Nuevas desigualdades tras la pandemia

La pandemia de la covid-19 est¨¢ transformando profundamente la sociedad. Los cambios afectan a la econom¨ªa pero tambi¨¦n a los h¨¢bitos m¨¢s b¨¢sicos como la forma en que nos movemos, trabajamos, colaboramos y disfrutamos. Una de las consecuencias m¨¢s inquietantes de estos trastornos es el aumento de la desigualdad que se est¨¢ generando en el ya deteriorado mundo del trabajo. Este aspecto ha sido objeto de un riguroso estudio, Covid-19 and the world of work: the impact of a pandemic, (Covid-19 y el mundo del trabajo: el impacto de una pandemia) elaborado por el Instituto Sindical Europeo (ETUI, por sus siglas en ingl¨¦s).

El trabajo pone de manifiesto la intensa relaci¨®n entre la desigualdad y la pandemia. Las desigualdades preexistentes se han visto agravadas por la pandemia. As¨ª, sostiene que ¡°las desigualdades en el mundo laboral han exacerbado la propagaci¨®n de la covid-19¡±. Cita en este sentido numerosos estudios que indican que ¡°los trabajadores con bajos ingresos y poca cualificaci¨®n son los m¨¢s afectados por la pandemia¡±. Uno de los factores determinantes de esta desigualdad se refiere a las ocupaciones que requieren una presencia f¨ªsica e interacci¨®n con otras personas que frecuentemente corresponden a empleos con bajos ingresos.

Los j¨®venes figuran entre los m¨¢s perjudicados por una mayor p¨¦rdida de empleo debido a su precariedad laboral. En el segundo trimestre de 2020 ¡°el n¨²mero de j¨®venes activos en el mercado laboral cay¨® un 5% de promedio ¡ªy hasta un 10% en Eslovenia, Italia y Espa?a¡ª comparado con un descenso del 2% de la poblaci¨®n laboral general¡±

La enfermedad tambi¨¦n ha mostrado como el teletrabajo tambi¨¦n ha incrementado la desigualdad. El estudio cita una investigaci¨®n del Fondo Monetario Internacional que sostiene que ¡°el teletrabajo no funciona para los pobres, los j¨®venes y las mujeres¡±. Precisa que los trabajadores con menos probabilidades de trabajar tienden a ser ¡°j¨®venes, sin educaci¨®n universitaria, que trabajan con contratos at¨ªpicos y empleados en peque?as empresas y los que est¨¢n en la parte inferior de la distribuci¨®n de ingresos, lo que sugiere que la pandemia podr¨ªa exacerbar la desigualdad¡±.

La pandemia ha desmitificado ciertos dogmas del pensamiento econ¨®mico convencional. La enfermedad ha demostrado cu¨¢les son los verdaderos empleos clave, (sanitarios, transporte, comercio y log¨ªstica), que se han convertido en vitales pese a su baja remuneraci¨®n. Seg¨²n el profesor Ian Cough ¡°la hegemon¨ªa de la teor¨ªa neocl¨¢sica del valor, seg¨²n la cual el precio determina el valor, ha mostrado su irrelevancia y por lo tanto necesitamos una nueva teor¨ªa del valor si queremos construir una econom¨ªa sostenible y resistente¡±.

La crisis provocada por la pandemia signific¨® la p¨¦rdida de nueve millones de empleos en los primeros meses. Muchos fueron los m¨¢s vulnerables, aunque eran esenciales. Las elevadas ayudas financieras aprobadas por la UE y las declaraciones de los l¨ªderes sobre el di¨¢logo social se deben acompa?ar de medidas que aumenten la participaci¨®n de los trabajadores en las decisiones si se quiere reducir efectivamente la desigualdad y sus nefastas consecuencias para la salud y la econom¨ªa.