Francisco Luz¨®n, la pasi¨®n indestructible
Desde que hace siete a?os le diagnosticaron ELA su figura cobr¨® otra dimensi¨®n nueva y m¨¢s relevante, mucho m¨¢s interesante, mucho m¨¢s humanamente poderosa e influyente
Este lunes nos dej¨® Francisco Luz¨®n. Era una noticia en cierto modo esperada y, sin embargo, su muerte nos ha pillado a todos, incluso a sus m¨¢s allegados, por sorpresa. Tan indestructible le consider¨¢bamos todos despu¨¦s de que burlara a la terrible enfermedad que le aquejaba, la esclerosis lateral amiotr¨®fica (ELA), durante casi siete a?os.
Muchos recordar¨¢n a Francisco Luz¨®n (Paco para todos) como el personaje de gran relevancia del mundo econ¨®mico y financiero que durante m¨¢s de 40 a?os ocup¨® posiciones de privilegio en el mundo econ¨®mico, adem¨¢s de otros empe?os relevantes dentro del campo de la cultura y la educaci¨®n que son de sobra conocidos. Aunque su mayor orgullo eran los t¨ªtulos de hijo predilecto de Castilla-La Mancha y de su pueblo, El Ca?avate, donde naci¨® y donde quer¨ªa que reposaran sus cenizas.
Desde que hace siete a?os le diagnosticaron la enfermedad, su figura cobr¨® otra dimensi¨®n nueva y m¨¢s relevante, mucho m¨¢s interesante, mucho m¨¢s humanamente poderosa e influyente y mucho m¨¢s solidaria. Paco decidi¨® recorrer este camino (El viaje es la recompensa titul¨® su libro autobiogr¨¢fico) con sus compa?eros enfermos de ELA y apoyado por su esposa y sus hijos. Decidi¨® que los enfermos de ELA dejaran de ser invisibles, que la garra de esta enfermedad incurable e implacable se conociera, generar una corriente de inter¨¦s, de conocimiento y de apoyo p¨²blico, y provocar el respeto hacia aquellos que la sufren y los familiares, profesionales y cuidadores que se esfuerzan d¨ªa a d¨ªa.
Paco fue un hombre hecho a s¨ª mismo, desde una implacable autoexigencia y exigencia a los dem¨¢s. Cualquiera que le haya conocido sabe que esa fue siempre su obsesi¨®n: poder devolver lo que recibi¨®, ser merecedor de la ayuda de sus padres y de sus hermanas, que permitieron al hijo de un obrero, al ni?o humilde que sali¨® de El Ca?avate hacia Bilbao de noche, con cinco a?os, a lomos de una mula, llegar donde lleg¨®, sin ser de Neguri, como ¨¦l sol¨ªa decir.
Desde que le detectaron la enfermedad, Paco demostr¨® toda su grandeza. Resignarse es perder para siempre, nos dec¨ªa, y por eso se aprest¨® a la lucha para transformar la realidad y ayudar a los dem¨¢s a vencer a la ELA, una enfermedad cruel, costosa y capaz de arruinar la vida del enfermo y la de todos los que le rodean. Una enfermedad que llaman rara, pero que afecta a miles de personas, para la que no est¨¢ preparado ni organizado el sistema de salud, ni hay suficientes fondos para investigar y cuya responsabilidad directa suele recaer en las familias, que se ven impotentes y desbordadas.
Con esa pasi¨®n por la vida y los dem¨¢s, se anim¨®, con su f¨¦rrea voluntad y sus recursos, a crear en 2016, junto a su mujer Maria Jos¨¦, sus hijos Fran, Est¨ªbaliz e Irache, y un grupo de especialistas y amigos, la fundaci¨®n, hoy ya plenamente asentada, que tiene como objetivo fomentar la comunidad de la ELA, servir a los enfermos y a sus familias de modo eficiente y empujar la investigaci¨®n para intentar, al menos, cronificarla y, eventualmente, alg¨²n d¨ªa lograr su curaci¨®n.
Descanse en paz Paco Luz¨®n, una persona buena e inteligente que nos honr¨® con su amistad, y de quien todos hemos aprendido muchas cosas, en particular la solidaridad, la resistencia y la autoexigencia continua.
Carmelo Angulo y Fernando Escribano son patronos de la Fundaci¨®n Luz¨®n.
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