Deprisa, deprisa
Tras la decisi¨®n del Constitucional alem¨¢n de despejar el camino a las ayudas, la ratificaci¨®n del fondo europeo contra el coronavirus es m¨¢s urgente que nunca
La decisi¨®n del Tribunal Constitucional alem¨¢n de no suspender cautelarmente la ratificaci¨®n del fondo europeo de recuperaci¨®n despeja uno de los grandes obst¨¢culos para la distribuci¨®n de los 750.000 millones en ayudas comunitarias contra la pandemia. El recurso contra el fondo continuar¨¢ su curso judicial, pero no impedir¨¢ el desembolso, esperado desde primeros de este a?o. El dinero, sin embargo, no llegar¨¢ hasta que los 27 pa¨ªses de la Uni¨®n hayan dado la luz verde para que la Comisi¨®n Europea pueda emitir la deuda necesaria para financiar el fondo.
Con la firma de Alemania ser¨¢n ya 18 pa¨ªses los que hayan completado la ratificaci¨®n (con Espa?a entre ellos). De los nueve restantes, el m¨¢s inquietante es Polonia, donde el Gobierno ni siquiera ha sido capaz todav¨ªa de aprobar el proyecto de ratificaci¨®n. Las disputas entre los dos socios del Ejecutivo ¡ªel PiS de Kaczynski y el a¨²n m¨¢s ultraconservador Polonia Unida¡ª mantienen bloqueado el proceso y no se descarta una ruptura de la coalici¨®n. La salida de Polonia Unida, contrarios al fondo de recuperaci¨®n a pesar de las multimillonarias ayudas que deparar¨¢ al pa¨ªs, podr¨ªa facilitar la luz verde. Polonia Unida considera que la emisi¨®n conjunta de deuda que requiere el fondo es un gigantesco paso hacia una Europa federal.
El argumento de los ultraconservadores polacos es similar al caso que se dirime ante el Constitucional alem¨¢n. Los firmantes del recurso consideran que la llamada Decisi¨®n de recursos (base legal para el presupuesto comunitario y para la emisi¨®n de deuda) dar¨¢ poderes a la Comisi¨®n no solo para financiar el fondo de 750.000 millones, sino incluso para ampliar esos programas de ayuda sin que el Parlamento alem¨¢n pueda impedirlo. Ese salto presupuestario viola, seg¨²n los demandantes, tanto la Constituci¨®n alemana (que confiere al Bundestag la soberan¨ªa parlamentaria) como el Tratado de la UE (que impide los n¨²meros rojos en el presupuesto comunitario y proh¨ªbe el rescate de los pa¨ªses con fondos europeos).
Los jueces alemanes, tras una revisi¨®n preliminar del recurso, han concluido que tiene fundamento y que merece ser analizado en detalle, sobre todo en lo relativo a que el fondo se convierta en un instrumento financiero permanente. Pero por suerte para los pa¨ªses m¨¢s necesitados de las ayudas, como Espa?a o Italia, los magistrados han rechazado la suspensi¨®n cautelar de la ratificaci¨®n por considerar que causar¨ªa un da?o econ¨®mico desproporcionado.
Los jueces ponen as¨ª el dedo en la llaga por la que supura la econom¨ªa europea desde hace meses. Casi un a?o despu¨¦s del acuerdo de la cumbre de julio de 2020 para crear el fondo de recuperaci¨®n, las ayudas europeas siguen sin tener fecha concreta de llegada. El acuerdo definitivo sobre el fondo se retras¨® primero por la disputa con Hungr¨ªa y Polonia sobre un nuevo reglamento que permite la suspensi¨®n de los fondos europeos a pa¨ªses donde el deterioro del Estado de derecho no garantice su correcta supervisi¨®n. Despu¨¦s lleg¨® el proceso de ratificaci¨®n, inevitablemente lento porque implica a decenas de parlamentos, y el tropiezo, ahora superado, en el Constitucional alem¨¢n.
La UE no puede permitir muchas m¨¢s demoras. El azote de la tercera y cuarta olas de la pandemia augura una debacle econ¨®mica que podr¨ªa materializarse, seg¨²n fuentes comunitarias, a partir de oto?o. Y no parece que las campa?as de vacunaci¨®n en marcha puedan llegar a tiempo para evitar ese desenlace. Europa debe evitar que la crisis arrase un tejido empresarial y laboral que antes de la pandemia prosperaba con viento en popa. El retraso frente a la recuperaci¨®n de EE UU y China ya es evidente y una salida tard¨ªa de la crisis podr¨ªa lastrar al Viejo Continente en una competencia mundial en la que ya perdi¨® varios puestos como consecuencia de su penosa gesti¨®n de la crisis financiera de 2008-2012.
La ratificaci¨®n y puesta en marcha del fondo es tambi¨¦n m¨¢s urgente que nunca por razones pol¨ªticas. Las elecciones de septiembre en Alemania marcar¨¢n un punto y aparte en la era de Angela Merkel. La salida de la canciller marcar¨¢ el inicio de una revisi¨®n profunda de la ambici¨®n del proyecto comunitario, tanto en pol¨ªtica fiscal como social o medioambiental. Los colores del futuro Gobierno de coalici¨®n alem¨¢n (entre los que podr¨ªa figurar el verde de los ecologistas) ser¨¢n clave para unos debates en Bruselas que se anuncian muy caldeados y que, probablemente, no se zanjar¨¢n hasta despu¨¦s de las elecciones en Francia en mayo de 2022.
El funcionamiento del fondo de recuperaci¨®n ser¨¢ una pieza esencial en esa batalla, dada la novedad de su endeudamiento compartido y la supeditaci¨®n de los subsidios a programas nacionales de reformas verificados por Bruselas. Su gesti¨®n y resultados influir¨¢n en un regateo mucho m¨¢s amplio que incluir¨¢ desde la revisi¨®n del Pacto de Estabilidad a la introducci¨®n de impuestos o tasas a nivel europeo y el posible establecimiento de un mecanismo permanente de trasvases presupuestarios entre los socios de la UE.
La cuenta atr¨¢s para ese salto ya ha comenzado, con la Francia de Emmanuel Macron abogando por la necesidad de ampliar el fondo de recuperaci¨®n aun antes de que se ponga en marcha y la Italia de Mario Draghi dando por superado el viejo Pacto de Estabilidad de 1997. Incluso desde el Banco Central Europeo llegan voces a favor de revisar las normas sobre deuda introducidas en el pacto a ra¨ªz de la crisis del euro para no poner en peligro la recuperaci¨®n despu¨¦s de la pandemia.
La futura sentencia del Constitucional alem¨¢n, con posible intervenci¨®n del Tribunal de Justicia europeo, delimitar¨¢ el margen de maniobra de Berl¨ªn en todos esos debates. Pero hasta entonces, lo m¨¢s urgente para Europa es completar la ratificaci¨®n del fondo, aprobar los programas de reformas e iniciar el desembolso de unas ayudas que garanticen que la futura transformaci¨®n fiscal de la UE se puede llevar a cabo sin tener que pasar por un escenario econ¨®mico apocal¨ªptico.
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