Los hosteleros quieren subvenciones a la francesa
El due?o de un restaurante en Arag¨®n ha recibido 2.000 euros, su local al otro lado de la frontera, 10.000 euros al mes
Entre la plaza mayor del municipio oscense de A¨ªnsa y la estaci¨®n de esqu¨ª francesa de Piau-Engaly hay solo 62 kil¨®metros, un trayecto desde el Pirineo aragon¨¦s a las monta?as del pa¨ªs vecino de apenas una hora en coche. En tiempos de pandemia, sin embargo, la distancia se antoja un abismo para los due?os de un negocio: los propietarios del restaurante Callizo reciben desde octubre 10.000 euros al mes del Gobierno franc¨¦s por el cierre obligado de su local Pyrene by Callizo, mientras que apenas han obtenido 2.000 euros del Ejecutivo aragon¨¦s en toda la emergencia sanitaria por su otro establecimiento.
La diferencia entre las ayudas directas concedidas a ambos lados de la frontera en este paraje id¨ªlico para la pr¨¢ctica del esqu¨ª es el recordatorio de una Europa que responde a la crisis a varias velocidades. ¡°En Espa?a solo nos ofrecieron cr¨¦ditos ICO, endeudarnos m¨¢s¡±, se queja Ram¨®n Aso, uno de los due?os del restaurante. El anuncio del Gobierno espa?ol de que transferir¨¢ 2.000 millones de euros a Baleares y Canarias y otros 5.000 al resto de comunidades aut¨®nomas para que los dediquen a ayudas directas lo asume con cautela. ¡°Las palabras son bonitas, pero hay que esperar a tenerlo en la pocha¡±, afirma. El reparto no le convence por obviar las particularidades de la Espa?a vac¨ªa. ¡°Me parece bien que se d¨¦ m¨¢s a las Islas, pero aqu¨ª estamos igual que ellos, y de la Espa?a vaciada no se ha hablado nada¡±, lamenta.
Con la estrella Michel¨ªn recibida en diciembre a¨²n por estrenar, y 20 empleados en Espa?a pendientes de su reapertura, los due?os se han fijado el 30 de abril como fecha para quitar el candado y volver a recibir clientes tras meses de par¨®n. En ese tiempo, las facturas de la electricidad contratada siguen llegando, dado que no cambiaron la potencia para evitar pagar el coste de subirla de nuevo una vez reabran. En eso tambi¨¦n ven diferencias con Francia: los gastos de luz y de impuestos no se los cobraron hasta que les ingresaron la primera ayuda. ¡°En mi entorno en Espa?a solo tengo dos amigos que no han pedido un pr¨¦stamo del ICO, y era porque ten¨ªan el restaurante pagado por sus padres. En Francia, un amigo cocinero est¨¢ cobrando la misma cantidad que si trabajara¡±, explica.
Aunque el Gobierno espa?ol insiste en que ha desplegado en 2020 instrumentos de ayuda por valor del 20% del PIB, entre ellos l¨ªneas de avales p¨²blicos y moratorias bancarias, fiscales y de Seguridad Social, es en las ayudas directas donde las diferencias se reproducen. Y no solo en la hosteler¨ªa. La librer¨ªa espa?ola Punto y Coma, con sede en el barrio europeo de Bruselas, recibi¨® 4.000 euros tras ser obligada a cerrar en marzo del a?o pasado, y luego durante el confinamiento su due?o, Roberto Moriana, percibi¨® 1.600 euros al mes como aut¨®nomo con familia a su cargo. Reconoce que son un alivio, aunque no cubran las p¨¦rdidas. ¡°El d¨ªa del libro 2020 no pudo celebrarse por el confinamiento y nuestra cifra de negocio ese d¨ªa supera los 6.000 euros¡±, calcula. En Espa?a, la librer¨ªa Yorick, especializada en teatro y situada en el barrio madrile?o de Lavapi¨¦s, ha recurrido a pr¨¦stamos, pero no ha visto un euro de ayudas directas. ¡°Nosotros simplemente hemos pedido un cr¨¦dito ICO que en unos pocos meses empezaremos a devolver. Cuando hace meses intent¨¢bamos ver qu¨¦ pasaba, las supuestas ayudas siempre eran para cosas que no necesit¨¢bamos¡±, dice Carlos Gil, su administrador.
¡°En Portugal no tengo derecho a ninguna ayuda porque me exigen mantener la actividad¡±
Carmen Baz acumula 21 a?os y tres grandes crisis en el ¡°muy esclavo¡± sector de la hosteler¨ªa. Esta gallega de A Guarda (Pontevedra) de 55 a?os super¨® la tragedia del Prestige y el apocalipsis financiero de 2008, pero no recuerda una pelea tan dura como la que libran los bares y restaurantes contra la invasi¨®n impredecible del coronavirus. Esta hostelera transfronteriza regenta dos locales: uno en Portugal, que lleva cerrado desde octubre y ha decidido traspasar; y otro en el puerto de su pueblo, el restaurante Xeito, en el que calcula que ha perdido en los ¨²ltimos 12 meses un 80% de lo que ingresaba.
Hasta ahora Baz no ha cobrado ni un euro en ayudas, ni a un lado ni a otro de la frontera. Por su restaurante luso, que abri¨® hace dos a?os en la tur¨ªstica Praia de ?ncora con una inversi¨®n de 150.000 euros, el Gobierno portugu¨¦s no le concede ninguno de sus subsidios para pagar el alquiler o compensar p¨¦rdidas porque lo cerr¨® en octubre por iniciativa propia, dos meses antes de que fuera obligatorio. Lo hizo porque se acababan los contratos de verano de sus cinco empleados y ella ya ve¨ªa que la pandemia avanzaba sin freno. ¡°Las de Portugal son ayudas peque?as, pero yo no tengo derecho a nada porque exigen mantener la actividad¡±.
Con su negocio en territorio gallego, donde trabajan entre 3 y 8 personas, se qued¨® fuera de las primeras ayudas de la Xunta porque le faltaba apenas ¡°un punto¡± porcentual de p¨¦rdidas, pero ha vuelto a solicitarlas en una nueva convocatoria y cree que ahora s¨ª cumple los requisitos. Sobre el paquete de 11.000 millones del Gobierno, reclama que lo reparta directamente la Administraci¨®n central ¨C¡±por cuantas menos manos pase, mejor¡±- y que no tenga en cuenta las deudas con Hacienda y la Seguridad Social. ¡°?C¨®mo no va a haber hosteleros que tengan deudas? ?No se dan cuenta de que si les niegan las ayudas por eso, tendr¨¢n m¨¢s?¡±, argumenta. Los cr¨¦ditos, a?ade, tampoco sirven: ¡°Estuve a punto de coger un ICO, menos mal que no lo hice. Los que s¨ª lo pidieron pensando que esto no ser¨ªa tan largo est¨¢n hasta el cuello y muchos ya est¨¢n pidiendo moratorias de pago a los bancos¡±.
Para hablar del ahogo que est¨¢n sufriendo las familias que viven de la hosteler¨ªa, Baz cierra los ojos con tristeza. Ella tiene ¡°una casa que podr¨ªa vender¡±, pero otros compa?eros ¡°no tienen nada, no podr¨¢n reabrir y se quedar¨¢n con deudas¡±. Su casera le ha aplazado el pago del alquiler, ¡°yo te espero¡±, le dijo, un alivio con el que no todos cuentan. La hosteler¨ªa, recalca, ¡°no es un sector de ricos¡±: ¡°Hace a?os se gan¨® mucho dinero con esto, pero desde hace una d¨¦cada da para sobrevivir¡±.
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