generaban ingresos actuando en teatros y cabarets. Los m¨¢s aclamados por la cr¨ªtica ten¨ªan un cache muy superior al resto de sus colegas, pero en un aspecto fundamental eran todos iguales: solo pod¨ªan cantar en un auditorio cada vez. Su mercado estaba limitado al aforo de sus actuaciones, y sus ingresos diarios se limitaban a su cache. Con esta limitaci¨®n, la diferencia de ingresos entre el mejor y el resto no pod¨ªa ser muy amplia, y la competencia se limitaba a las regiones lim¨ªtrofes. La invenci¨®n del fon¨®grafo, que permit¨ªa la grabaci¨®n y reproducci¨®n de sonidos, introdujo un cambio fundamental: de repente, el mercado potencial de cada cantante ya no era el teatro donde actuaba cada d¨ªa, sino los compradores de discos, primero los locales, y despu¨¦s los de todo el mundo. De repente, tambi¨¦n, la competencia era mundial. Para muchos, este aumento de la competencia pon¨ªa en peligro su carrera profesional y sus ingresos. Para algunos pocos, este aumento del mercado era la v¨ªa para el estrellato mundial y la acumulaci¨®n de fortunas millonarias. El progreso tecnol¨®gico aumenta la variedad de productos disponibles para el consumidor y reduce su coste. Pero tambi¨¦n genera incertidumbre para los productores y, al menos inicialmente, aumenta la desigualdad entre ellos.
La internet ha generado un efecto similar ¨C la creaci¨®n de un mercado potencial mundial para una gran variedad de productos ¨C con una variable adicional: la reducci¨®n de las barreras de entrada. Volviendo al ejemplo de la m¨²sica: el mercado discogr¨¢fico estaba dominado por casas discogr¨¢ficas, representantes, y emisoras de radio. Las barreras a la entrada eran altas y para las estrellas consagradas la competencia era limitada. La internet rompi¨® esas barreras: de repente, cualquiera pod¨ªa colgar un video y convertirse en un fen¨®meno mundial. De repente, la competencia es pr¨¢cticamente ilimitada.
Los smartphones y sus aplicaciones han amplificado este fen¨®meno. Una gran variedad de servicios que antes requer¨ªan una costosa estructura de distribuci¨®n est¨¢n ahora al alcance de nuestros dedos pulgares, y se han creado mercados que aprovechan una capacidad productiva ociosa que antes se hubiera desperdiciado - piensen, por ejemplo, en Uber, AirBnB o Task Rabbit. Esto implica que ninguna empresa puede (o debe) sentirse inmune a la amenaza de que alguien, en alg¨²n lugar del mundo, puede estar a punto de lanzar una aplicaci¨®n que transforme de manera radical su modelo de negocio. Para muchas empresas, es la sensaci¨®n de un trapecista que debe saltar constantemente de trapecio a trapecio, sin poder parar.
?Cu¨¢l es el hilo conductor de todos estos fen¨®menos? El aumento de la incertidumbre. El progreso tecnol¨®gico genera riqueza pero tambi¨¦n aumenta la incertidumbre para el r¨¦gimen establecido. Por eso se le denomina destrucci¨®n creativa.
Ahora plant¨¦ense la siguiente pregunta: ante tal amenaza continua a su cuota de mercado, y con la facilidad de comparar precios que ofrece la internet, ?se van a atrever las empresas a subir los precios de manera excesiva? S¨®lo en los sectores m¨¢s protegidos. Y estos son cada vez menos, a medida que aumenta la variedad de servicios que se pueden prestar a distancia.
De la misma manera: ?se atrever¨¢n los trabajadores a pedir aumentos de sueldos superiores a su productividad, sabiendo que el r¨¢pido avance de la rob¨®tica y la inteligencia artificial amplia el espectro de tareas que se pueden desintermediar y automatizar a menor coste?
Este aumento de la incertidumbre, tanto entre las empresas como entre los trabajadores ¨C junto, por supuesto, a las incertidumbres pol¨ªticas como las dudas sobre el futuro del euro - es una clave fundamental para entender porque, a pesar de tasas de desempleo hist¨®ricamente bajas en la mayor parte del mundo desarrollado, la inflaci¨®n no despega. En t¨¦rminos t¨¦cnicos, la brecha de producci¨®n ¨C el output gap - es mayor de lo que se mide con m¨¦todos tradicionales. Y esto implica que hay m¨¢s espacio para estimular el crecimiento y el empleo sin general inflaci¨®n.
Una soluci¨®n es que los gobiernos adopten medidas que compensen el aumento de la incertidumbre del sector privado, por ejemplo avanzando en la uni¨®n fiscal europea, poniendo m¨¢s ¨¦nfasis en la predistribuci¨®n, o adoptando planes plurianuales de inversi¨®n p¨²blica. Los bancos centrales deben contribuir reforzando su compromiso de hacer todo lo que sea necesario para alcanzar el objetivo de inflaci¨®n. Para ello deben comunicar su voluntad de utilizar todo su arsenal de instrumentos y estrategias, incluyendo la coordinaci¨®n explicita de la pol¨ªtica monetaria con las pol¨ªticas fiscal y macroprudencial, y el dise?o de pol¨ªticas econ¨®micas que generen, durante un periodo de tiempo, una inflaci¨®n por encima del objetivo que compense el actual periodo de baja inflaci¨®n.
Una inflaci¨®n persistentemente baja revela que queda mucho margen para alcanzar los l¨ªmites del crecimiento. Aprovech¨¦moslo.
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