El tama?o no es lo que importa
Los altos cargos de quita y pon son una pr¨¢ctica habitual en muchos pa¨ªses, incluido Espa?a
A principios de 2020, pocos hubieran apostado por la gesti¨®n administrativa del Estado como elemento fundamental en la batalla electoral de Estados Unidos. En febrero, la tasa de desempleo en el pa¨ªs era de 3,5% y seis de cada diez norteamericanos afirmaban estar econ¨®micamente mejor que cuatro a?os antes. El mundo se preparaba para un nuevo periodo de America First. En abril de 2020, la tasa de desempleo de Estados Unidos salt¨® al 14,7% y se perdieron m¨¢s de 20 millones de empleos, la cifra m¨¢s alta desde la Gran Depresi¨®n, debido al cierre de empresas y a las restricciones con las que se trataba de limitar la propagaci¨®n de la covid-19. En octubre, el desempleo se quedaba en el 6,9%, pero Estados Unidos se enfrentaba a la segunda ola y acumulaba el 20% de los contagios a nivel global, pese a ser solo el 4% de la poblaci¨®n. El 3 de noviembre, Joe Biden gan¨® las elecciones.
M¨¢s all¨¢ de los recuentos pendientes, el hecho de que la Administraci¨®n Trump haya perdido la reelecci¨®n se debe en gran parte a la mala gesti¨®n de la pandemia y a su fracaso en proteger a los ciudadanos de la expansi¨®n de la covid-19. La falta de un plan nacional contra el virus, que ha dejado en manos de gobernadores y alcaldes todas las decisiones, las dudas y contradicciones respecto a las medidas de prevenci¨®n o las indicaciones aleatorias sobre posibles tratamientos no son solo el reflejo de una personalidad impredecible y err¨¢tica, sino una muestra de la incapacidad del Gobierno Federal para gestionar la administraci¨®n. La mala noticia para los estadounidenses es que, pese a que los contagios siguen subiendo, los planes de contenci¨®n de la pandemia tendr¨¢n que esperar a que los elegidos por el nuevo Gobierno asuman su cargo.
Los altos cargos de quita y pon son una pr¨¢ctica habitual en muchos pa¨ªses. Sucede en Espa?a, donde el Gobierno ofrece puestos de responsabilidad p¨²blica a personas afines, en ocasiones sin que medie la preparaci¨®n adecuada para ello. Estos cambios peri¨®dicos suponen un freno para la actividad de muchas instituciones estatales y provocan la falta de estrategias, objetivos y planificaci¨®n a largo plazo.
Una gesti¨®n basada en el periodo electoral condiciona las decisiones de la administraci¨®n p¨²blica, vac¨ªa de contenido los puestos de liderazgo, primando la lealtad ideol¨®gica a los conocimientos t¨¦cnicos y a la experiencia relevante, e incentiva a los funcionarios de carrera a elegir entre partidos, condicionando su futuro a los devaneos pol¨ªticos. La falta de profesionales t¨¦cnicos con capacidad de mando y decisi¨®n puede ser grave en el Gobierno central, pero es a¨²n m¨¢s problem¨¢tico en las administraciones auton¨®micas, que acumulan competencias, pero no siempre disponen de profesionales adecuados para ejercer los cargos de responsabilidad.
Hasta ahora, la incertidumbre y los costes que genera la politizaci¨®n de la administraci¨®n p¨²blica se med¨ªan sobre todo en t¨¦rminos econ¨®micos, pero la llegada de la covid-19 nos ha recordado que las consecuencias de esta pr¨¢ctica tienen un espectro m¨¢s amplio y afectan a la salud, el bienestar o la educaci¨®n de los ciudadanos. Tradicionalmente, el debate sobre lo p¨²blico ha estado condicionado por la cuesti¨®n del tama?o del Estado. Se entiende que la izquierda busca expandirlo, mientras que la derecha quiere limitarlo. La discusi¨®n ideol¨®gica sobre el tama?o ha desviado la atenci¨®n sobre lo fundamental: la capacidad del sector p¨²blico para hacer bien su trabajo.
Una de las lecciones que nos dejar¨¢ la lucha contra la covid-19 es el valor de los servicios p¨²blicos y la importancia de una gesti¨®n adecuada de ellos. El rol que el epidemi¨®logo Fernando Sim¨®n ha tenido durante la pandemia es un ejemplo. Sim¨®n es funcionario de carrera, y director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias, pero no es el segundo de abordo en el Ministerio de Sanidad. El hecho de que ¨¦l haya sido elegido para las comunicaciones del Gobierno respecto a la pandemia, y acompa?e al ministro Salvador Illa en las ruedas de prensa, es una muestra de la importancia de los conocimientos t¨¦cnicos para gobernar y poder tomar decisiones.
Conseguir una administraci¨®n p¨²blica eficiente, experta y experimentada, formada por profesionales que entiendan las sensibilidades pol¨ªticas, pero que puedan liderar organizaciones e implementar cambios profundos, en sus estructuras y m¨¦todos de trabajo, deber¨ªa ser un objetivo de inter¨¦s general para los gobernantes. Pa¨ªses con democracias estables, como Reino Unido, Australia o Nueva Zelanda, han establecido administraciones neutrales de servicio al Gobierno. En Espa?a se empiezan a dar pasos en esta direcci¨®n, pero una reforma de la administraci¨®n p¨²blica es necesaria. Con un funcionariado profesional y neutral todos ganamos.
?scar Guinea es economista en el think tank European Centre for International Political Economy (ECIPE). Isabel P¨¦rez del Puerto es periodista y comunicadora en finanzas para el desarrollo.
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