Europa no puede ser la excusa
Europa no se va a oponer a una reforma justificada que haga converger precios y costes de la electricidad, y que contribuir¨ªa a la transici¨®n energ¨¦tica
Las buenas soluciones parten de un buen diagn¨®stico. La electricidad en Espa?a no es cara porque haga fr¨ªo, porque hayan subido los precios del gas y de los derechos de emisi¨®n. No lo es tampoco porque haya podido haber manipulaci¨®n de los precios del mercado el¨¦ctrico (cuesti¨®n pendiente de investigar por la CNMC). El fr¨ªo, el encarecimiento del gas y del CO? y los comportamientos estrat¨¦gicos agravan el problema. Pero el problema persistir¨ªa sin ellos.
La raz¨®n de por qu¨¦ en Espa?a pagamos por la electricidad m¨¢s de lo que deber¨ªa ha de buscarse en la regulaci¨®n, que paga a precio de gas la producida en centrales nucleares e hidroel¨¦ctricas. Este fen¨®meno, que no se circunscribe solo a estos d¨ªas de fr¨ªo y nieve, podr¨ªa haber generado una sobre-retribuci¨®n superior a los 2.000 millones de euros de media al a?o desde 2006, cuando el Gobierno ya constat¨® que nucleares e hidroel¨¦ctricas, en su conjunto, hab¨ªan recuperado sus inversiones a trav¨¦s de diversos pagos regulados que adem¨¢s garantizaban su rentabilidad.
?Es esta la ¨²nica raz¨®n del alto precio de la electricidad en Espa?a? Ciertamente no. En el mal llamado ¡°mercado libre¡±, la falta de competencia entre los comercializadores les permite sumar un margen del 17% sobre los precios del mercado mayorista. ?A?aden los comercializadores alg¨²n valor al suministro el¨¦ctrico que justifique tales m¨¢rgenes? En el ¨¢mbito de las renovables, las cosas podr¨ªan haberse hecho mejor, pero no son ellas las ¨²nicas causantes del alto precio de la electricidad en Espa?a. Recientemente, el Gobierno ha propuesto repartir las primas de las renovables hist¨®ricas entre todos los consumos energ¨¦ticos. A falta de una mejor reforma fiscal, esta medida puede ser un aliciente para la electrificaci¨®n, pero no reducir¨¢ el verdadero coste del suministro el¨¦ctrico, que ser¨¢ diluido con otros consumos energ¨¦ticos. Quitar¨¢ sin embargo presi¨®n a la necesaria reforma el¨¦ctrica, tal y como ocurrir¨ªa con una rebaja del IVA a la electricidad.
?Soluciones? Crear una comercializadora p¨²blica dif¨ªcilmente solucionar¨¢ el problema si tiene que seguir pagando la producci¨®n nuclear e hidroel¨¦ctrica a precios de gas. ?Incrementar el peso de las renovables? Sin duda contribuir¨¢ a reducir la sobrerretribuci¨®n de nucleares e hidroel¨¦ctricas. Pero la transici¨®n energ¨¦tica llevar¨¢ tiempo, y la competitividad de nuestras empresas y la renta de nuestras familias no pueden permitirse seguir pagando tal sobrecoste otros 10 a?os m¨¢s.
Hay soluciones regulatorias, compatibles con las directivas europeas, que nos permitir¨ªan pagar la electricidad a su coste, ni un euro m¨¢s ni menos. En Francia, la nuclear es retribuida a un precio fijo que cubre sus costes medios. En Espa?a, las nuevas renovables competir¨¢n por percibir un precio fijo por su producci¨®n, que ser¨¢ liquidado contra el precio del mercado el¨¦ctrico a favor de los consumidores. En 2005, el Libro Blanco de la generaci¨®n el¨¦ctrica ya propuso soluciones similares para nucleares e hidroel¨¦ctricas que nos hubieran ahorrado, desde entonces, varios miles de millones. Europa no se va a oponer a una reforma justificada que haga converger precios y costes de la electricidad, una reforma que aumentar¨ªa la competitividad y que contribuir¨ªa a la transici¨®n energ¨¦tica. Europa nunca puede ser la excusa. Tampoco en la cuesti¨®n el¨¦ctrica.
Natalia Fabra es catedr¨¢tica de Econom¨ªa en la Universidad Carlos III de Madrid, donde dirige EnergyEcoLab.
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