Mirar al futuro en tiempos del coronavirus. Cuatro claves pr¨¢cticas

Cuando uno est¨¢ en un t¨²nel, necesita proyectar sue?os hacia el futuro. Divisar la luz que hay al final. Nada es eterno. Tampoco lo va a ser la Covid-19 ni el confinamiento en nuestras casas. Tarde o temprano se reducir¨¢ la cifra de contagios, llegar¨¢ una vacuna y un tratamiento que nos cure. Mientras sucede, tenemos que pasar este tiempo de la mejor forma posible, a pesar de las circunstancias que nos haya tocado vivir. En el libro NoMiedo expliqu¨¦ que, en la mitolog¨ªa romana, el miedo es hijo de Venus, la diosa del amor. Esta tradici¨®n recoge, en formato metaf¨®rico, las vivencias del ser humano. Es ella la que nos descubre que el miedo y el amor (o mejor dicho, el apego) est¨¢n relacionados. El miedo surge cuando tememos perder aquello que tenemos y apreciamos. Ese es el motivo por el que sentimos un p¨¢nico profundamente instintivo por la muerte, la enfermedad o la p¨¦rdida de familiares.

Hay, en cambio, miedos m¨¢s sutiles, como el fracaso. Buscamos mantener el reconocimiento o la estima de otros. Lo m¨¢s interesante, es advertir que el miedo mira hacia el pasado: a lo que tenemos. A aquello de lo no queremos desprendernos. Por eso es necesario poner energ¨ªa en pensar nuestro futuro. En tener esperanza, pues orientarse hacia el futuro es poner la mirada hacia adelante, no en el miedo. Veamos c¨®mo podemos pensar en el futuro de una manera positiva. De qu¨¦ forma conseguimos superar estos d¨ªas de manera m¨¢s amable.

1. Pensemos en acciones que dependan de uno mismo. Viktor Frankl, prisionero en Auschwitz, escribi¨® que cuando estaba en momentos muy dif¨ªciles, se quedaba atrapado en pensamientos cotidianos. Se preguntaba si podr¨ªa comer una salchicha extra, pensaba en el dolor que le causaban sus zapatos desgastados y sobre tantos otros problemas de su d¨ªa a d¨ªa. Para recuperar la energ¨ªa se imaginaba dando una conferencia en sillones c¨®modos, en un auditorio atento y agradable, hablando sobre la psicolog¨ªa de los campos de concentraci¨®n. Esta perspectiva le permit¨ªa aliviar los malos momentos. Podemos aplicar la t¨¦cnica en nosotros mismos. Si nos imaginamos que despu¨¦s de la crisis sanitaria llegar¨¢ la bonanza econ¨®mica, nos desesperaremos porque es improbable y ni siquiera depende de nosotros. Debemos focalizarnos en aquellos temas que est¨¢n en nuestras manos: imaginar una fiesta con amigos, un paseo por nuestra ciudad, comenzar nuevos estudios o hacer esa escapada que siempre so?amos. Vale la pena hacer una lista de acciones para una vez que hayamos superado la Covid-19. Si hemos perdido familiares, la sensaci¨®n de vac¨ªo ser¨¢ inmensa, pero podemos visualizarnos habiendo superado la p¨¦rdida o, al menos, habi¨¦ndonos reconciliado con ella.

2. Diferenciemos fantas¨ªas de sue?os. Posiblemente incluiremos unos sue?os m¨¢s factibles que otros en nuestra lista de acciones. Aparecer¨¢n incluso meras fantas¨ªas que nunca cumpliremos. Las fantas¨ªas tambi¨¦n tienen un sentido: entretienen a nuestra mente. No pasa nada por tenerlas. En mi caso, por ejemplo, llevo m¨¢s de 15 a?os dici¨¦ndome que ir¨¦ a bucear a un sitio muy bonito, pero nunca lo he hecho y dudo que lo haga. Siempre me ha servido de v¨¢lvula de escape, aunque nunca me aport¨® demasiado. Por eso, para la situaci¨®n actual, para enfrentarnos a la Covid-19, es mejor que nuestra lista no incluya demasiadas fantas¨ªas, sino sue?os que nos ilusionen y que realmente dependan de nosotros.

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3. Pongamos un prop¨®sito a nuestros sue?os. El sue?o que cobra m¨¢s fuerza es aquel que ayuda a terceros o atiende a un prop¨®sito. Seguramente echemos de menos cosas cotidianas, como dar un paseo, ver una pel¨ªcula en el cine o comer en nuestro restaurante favorito. Todas estas acciones podr¨ªan formar parte de nuestra lista postCovid. Sin embargo, las que nos llenar¨¢n de vigor ser¨¢n aquellas que van aparejadas a un fin concreto, como celebrar la amistad con una fiesta. Si hay un motivo que nos trasciende, se convierte en poderoso. O como resum¨ªa Nietzsche: ¡°Quien tiene un porqu¨¦ para vivir puede soportar cualquier c¨®mo¡±.

4. No definamos una fecha concreta. Aunque sepamos que todo esto va a pasar, no conocemos con precisi¨®n cu¨¢ndo, ni debemos someter nuestra lista a una fecha concreta. Durante la Navidad de 1944, el campo de concentraci¨®n de Auschwitz registr¨® un n¨²mero de v¨ªctimas m¨¢s elevado del habitual. No es que empeoraran las condiciones, que siempre eran lamentables. Las bajas estaban relacionadas con las expectativas creadas por muchos prisioneros, que pensaron que ser¨ªan rescatados durante aquellos d¨ªas. Cuando advirtieron que no iba a ocurrir, se dejaron caer. Evidentemente, no es comparable a la situaci¨®n que vivimos, pero el ejemplo nos sirve para aprender algo: so?emos, ilusion¨¦monos con nuestra lista postCovid, d¨¦mosle un sentido y no nos agobiemos con cu¨¢ndo suceder¨¢.

Ya vendr¨¢. Desmontar nuestro miedo depende de confiar y mirar hacia adelante.