Petrobras ya no da trabajo a la familia Reis

La familia del petrolero jubilado Wilson Reis es un retrato de la decadencia econ¨®mica de la regi¨®n norte de R¨ªo de Janeiro, causada por la reducci¨®n de las actividades de Petrobras en la Cuenca de Campos. Con la pol¨ªtica de venta de yacimientos petrol¨ªferos iniciada por el Gobierno de Michel Temer (2016-2018) e intensificada en la actual Administraci¨®n de Jair Bolsonaro, la regi¨®n, otrora pr¨®spera y punto de migraci¨®n laboral desde los a?os setenta, sufre sucesivos recortes de empleados en la petrolera estatal y sus empresas tercerizadas. Unos 26.000 trabajadores directos e indirectos perdieron su empleo entre 2014 y el primer semestre de 2020.

Wilson, de 58 a?os, se ha jubilado en Petrobras hace dos a?os y forma parte de una familia con tres generaciones vinculadas a compa?¨ªa. Su padre, Ant?nio, trabaj¨® durante 25 a?os en la empresa. Uno de los hijos de Wilson, Fernando, de 36 a?os, ya suma 14 a?os como empleado. Pero algo ha cambiado. Su hijo menor, Vin¨ªcius, de 26 a?os, ya no pudo aprovechar los tiempos de bonanza en la regi¨®n y est¨¢ desempleado, aunque quer¨ªa seguir los pasos de su familia y trabajar en la cadena de producci¨®n de Petrobras.

Wilson lleg¨® en 1990 a Maca¨¦, municipio ubicado a 180 kil¨®metros de R¨ªo de Janeiro, donde se encuentra la sede de Petrobras en la Cuenca de Campos. Vino desde Bel¨¦n (en el norte) para emplearse como operador de producci¨®n. Trabajaba en una plataforma en el mar durante 15 d¨ªas y los otros 15 d¨ªas se quedaba en casa. Tambi¨¦n trabaj¨® en el campo de Urucu, el primero en producir petr¨®leo en Amazonas. El padre de Wilson, Ant?nio Rosa Reis, fue pintor de la empresa durante 25 a?os, hasta la d¨¦cada del ochenta. Tan solo con una educaci¨®n primaria, Ant?nio manten¨ªa con su salario de Petrobras a seis hijos en Bel¨¦n ¡°de forma tranquila¡±, dice Wilson. ¡°Exist¨ªan limitaciones, era un obrero, pero con un sueldo superior al que otras empresas pagaban por su mismo cargo en Bel¨¦n¡±, dice el petrolero.

Al trasladarse a Maca¨¦, Wilson pronto se dio cuenta de la prosperidad de la ciudad y el contraste con la pobreza del Amazonas. ¡°Hab¨ªa mejores hoteles, la ciudad ten¨ªa muchos trabajadores, muchos ven¨ªan de empresas subcontratadas¡±, a?ade. Ahora, la situaci¨®n es diferente: ¡°Luchamos para que un hijo, un pariente de mi mujer o mi suegra tengan un trabajo. La econom¨ªa se est¨¢ reduciendo en esta regi¨®n. Dos de mis hijos est¨¢n en el paro. Est¨¢n cualificados, pero no tienen trabajo¡±, explica.

De los cuatro hijos de Wilson, Fernando es t¨¦cnico en Petrobras y Yasmin, de 31 a?os, trabaja como abogada. Los dos m¨¢s j¨®venes est¨¢n en el paro. Liz, de 29 a?os, est¨¢ terminando su carrera de arquitectura. El m¨¢s joven, Vin¨ªcius, es t¨¦cnico medioambiental y no ha encontrado trabajo desde que termin¨® el curso en 2014 en el Instituto Federal de R¨ªo de Janeiro (IFRJ).

Vin¨ªcius pretend¨ªa conseguir un puesto en una empresa que realiza informes medioambientales para Petrobras. Antes de la crisis, las prestadoras de Petrobras acud¨ªan a los institutos federales para buscar aprendices. Su hermano Fernando, diez a?os mayor que ¨¦l, entr¨® as¨ª en la empresa. Los institutos federales se expandieron mucho en el interior de Brasil durante los Gobiernos del expresidente Lula da Silva (2003-2010) y de Dilma Rousseff (2011-2016). En el norte del Estado de Rio, el Instituto Federal Fluminense tiene 15 unidades de cursos t¨¦cnicos y superiores. El objetivo de la red de institutos federales de la regi¨®n era formar profesionales para el sector petrolero.

¡°Cuando me gradu¨¦ de t¨¦cnico en medio ambiente, en 2014, ya faltaban vacantes en el mercado laboral. Petrobras estaba reduciendo la producci¨®n desde que implant¨® el r¨¦gimen de reparto y no consegu¨ª trabajar en una empresa del ¨¢mbito medioambiental. O tengo que trabajar en un ayuntamiento o debo ir a R¨ªo de Janeiro, donde est¨¢n las sedes de las empresas¡±, aclara. El sistema de reparto se estableci¨® en 2010 para los campos del presal en el pa¨ªs y prev¨¦ la participaci¨®n del sector privado en la exploraci¨®n y producci¨®n en asociaci¨®n con Petrobras. La empresa estatal es el operador de las zonas y tiene una participaci¨®n menor, del 30% en el negocio.

La cuenca de Campos era la m¨¢s importante del pa¨ªs hasta que comenz¨® la producci¨®n comercial de la capa presal en 2010. En la actualidad, las zonas de producci¨®n de la cuenca de Campos han sido cerradas, vendidas o est¨¢n en venta a empresas privadas extranjeras. Durante los a?os de los gobiernos del Partido de los Trabajadores, la empresa se endeud¨® para invertir en toda la cadena de producci¨®n, incluido el refinado. Pero la estrategia convirti¨® a Petrobras en la m¨¢s endeudada del mundo entre las petroleras. La Operaci¨®n Lava Jato, en 2014, que revel¨® las tramas de corrupci¨®n del grupo, tambi¨¦n socav¨® su credibilidad.

Fue bajo el Gobierno del expresidente Michel Temer que Petrobras cambi¨® su estrategia: vendi¨® miles de millones en activos y dio prioridad a sus inversiones en el presal, cuyos campos se encuentran en su mayor¨ªa en la Cuenca de Santos (al sureste del estado de S?o Paulo). El presal, adem¨¢s de contener grandes reservas por explorar, tiene una mayor rentabilidad en comparaci¨®n con otras zonas.

Sin embargo, las ¨¢reas situadas en el presal de la cuenca de Campos est¨¢n a la venta por parte de Petrobras, como el campo de Albacora. ¡°Fueron m¨¢s de 20 plataformas desactivadas o vendidas. Hay una reducci¨®n absurda de la producci¨®n debido a la falta de inversiones y al n¨²mero de personas que trabajan en la regi¨®n¡±, afirma Tezeu Bezerra, coordinador general del sindicato de petroleros del Norte Fluminense (Sindipetro-NF).

La privatizaci¨®n de los pozos petroleros de Petrobras no es exclusiva de la Cuenca de Campos. La empresa ha vendido o est¨¢ vendiendo ¨¢reas de exploraci¨®n y producci¨®n de petr¨®leo y gas en todo el pa¨ªs, adem¨¢s del negocio de refinado, gasoductos y distribuci¨®n de derivados, como gasolina y gas¨®leo. Petrobras ha dejado de ser una empresa horizontal para convertirse en una empresa vertical, perdiendo competitividad y rentabilidad.

Las ciudades de Campos y Maca¨¦, las mayores del norte de Rio de Janeiro, experimentaron un r¨¢pido crecimiento durante unas d¨¦cadas con el petr¨®leo de su cuenca. Pero desde 2015 han tenido grandes dificultades por la dr¨¢stica reducci¨®n de los ingresos por c¨¢nones y participaciones especiales al caer la producci¨®n de crudo. La cuenca represent¨® en su d¨ªa cerca del 80% de toda la producci¨®n de petr¨®leo del pa¨ªs. Hoy en d¨ªa, produce el 40%. En 2011, la producci¨®n alcanz¨® los 1,9 millones de barriles diarios. En 2019, se redujo a 1,1 millones de barriles diarios.

¡°Es un escenario de tristeza. Maca¨¦ y Campos son ciudades muertas. Rio das Ostras, ciudad dormitorio de estos trabajadores, est¨¢ sufriendo esta crisis y es tambi¨¦n una ciudad muerta¡±, explica Wilson, que vive con su mujer M¨¢rcia y sus hijos en Barra de S?o Jo?o, un barrio del municipio de Casimiro de Abreu, a unos 50 kil¨®metros de Maca¨¦.

Edificios, aeropuertos y almacenes fantasmas

Los despidos masivos en la regi¨®n se iniciaron en 2016. Los edificios, pisos y almacenes de Petrobras fueron cerrados en Maca¨¦ y Campos dos Goytacazes. En Maca¨¦ se cerraron tres edificios enteros y cuatro almacenes de Petrobras. En otros tres edificios, los pisos de la empresa fueron desactivados. En Campos, dos puestos de avanzada y el aeropuerto privado de la estatal ya no existen.

Wilson cuenta que hace poco estuvo en Maca¨¦ y vio uno de estos edificios vac¨ªo. ¡°Se cerr¨® todo un edificio que alquilaba Petrobras y los puestos de trabajo desaparecieron. Es un edificio de diez pisos sin alma. S¨®lo los contratistas fueron reubicados, los trabajadores subcontratados fueron despedidos. Es mucha gente desempleada, hubo d¨ªas en los que se reuni¨® a 2.000 trabajadores en el patio y se les inform¨® que a partir de ese d¨ªa estaban despedidos¡±, dice el trabajador petrolero jubilado.

Entre empleos formales e informales, se han recortado 55.942 puestos de trabajo en Maca¨¦ y Campos entre 2014 y 2018, seg¨²n ha informado el Instituto Brasile?o de Geograf¨ªa y Estad¨ªstica (IBGE). La p¨¦rdida de plazas corresponde al 20,7% del personal empleado en los dos municipios. El contingente de trabajadores ha pasado de 270.377 a 214.435. Campos tiene una poblaci¨®n estimada de 511.000 habitantes. Maca¨¦ tiene 261.000. El desempleo se ha extendido a otros sectores de la econom¨ªa. En el comercio y los servicios, de 2015 a 2019, Campos y Maca¨¦ han perdido 21.143 empleos formales, seg¨²n el Catastro General de Empleados y Desempleados (Caged).

Un estudio del Departamento Intersindical de Estad¨ªstica y Estudios Socioecon¨®micos (Dieese) basado en el informe anual y en el plan de negocios del a?o 2019 de Petrobras muestra que la inversi¨®n en la Cuenca de Campos cay¨® un 64% entre 2013 y 2019 y pas¨® de 9.000 millones de d¨®lares a 3.200 millones. ¡°Est¨¢n vendiendo todo en la Cuenca de Campos, aprovech¨¢ndose de la pandemia, incluso en algunas zonas con petr¨®leo del presal¡±, afirma Bezerra, de Sindipetro-NF. Para el dirigente sindical, los indicios apuntan a que la empresa estatal abandonar¨¢ la cuenca de Campos.

En mensaje por correo, el gerente ejecutivo de Petrobras en aguas profundas, Carlos Jos¨¦ Travassos, niega que la empresa estatal vaya a abandonar la cuenca. ¡°La venta de activos no significa un movimiento de salida de Petrobras de la Cuenca de Campos. La cuenca de Campos recibir¨¢ inversiones por valor de 13.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos cinco a?os, con un enfoque en proyectos estrat¨¦gicos para mantener la sostenibilidad de nuestra producci¨®n de petr¨®leo y gas¡±, aclara. Afirma que la cuenca sigue teniendo ¡°un papel relevante en la estrategia de negocio¡±, con planes de inversi¨®n y revitalizaci¨®n y que la empresa ¡°desinvierte en determinados activos para invertir en aquellos que le aportar¨¢n m¨¢s rentabilidad¡±.

¡°La venta de activos representa para Petrobras la posibilidad de financiar ¨¢reas de mayor rendimiento y, al mismo tiempo, proporciona una oportunidad para que otras empresas inviertan en el potencial y, as¨ª, extraigan m¨¢s valor de los activos vendidos. De esta manera, preparamos el camino para un nuevo ciclo de inversiones en Brasil, m¨¢s competitivo y desafiante para las empresas del sector¡±, asegura el ejecutivo.

Sin trabajo en el ¨¢rea medioambiental, Vin¨ªcius comenz¨® un curso universitario de Geograf¨ªa y se graduar¨¢ este a?o. Su deseo es dar clases en la ense?anza p¨²blica, pero la perspectiva no es buena, porque en el sector privado no hay demanda. ¡°Es frustrante. La gente se va de la regi¨®n, las matr¨ªculas en el sector privado est¨¢n disminuyendo, no necesitan profesores¡±, explica. Vin¨ªcius tiene ahora la intenci¨®n de hacer un m¨¢ster y un doctorado. ¡°Tenemos la esperanza de un cambio, no podemos rendirnos¡±, dice, ¡°porque la esperanza es lo ¨²ltimo que muere¡±.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.