La ¡®maldici¨®n de Grenfell¡¯ deja miles de pisos invendibles en el mercado brit¨¢nico
Los propietarios viven en casas sin salida en el sector inmobiliario por tener el mismo revestimiento que caus¨® el incendio de la torre londinense que acab¨® con la vida de 72 personas
Despu¨¦s de que el Reino Unido decidiera abandonar la Uni¨®n Europea, Milena Boeva, una b¨²lgara de 46 a?os, y su marido acordaron marcharse de Inglaterra, donde ya no se sent¨ªan bienvenidos. Su intenci¨®n era vender su piso en Londres antes del Brexit y usar el dinero para instalarse en Escocia y Espa?a, donde escapar¨ªan del fr¨ªo cada invierno. El plan, sin embargo, est¨¢ ahora en el limbo, y no por la pandemia. ¡°Tenemos compradores porque es un piso bonito¡±, cuenta Boeva por tel¨¦fono, ¡°pero los bancos se niegan a prestarles el dinero¡±. Nadie est¨¢ dispuesto a respaldar la compra de su apartamento, que se encuentra en uno de los m¨¢s de 1.700 edificios que las autoridades consideran de ¡°alto riesgo¡± y que los tasadores valoran en cero libras. La pareja est¨¢ atrapada en lo que la prensa brit¨¢nica llama ¡°el esc¨¢ndalo del revestimiento¡±, un callej¨®n sin salida cuyo origen se remonta al incendio de la torre Grenfell, el 14 de junio de 2017.
La madrugada en la que ardi¨® Grenfell, un edificio de 24 plantas de vivienda social en Londres, se desat¨® un terremoto que a¨²n sacude el mercado inmobiliario brit¨¢nico. Para entenderlo, hay que recordar los dos factores que hicieron que un cortocircuito en una nevera se convirtiera r¨¢pidamente en el incendio m¨¢s mort¨ªfero de la historia moderna del pa¨ªs. El primero fue la orden de stay put o resguardarse en casa que aplicaron los bomberos siguiendo el protocolo para edificios como Grenfell, dise?ados para evitar que el fuego se propague de un piso a otro. El segundo fue el revestimiento de aluminio y pl¨¢stico (ACM por sus siglas en ingl¨¦s) que recubr¨ªa el exterior de la torre y que convirti¨® el protocolo en el peor consejo que pod¨ªan haber recibido las v¨ªctimas. Nadie contaba con que las llamas saldr¨ªan por la ventana hasta la fachada, ni que esta estar¨ªa hecha de material inflamable que acabar¨ªa con la vida de 72 personas.
Poco tiempo despu¨¦s, los bancos empezaron a condicionar las hipotecas a la demostraci¨®n al detalle de que la fachada de un inmueble era segura en caso de incendios. Para simplificar el tr¨¢mite, la Royal Institution of Chartered Surveyors (RICS), el organismo que forma y agrupa a todo tipo de inspectores del sector inmobiliario, cre¨® en 2019 un certificado especial para este prop¨®sito: el EWS1. La RICS dio instrucciones a los tasadores, que tambi¨¦n dependen de ella, para que los pisos en edificios que no consiguieran el EWS1 fueran valorados autom¨¢ticamente en cero libras. As¨ª es como Boeva y miles de propietarios (4,6 millones seg¨²n un estudio encargado por The Telegraph) acabaron teniendo pisos inseguros cuya hipoteca a¨²n pagan, pero que no pueden vender porque, para los bancos, no valen nada.
La necesidad del EWS1 ha creado un atasco en el mercado. ¡°Hay muchos bloques con revestimiento desde hace tantos a?os que ya nadie sabe qu¨¦ hay debajo de este ni si es inflamable¡±, explica Nick Morrey, de la firma de corredores hipotecarios John Charcoal. ¡°Hay que tomar muestras de la fachada en varios puntos y, si un material no es conocido, hay que someterlo a pruebas¡ As¨ª que la demanda de inspectores de prevenci¨®n de incendios se ha disparado¡±. Pero la oferta es limitada, seg¨²n Gary Strong, director de est¨¢ndares globales para edificios de la RICS. ¡°La prensa suele decir que hay unos 300 inspectores, pero las primas de las p¨®lizas profesionales han subido tanto a ra¨ªz de Gren?fell que estimamos que ahora hay poco m¨¢s de 100 en activo¡±, admite. ¡°A un compa?ero le han subido la prima de 55.000 euros al a?o a 550.000. Tendr¨ªa que cobrar precios escandalosos para poder amortizarla¡±, afirma.
El resultado es una larga lista de espera para obtener el EWS1 (una media de un a?o) y miles de viviendas pr¨¢cticamente invendibles en momentos en los que el sector de la vivienda est¨¢ al alza. Pese a la pandemia, los precios crecieron un 8,5% en 2020, seg¨²n datos oficiales. La demanda se dispar¨® ante incentivos como la suspensi¨®n hasta marzo del impuesto de transmisiones patrimoniales. ¡°El mercado inmobiliario ha estado fenomenalmente fuerte desde el fin del primer confinamiento, pero todos estos pisos se han quedado atr¨¢s¡±, lamenta Morrey.
El edificio de Boeva tiene ACM, el mismo revestimiento que recubr¨ªa Grenfell, as¨ª que ha intentado ofrecerlo con un descuento de 100.000 libras (110.000 euros) y solo a compradores con efectivo. ¡°En el peor de los casos, dejaremos de pagar las cuentas y esperaremos a que nos desahu?cien¡±, asegura.
Vivir en un piso afectado por el esc¨¢ndalo del revestimiento sale caro. Lo sabe H¨¦ctor R., un inform¨¢tico gallego de 38 a?os. Desde que se descubri¨® que su apartamento en Londres est¨¢ en un edificio con revestimiento inflamable, sus facturas van en aumento. Primero, su cuota del seguro subi¨® de 350 libras anuales (388 euros) a 1.500 (1.666 euros). De inmediato, los bomberos cambiaron el protocolo en su bloque de ¡°resguardarse en casa¡± a ¡°evacuaci¨®n simult¨¢nea¡±, lo que los oblig¨® a contratar una ¡°brigada despertadora¡± 24 horas al d¨ªa si quer¨ªan seguir habit¨¢ndolo. ¡°Son unos chicos que caminan por el edificio con una bocina de esas que llevas cuando vas al f¨²tbol y, cuando hay un incendio, deben tocarla para que todo el mundo salga fuera¡ Es in¨²til, son medidas para cubrirse las espaldas¡±, opina. El Gobierno anunci¨® en diciembre un fondo de 30 millones de libras para reemplazarlas con alarmas contra incendios que alerten a todos los vecinos. Hasta entonces, H¨¦ctor continuar¨¢ pagando m¨¢s de 200 libras al mes por la brigada.
La factura de las obras
Pero la cuenta que m¨¢s asusta a los afectados es la que supondr¨¢n las obras para reemplazar los materiales inflamables en su fachada. A H¨¦ctor ya le han avisado que ser¨¢ de entre 25.000 y 60.000 libras (entre 27.700 y 66.500 euros). Si bien el Gobierno ha destinado 5.100 millones de libras (5.925 millones de euros) en ayudas, la comisi¨®n del Parlamento que investiga el esc¨¢ndalo calcula que el coste final puede llegar a 15.000 millones de libras (17.427 millones de euros). Adem¨¢s, los fondos solo cubrir¨¢n el revestimiento en edificios de m¨¢s de 18 metros de altura. El de Milena Boeva es m¨¢s peque?o y el de H¨¦ctor tiene problemas adicionales, como suelo de pl¨¢stico en las terrazas.
Las constructoras defienden que sus bloques cumpl¨ªan la normativa vigente en el momento de construcci¨®n. Propietarios como H¨¦ctor R. lo ponen en duda: su terraza no segu¨ªa las normas anteriores a Grenfell. ¡°Hemos llegado a esta situaci¨®n por la relajaci¨®n absoluta del Gobierno de Inglaterra durante a?os en materia de regulaciones e inspecciones. Aqu¨ª el constructor se inspecciona a s¨ª mismo¡ Es el lobo cuidando a las gallinas¡±, denuncia. El Gobierno ha pedido que el coste de las reformas no se traslade a los propietarios, pero no ha tomado ninguna medida para evitarlo.
En el caso de Boeva, la administraci¨®n de su edificio asegura que no ser¨¢n los vecinos quienes paguen las obras, pero tampoco especifica qui¨¦n lo har¨¢, as¨ª que ella desconf¨ªa. La normativa en Inglaterra obliga a los administradores a solucionar los problemas de un inmueble, incluso si los propietarios no est¨¢n de acuerdo, y luego pasarles la factura. Desesperada, el mi¨¦rcoles sac¨® su piso a subasta. No hubo suerte: ¡°El inmobiliario dice que hab¨ªa un interesado, pero que le dijeron que se mantuviera lejos de los edificios con revestimiento. Es una pesadilla¡±.
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