El dilema entre salud p¨²blica y econom¨ªa que plantea el Covid-19

La enorme capacidad de contagio que ha mostrado el COVID-19 desde que el 31 de enero la OMS declar¨® la alerta sanitaria internacional, ha condicionado una debacle en la econom¨ªa de todo el mundo y ha puesto en jaque a sus sistemas sanitarios. Un virus nuevo que es capaz de contagiar a las personas con tanta eficacia genera un n¨²mero enorme de casos que, aunque la mayor parte de ellos sean leves, da lugar a una enorme presi¨®n sobre los servicios de salud, comprometiendo la capacidad de respuesta a los casos graves y muy graves.

Esta enorme capacidad de contagio y las consecuencias sobre los servicios de salud son los principales condicionantes de la decisi¨®n de decretar un r¨¦gimen estricto de aislamiento social mediante el confinamiento de la inmensa mayor¨ªa de la poblaci¨®n en sus casas y la prohibici¨®n de apertura de espacios p¨²blicos, empresas o servicios educativos, entre otros muchos. Salud p¨²blica o econom¨ªa: un dilema in¨¦dito hasta ahora.

El confinamiento que en Espa?a se decret¨® con la declaraci¨®n del estado de alarma es un arma poderosa frente al contagio porque evita el contacto continuo y frecuente en el ¨¢mbito comunitario, que es la base del crecimiento de casos que, todav¨ªa hoy, estamos sufriendo. Aun cuando en el Consejo de Ministros se haya decidido reforzar todav¨ªa m¨¢s el confinamiento restringiendo el n¨²mero y tipo de actividades consideradas esenciales, hay que decir que hasta ayer la medida implantada era contundente y ya comenzaba a dar sus primeros resultados, con la disminuci¨®n de la tasa de crecimiento de casos y de muertes en los ¨²ltimos d¨ªas.

Pero estamos ante una situaci¨®n in¨¦dita no s¨®lo porque hasta ahora no hemos vivido una cuarentena similar, sino tambi¨¦n porque estamos ante un virus nuevo del que a¨²n se desconocen algunas de sus caracter¨ªsticas. Junto a esto, resulta un asunto clave conseguir que la demanda de servicios en nuestros centros hospitalarios y, m¨¢s en concreto en las UCI, se sit¨²e en unos niveles asumibles para no comprometer la seguridad de los pacientes.

El cumplimiento de la cuarentena es muy satisfactorio por el alt¨ªsimo compromiso de la sociedad; no debemos tirar por la borda el esfuerzo ya realizado

Hasta no conseguir estos niveles, no tendremos claridad para conocer cu¨¢ndo es el momento de plantearse el levantamiento de este confinamiento. Es muy probable que sea necesario un periodo superior al que actualmente est¨¢ aprobado. Incluso no debemos descartar que cuando llegue el momento de levantar el pie del acelerador, haya que plantearse desandar las medidas poco a poco ya que ello estar¨¢ muy condicionado (entre otros elementos) por el nivel de presencia del virus en el ¨¢mbito comunitario y por el porcentaje de poblaci¨®n susceptible de infecci¨®n, por no haber sido a¨²n contagiados.

Hay que armarse de paciencia y asumir que el confinamiento puede durar m¨¢s de lo anunciado si no se dan las circunstancias adecuadas. Hay que asumir que el confinamiento es el arma m¨¢s poderosa que tenemos en este momento frente al virus, porque va a cortar el contagio de una manera muy intensa. Est¨¢ en manos de cada persona hacer eficaz el confinamiento. Est¨¢ en nuestras manos.

Y hasta ahora, el cumplimiento es muy satisfactorio por el alt¨ªsimo compromiso de la sociedad. No debemos tirar por la borda el esfuerzo ya realizado. A pesar del coste econ¨®mico que habr¨¢ que asumir por la paralizaci¨®n casi total del pa¨ªs, estamos ahorrando vidas y posicion¨¢ndonos mejor para la recuperaci¨®n econ¨®mica que, sin duda, vendr¨¢ una vez que venzamos al virus.

* Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos es profesor de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica y ex secretario general de Sanidad (2005-2011)