Cecilia Malmstr?m: ¡°El multilateralismo es la ¨²nica manera moderna de cooperar¡±

Pas¨® casi dos d¨¦cadas en Bruselas, primero como eurodiputada liberal y despu¨¦s como titular de dos de las carteras m¨¢s potentes de la Comisi¨®n Europea: Interior y Comercio. Adem¨¢s de su sueco materno, habla ingl¨¦s, franc¨¦s, espa?ol a la perfecci¨®n y se defiende con soltura en alem¨¢n e italiano. Y tiene una de las mejores agendas del panorama europeo, algo a lo que ella da especial valor en su envite por convertirse en la pr¨®xima jefa de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE) el pr¨®ximo 1 de junio, una carrera que acaba de comenzar pero en la que ya cuenta con varios cuerpos de ventaja. Cecilia Malmstr?m (Estocolmo, 52 a?os) atiende a EL PA?S por tel¨¦fono desde el sur de Suecia, donde lleva m¨¢s de tres semanas sin ver el sol.

Con un curr¨ªculum a la altura de muy pocos aspirantes, aunque tambi¨¦n con las reticencias de algunos pa¨ªses con los que tuvo choques durante su etapa en la esfera comunitaria ¡ªalgo que ya le ha penalizado hace bien poco, cuando entraba en las quinielas para hacerse con la jefatura de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC)¡ª, la primera pregunta est¨¢ cantada.

Pregunta. ?Se ve favorita para suceder a ?ngel Gurr¨ªa?

Respuesta. No s¨¦. Todos los candidatos son muy fuertes: hay presidentes, exministros, dos excomisarias... Eso quiere decir que la OCDE tiene una buena reputaci¨®n y que muchos quieren tomar las riendas de esta organizaci¨®n. Estoy hablando con muchas capitales y tengo la ventaja de que conozco a mucha gente, porque no solo he trabajado con los pa¨ªses europeos sino tambi¨¦n con otros en temas de relaciones internacionales y comercio. Eso es una ventaja, pero la competencia es fuerte y no me siento favorita.

P. ?Con qu¨¦ apoyos cuenta?

R. Prefiero ir con precauci¨®n. Los embajadores [de los Estados miembros] se re¨²nen a principios de enero para empezar a hacer la lista de candidatos un poco m¨¢s breve. Como en todas estas elecciones, hay m¨¦ritos y experiencia pero tambi¨¦n pol¨ªtica, geograf¨ªa y otros asuntos que los Gobiernos toman en consideraci¨®n. El final est¨¢ muy abierto.

P. ?Qu¨¦ le lleva a querer liderar la OCDE?

R. Es una organizaci¨®n que siempre ha sido muy ¨²til e importante para muchos pa¨ªses y ahora hay una oportunidad para relanzar la cooperaci¨®n multilateral tras la crisis. La OCDE funciona bien, pero despu¨¦s de 15 a?os con un secretario general muy fuerte, dominante y carism¨¢tico creo que con mi experiencia y contactos puedo contribuir.

P. Pone el acento en la importancia de lo multilateral. ?Conf¨ªa en que la victoria de Joe Biden y el escarmiento del Brexit traer¨¢n consigo una era de mayor cooperaci¨®n entre pa¨ªses?

R. Eso espero. El multilateralismo es la ¨²nica manera moderna de cooperar: creo mucho en las reglas previsibles y las instituciones globales. Esta crisis nos ha hecho ver que solo podemos salir juntos, y las se?ales que vienen de la nueva Administraci¨®n estadounidense dan esperanza.

P. ?Conf¨ªa en que el nuevo presidente le pueda dar la vuelta al reciente repliegue de Estados Unidos?

R. De momento, ha dicho que los aranceles sobre el acero y el aluminio son temerarios, as¨ª que espero que esto pueda cambiar. EE UU ha puesto aranceles a pa¨ªses amigos, a aliados, haciendo mucho da?o a la relaci¨®n no solo con Europa, sino con Asia o Latinoam¨¦rica. Creo que esto puede acabar y que los estadounidenses van a adoptar una postura constructiva para fortalecer y modernizar la OMC para sacarla del punto muerto en el que se encuentra ahora.

P. ?Espera, entonces, un cambio radical en la forma de entender el comercio internacional respecto a la era Trump?

R. Creo que habr¨¢ cambios, pero no tan dram¨¢ticos. Los asuntos dom¨¦sticos son, desde siempre, los m¨¢s importantes para los estadounidenses y son los que seguir¨¢n siendo priorizados. El tono y la ret¨®rica, por ejemplo con respecto a China, van a cambiar. Pero no s¨¦ si habr¨¢ un gran giro. Lo que s¨ª habr¨¢, seguro, es un objetivo de trabajar y colaborar con los pa¨ªses amigos, con los aliados: hay un momentum para trabajar juntos, tambi¨¦n en la OCDE.

P. Las vacunas van llegando, pero la recesi¨®n s¨²bita que ha tra¨ªdo el coronavirus a¨²n no ha dicho su ¨²ltima palabra. ?C¨®mo vislumbra la salida del t¨²nel?

R. Vemos, efectivamente, que hay vacunas en el horizonte. Pero es importante no retirar los est¨ªmulos fiscales demasiado temprano. Fue un error que se cometi¨® durante la crisis global de 2008 y que no debemos repetir. Ya volveremos a m¨¢s disciplina.

P. La sensaci¨®n generalizada es que la OCDE funciona bien como think tank, pero bastante peor como urdidora de acuerdos. En 2020, por ejemplo, ha fracasado en su intento por alumbrar una tasa Google com¨²n.

R. No ha fracasado. El proceso y el trabajo t¨¦cnico est¨¢n muy avanzados, con 137 pa¨ªses involucrados.

P. Pero el objetivo era tenerla lista en 2020.

R. S¨ª, pero est¨¢ la crisis, la covid-19, la campa?a en EE UU... No se ha cumplido la fecha, pero el proceso ni mucho menos ha fracasado. Cuando tome posesi¨®n la nueva Administraci¨®n estadounidense se discutir¨¢ otra vez: el trabajo t¨¦cnico est¨¢ muy avanzado. Ser¨ªa un acuerdo hist¨®rico y tambi¨¦n ser¨ªa malo que los pa¨ªses se pongan a introducir individualmente la tasa ahora, cuando todav¨ªa hay una posibilidad grande para llegar a un acuerdo antes de este verano.

P. Menos avances a¨²n ha habido en lo fiscal: los para¨ªsos fiscales siguen drenando cada a?o miles de millones de euros de recaudaci¨®n a los pa¨ªses. Tambi¨¦n en Europa.

R. Bueno, si las convenciones internacionales y la cooperaci¨®n existe es gracias a la OCDE. A¨²n se puede hacer mucho m¨¢s contra el lavado de dinero en para¨ªsos fiscales, tambi¨¦n en el ¨¢mbito del G20 y el G7. Pero se han hecho bastantes cosas en los ¨²ltimos a?os.

P. Otro tema que estar¨¢, seguro, en la agenda del pr¨®ximo jefe de la OCDE es el del impuesto a las emisiones de gases contaminantes, especialmente al di¨®xido de carbono.

R. S¨ª. Es algo en lo que la OCDE tiene que tomar la iniciativa. Si realmente queremos que esta medida tenga un impacto ambiental y no solo fiscal y que sea compatible con las reglas de la OMC, tenemos que hacerlo de una manera global.

P. ?Para cu¨¢ndo lo ve factible? ?Cinco a?os?

R. S¨ª, en cinco a?os creo que ser¨ªa posible, pero a¨²n queda mucho trabajo por hacer. Y falta, sobre todo, la voluntad pol¨ªtica, que tiene que venir de los Estados miembros. El secretario general puede facilitar un acuerdo y eso es algo que he hecho mucho en mi vida como comisaria, pero es muy importante la voluntad pol¨ªtica.

P. El ¨²ltimo pa¨ªs en sumarse a la OCDE ha sido Colombia y el pr¨®ximo en hacerlo ser¨¢ Costa Rica. La expansi¨®n del club parece claramente ir dirigida a Am¨¦rica Latina.

R. Hay tres pa¨ªses europeos [Rumania, Croacia y Bulgaria] y tres pa¨ªses latinoamericanos [Argentina, Brasil y Per¨²] que son candidatos. Todos ellos han hecho un gran esfuerzo por alinear sus econom¨ªas y sus pol¨ªticas hacia la OCDE. Es un trabajo enorme, pero es un proceso que ha sido bloqueado por algunos pa¨ªses: las adhesiones se deciden por unanimidad y no ha sido posible. Espero que se pueda desbloquear la situaci¨®n en estos seis casos.

P. Pero ?dir¨ªa que el camino natural de ampliaci¨®n es hacia Am¨¦rica Latina?

R. S¨ª. Son pa¨ªses que quieren entrar y que han hecho muchas reformas. Pero no es un asunto de geograf¨ªas: la OCDE es, sobre todo, una comunidad de valores. Ampliar por ampliar no tiene sentido, pero si hay pa¨ªses que cumplen los criterios en Asia o, alg¨²n d¨ªa, en ?frica, ser¨¢ una buena cosa.

P. Ser¨ªa la primera mujer al frente del organismo.

R. Somos tres candidatas: dos excomisarias [ella misma y la griega Anna Diamantopoulou] y una presidenta [la estonia Kersti Kaljulaid], y ser¨ªa una se?al importante que, despu¨¦s de 60 a?os, una mujer tome las riendas de la OCDE despu¨¦s de 60 a?os, como ya ha ocurrido en el FMI, el BCE o la Comisi¨®n Europea. Supondr¨ªa una nueva ruptura del techo de cristal. La OCDE ha hecho y hace un trabajo de investigaci¨®n impresionante sobre g¨¦nero e igualdad de oportunidades, pero es verdad que en su direcci¨®n hay muchos hombres y eso no refleja la diversidad de los Estados miembros. Ser¨ªa una se?al importante.